En un momento complejo para Los Grobo Agropecuaria, la histórica firma del agro argentino que atraviesa un concurso de acreedores desde febrero, su fundador, Gustavo Grobocopatel, reaparece con una propuesta introspectiva y crítica.
La obra, publicada recientemente, recorre más de cuarenta años de historia personal y colectiva. Desde el retorno de la democracia en 1983 hasta los desafíos del presente, Grobocopatel ofrece un relato íntimo atravesado por la transformación del campo argentino, la evolución del modelo productivo y el devenir político y social del país.
“El libro surge de una idea de hace muchos años. No encontraba la forma de hacerlo porque yo no soy escritor, pero hace unos tres años encontré en (la periodista) Luciana Vázquez una interlocutora que me permitió, a través de una especie de larga conversación, llegar a escribir este libro”, relató Grobocopatel desde Marruecos, donde se encuentra desarrollando tareas profesionales por estos días. El texto, según explicó, recorre los últimos cuarenta años de su vida, de Los Grobo como empresa -fundada en 1984-, y de la Argentina, en paralelo con los cuarenta años de democracia.
“Es un viaje con reflexiones, experiencias, aprendizajes, fracasos y éxitos, todo lo que fue sucediendo y lo que uno va aprendiendo de esas vivencias”, afirmó.
Consultado sobre el contexto en el que se publica el libro -coincidente con el concurso preventivo de acreedores que enfrenta la firma Los Grobo desde febrero-, el empresario fue claro: “El libro no es una respuesta a la situación de la empresa. Viene escribiéndose desde hace dos años. A raíz del problema del fin del año pasado, lo releímos para ver si había algo que cambiar, pero no modificamos nada. Su salida ahora es una coincidencia”.
Aunque se mantiene alejado de la compañía desde hace años, tanto operativa como accionariamente, Grobocopatel aseguró que sigue con atención lo que sucede. “Yo tengo una participación accionaria muy pequeña y no tengo responsabilidades operativas. Pero creo que la empresa está haciendo todo lo posible para recuperar la capacidad de pago y cumplir con sus obligaciones con los acreedores. Confío en que va por ese camino”.
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En cuanto a los rumores sobre posibles compradores o nuevos socios estratégicos, fue tajante: “La familia no tiene más nada que ver con la empresa. Mis hermanas han vendido sus acciones. Y yo, estoy completamente al margen de las decisiones empresariales. Hay cosas que no puedo responder porque no las sé, más allá de lo que se publica”.
Uno de los pasajes más personales de la entrevista se dio cuando recordó una frase suya: “No voy a estar tranquilo hasta que se pague el último peso a los productores”. Grobocopatel reafirmó esa convicción, aunque aclaró que ese sentimiento no fue lo que motivó el libro: “´Desde el campo´ no busca justificar nada. Es una reflexión amplia sobre la vida, los procesos productivos y el país. Lo que aprendí escribiéndolo es que hay una línea muy difusa entre el éxito y el fracaso. Hay éxitos que acunan fracasos y fracasos que, con el tiempo, pueden verse como éxitos”.
Para cerrar, aseguró que: “El futuro de Los Grobo no está definido. Puede ser el inicio de una etapa nueva, quizás con una empresa más fuerte. Yo prefiero verlo con optimismo”.