
El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, ha recordado en vísperas de la cumbre del G20 en Johannesburgo que cualquier plan de paz para Ucrania debe respetar su integridad territorial a raíz de la ‘hoja de ruta’ de 28 puntos presentada por Estados Unidos para poner fin a la guerra, que deja entrever la posibilidad, por contra de que Kiev se resigne a perder territorio.
«Los criterios de cualquier plan de paz deben basarse siempre en los valores de la Carta de Naciones Unidas y el Derecho Internacional», ha afirmado en una rueda de prensa desde el G20 de Johannesburgo (Sudáfrica), agregando que también debe «respetar las resoluciones de la Asamblea General» de la ONU sobre la integridad territorial.
Guterres ha señalado que, por el momento, la ONU desconoce cuál es el plan de paz. «Hablamos de algo que ha aparecido en los medios de comunicación, pero que no ha sido presentado formalmente por Estados Unidos ni por ninguna otra entidad», ha dicho.
En este sentido, se ha referido a las recientes palabras del portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, que ha dicho estar «al tanto de posibles modificaciones» en el plan del presidente estadounidense, Donald Trump, si bien Rusia «no ha recibido nada al respecto».
Durante su discurso desde Johannesburgo, el secretario general de la ONU ha reiterado que es necesaria «una paz justa, sostenible e integral en Ucrania» de conformidad con la carta de Naciones Unidas, el Derecho Internacional y las resoluciones de la Asamblea General.
Con respecto a la Franja de Gaza, ha indicado que es fundamental la paz y ha instado a las partes a «respetar el alto el fuego, poniendo fin a sus continuas violaciones e implementando plenamente los compromisos del acuerdo de paz».
De igual forma, ha pedido una ‘hoja de ruta’ política «creíble para poner fin a la ocupación» y «hacer efectivo el derecho a la autodeterminación del pueblo palestino» a través de «una solución de dos Estados que permita a israelíes y palestinos convivir en paz y seguridad» de conformidad con el Derecho Internacional.
SOBRE LA VIOLENCIA EN ÁFRICA
Guterres ha instado a poner fin a «la matanza» y a alcanzar un «cese de hostilidades» en Sudán, así como a garantizar «la entrega segura, sin trabas y rápida de ayuda humanitaria a la población civil» en dicho país africano.
Asimismo, ha exhortado a los países a «cesar el flujo de armas y combatientes hacia Sudán», mientras que ha pedido al Ejército sudanés y a las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF, por sus siglas en inglés) que participen en las negociaciones para poner fin a la guerra, que estalló a causa de las fuertes discrepancias en torno al proceso de integración del grupo paramilitar en el seno de las Fuerzas Armadas.
El conflicto, marcado por la intervención de varios países en apoyo a las partes en guerra, ha sumido al país en una de las mayores crisis humanitarias a nivel mundial, con millones de desplazados y refugiados y ante la alarma internacional por la propagación de enfermedades y los daños sufridos por infraestructuras críticas.
Guterres también se ha pronunciado sobre República Democrática del Congo, país para el que ha pedido «paz» y «una solución duradera que respete la soberanía e integridad territorial del país, abordando al mismo tiempo las causas profundas de la inestabilidad y la violencia».
El conflicto en este país se intensificó a raíz de una ofensiva de las milicias del Movimiento 23 de Marzo (M23), integradas principalmente por tutsis congoleños, que logró tomar las capitales de las provincias de Kivu Norte y Kivu Sur.
«Necesitamos seguridad y paz en el Sahel. Los grupos armados y las redes terroristas siguen aprovechándose de la fragilidad de la gobernanza y las tensiones intercomunitarias, alimentando ciclos de violencia que han desplazado a millones de personas y desestabilizado comunidades enteras», ha resaltado.
El secretario general ha puesto además el foco en Malí, donde la actividad de los grupos yihadistas plantea «nuevos riesgos para la región y todo el continente». «Para abordar esta grave situación de seguridad, es necesario tomar medidas urgentes para restablecer la confianza y fortalecer la cooperación entre los países de la región», ha dicho.
En este sentido, ha pedido a los países africanos que «se unan y brinden la estabilidad, la esperanza y la paz que los habitantes del Sahel necesitan y merecen». «En todas partes –desde Haití hasta Yemen, pasando por Birmania y más allá– debemos optar por una paz basada en el Derecho Internacional», ha expresado.
EL PAPEL DEL G20
En otro punto del discurso, Guterres ha resaltado que «los conflictos, el caos climático, la incertidumbre económica, la creciente deuda, la desigualdad y el colapso de la ayuda internacional están causando un sufrimiento masivo en todo el mundo».
«Como las economías más grandes del mundo, el G20 puede ejercer una enorme influencia para aliviar el sufrimiento, garantizar que el crecimiento económico sea ampliamente compartido y encaminar a nuestro mundo hacia un futuro mejor y más pacífico», ha aseverado.
Además, ha recordado que «África sigue estando lamentablemente subrepresentada en las instituciones globales». «Ha sido doblemente víctima del colonialismo. Primero, a través de siglos de explotación y saqueo; luego, con la creación de instituciones internacionales, cuando la mayoría de los países africanos aún se encontraban bajo dominio colonial y sus voces no tenían cabida», ha dicho.
En este sentido, ha instado a que esto «cambie», ya que los países africanos sufren «una reducción del margen fiscal, una deuda abrumadora y una arquitectura financiera global que no les brinda el apoyo ni la representación adecuados».
Guterres ha reiterado que «demasiados países en desarrollo, especialmente en África, se encuentran en la base de las cadenas de valor o excluidos de oportunidades comerciales». «Los miembros del G20 pueden liderar el camino eliminando barreras comerciales y garantizando el acceso sin restricciones comerciales a sus mercados para los países más pobres», ha sentenciado.
SOBRE EL CAMBIO CLIMÁTICO
El secretario general ha señalado que «los países no han logrado mantener las temperaturas dentro del límite de 1,5 grados» y ha asegurado que la Cumbre del Clima (COP30) de Belém (Brasil) «demuestra lo mucho que queda por hacer».
«Necesitamos potenciar la transición justa a las energías renovables. El año pasado, el 90 por ciento de la nueva capacidad eléctrica procedía de fuentes renovables. La inversión mundial en energía limpia alcanzó los dos billones de dólares, 800.000 millones más que los combustibles fósiles, pero sólo una proporción insignificante fue a África», ha detallado.
Guterres ha aseverado que «África debe estar en el centro de esta revolución de la energía limpia». «El continente tiene un inmenso potencial solar y eólico, pero carece de las inversiones necesarias para aprovecharlas», ha sentenciado.
Así, ha defendido que «una transición energética justa también debe significar electrificar por completo a África» que permita el suministro a viviendas, escuelas, clínicas e industrias. Igualmente, debe suponer «crear empleos decentes para sus jóvenes».
«La era de la energía limpia no debe dejar a nadie en la oscuridad y menos aún un continente que ha contribuido menos a la crisis climática. La economía está de nuestro lado, pero la voluntad política debe ponerse al día», ha indicado.