Irene Rosales ha dado un importante paso al frente para acabar con las especulaciones. Tras ser pillada en actitud cariñosa con un atractivo empresario sevillano llamado Guillermo, y ante los rumores que apuntan a que habría sido infiel a Kiko Rivera con este chico al que ambos conocían desde 2020 -ya que su empresa fue la que les puso el césped artificial en su casa de Castilleja de la Cuesta- y con el que su relación se dice que se habría fraguado hace meses (a pesar de que no anunció su separación del Dj hasta finales de agosto), la influencer ha roto su silencio en exclusiva en la revista ‘Semana’.
Dejando claro que nunca fue desleal al hijo de Isabel Pantoja en los 11 años que estuvieron juntos, y revelando que su matrimonio se rompió porque ejerció «más de madre que de esposa», Irene confiesa que llegó un punto en el que decidió priorizarse, disfrutar de la vida y ser feliz.
Y en ello está con Guillermo, con el que no piensa ocultarse. Negando que el sevillano haya tenido nada que ver en su separación, la creadora de contenido reconoce que está muy ilusionada a su lado y, aunque no quiere poner etiquetas a su historia de amor porque es demasiado pronto, sí confiesa que son dos personas adultas y sin compromiso que se están conociendo.
Unas declaraciones con las que apuesta fuerte por esta incipiente relación y a las que el empresario de césped artificial ha reaccionado con una gran sonrisa. Con una sorprendente tranquilidad ante las cámaras -para haber sido una persona anónima hasta hace apenas una semana- y dejando entrever que está encantado con su protagonismo mediático a raíz de su romance con Irene, Guillermo se ha mostrado de lo más feliz después de que la influencer haya zanjado las especulaciones sobre cuándo comenzó lo suyo, pero ha preferido no prpnunciarse sobre las informaciones que apuntan a que Kiko estaría bastante enfadado: «No tengo nada que hablar. No puedo, no puedo» ha expresado de lo más risueño a su llegada a su casa.