Tras la explosión de un experimento que simulaba ser un volcán en una feria de ciencias de una escuela del partido de Pergamino, en las últimas horas habló María Mendi, madre de un alumno, y quien resultó herida y tuvo que ser trasladada a San Nicolás de los Arroyos para ser operada. A través de un comunicado replicado por los medios locales, la mujer de 45 años dijo que su salud evoluciona favorablemente y pidió que “no se hagan juicios apresurados” sobre el incidente.
El grave episodio ocurrió el jueves por la noche en el Instituto Comercial de Rancagua (ICR), ubicado en la localidad de Rancagua, partido de Pergamino. En una feria de ciencias anual a la que asisten alumnos, padres y docentes, un experimento que debía simular la erupción de un volcán explotó. Resultaron heridas 17 personas, entre ellas una menor de 10 años -internada en grave estado en el Hospital Garrahan– y Mendi, la madre de uno de los alumnos.
La mujer fue trasladada de urgencia a San Nicolás por lesiones en la cara y uno de sus brazos. En las últimas horas, dijo que hay mejorías en su salud. “Soy María, mamá de un alumno del ICR, institución que por los hechos de público conocimiento ocurridos el día jueves 9 de octubre, ha estado en el centro de la mirada pública. En primera instancia quiero señalar que fui la persona que debió ser derivada al Hospital San Felipe de San Nicolás y que mucho de lo que se ha referido respecto de mi estado de salud en distintos medios de comunicación dista significativamente de la realidad”, introdujo y luego aclaró que -como habían indicado las primeras versiones- no es docente del ICR, aunque sí de profesión. Ella estaba presente en la feria por ser la madre de un alumno.
“El motivo y necesidad de hacer público mi mensaje es agradecer inmensamente a quienes me asistieron en el colegio ni bien sucedió el accidente. Sinceramente, de muchas personas no recuerdo los nombres, pero sí recuerdo que eran bomberos voluntarios de la localidad de Arroyo Dulce y enfermeras del Hospital General de Agudos San José de Pergamino. También, al personal de [la empresa] Medicar, y a médicos, enfermeras y personal del Hospital San Felipe de San Nicolás, que actuaron con pericia y tanto me cuidaron”, agradeció Mendi.
También destacó al Hospital San Felipe, la municipalidad de Pergamino, al Hospital San José y a los ministerios de Seguridad y Educación de la provincia de Buenos Aires. “En el mismo sentido, quiero dar las gracias al personal del ICR, docentes, directivos y preceptores que estuvieron y están pendientes de mi evolución. A mi familia y amigos, que nos prestaron su ayuda incondicional ante esta situación; a mis compañeros de trabajo por la predisposición y el acompañamiento. A los padres y compañeros de mi hijo por el acompañamiento, a la docente de mi hija menor, a sus compañeros y familias por estar ahí para nosotros”, agregó.
Más adelante en su carta, replicada en medios locales como La Opinión y Tiempo Pergamino, Mendi se refirió al incidente que tuvo repercusión mediática. “En lo personal, y ante tantas cosas que se han dicho del ICR en estos días, simplemente quiero expresar que lo ocurrido fue un accidente y pedir que no se hagan juicios de valor apresurados respecto de una situación lo suficientemente delicada y dolorosa para una comunidad que aún no termina de sobreponerse a lo ocurrido. Desde mi lugar pido que si no saben, no hablen y, sobre todo, no inventen”, expresó.
A modo de cierre, la mujer de 45 años aclaró que no tuvo comprometido su ojo sino que tiene “una lesión en la cara y una en la mano”. “Mi evolución es favorable. Por favor, sigamos rezando por Cata”, dijo sobre la niña de 10 años que todavía está internada en estado crítico en el Hospital Garrahan.
El accidente
El episodio ocurrió el jueves por la noche, durante una feria que se realiza desde hace 17 años. El evento consistía en la presentación de distintos proyectos estudiantiles coordinados por el profesor de física y química del establecimiento. Uno de los grupos presentó un experimento que buscaba recrear la erupción de un volcán. Pero al encenderlo, las llamas se propagaron por la estructura y, pocos segundos después, una explosión alcanzó toda la sala.
Esto hizo que fragmentos del material encendido se esparcieran como pequeñas esquirlas y alcanzaran a varios estudiantes, docentes y padres.
La estudiante que permanece en estado crítico estaba ubicada en la primera fila y fue alcanzada de lleno por la explosión, que le provocó graves lesiones en el rostro. En un primer momento fue trasladada al Hospital San José, pero, debido al riesgo de perder un ojo y al severo daño facial, el Ministerio de Salud bonaerense dispuso durante la madrugada del viernes su traslado en helicóptero sanitario al Hospital Garrahan, en la ciudad de Buenos Aires. Allí continúa internada en terapia intensiva, con pronóstico reservado.
En tanto siguen las investigaciones de la Fiscalía 1 para determinar las responsabilidades y si efectivamente hubo negligencia por parte de las autoridades.