“Después de lo que pasó, mientras los compañeros buscaban a mi hermano, él siguió yendo al colegio como si nada y lo tenía enterrado en el fondo de su casa”, declaró este lunes, en diálogo con LN+, Javier, hermano de Diego Fernández Lima, sobre el principal sospechoso del caso, Cristian Graf, que aún vive en el chalet donde fueron encontrados los restos óseos de la víctima.
Graf, excompañero del secundario de Diego, se presentó el lunes ante el fiscal Martín López Perrando, funcionario a cargo de la investigación del homicidio, para ponerse a disposición de la Justicia. Las autoridades judiciales aclararon que no se adoptó aún ningún temperamento sobre él y le brindaron la dirección de la defensoría oficial que le tocaría en caso de ser necesario.
Consultado por la noticia, Javier afirmó que no se había enterado de ella hasta unos minutos antes de la entrevista con el canal. En ese sentido, reveló que durante la tarde su familia mantendrá una reunión con un abogado. “Lo está llevando mi hermana, yo hablo con los medios”, aclaró.
El vínculo desconocido
Además, Javier aseguró que toda su familia desconocía la relación que su hermano Diego mantenía con Cristian Graf.
“No sabíamos del vínculo. En la libretita de mi padre no había ningún nombre, ni de Cristian, ni de Graf, nada”.
Como informó LA NACION, a partir de la reconstrucción que hasta el momento hizo el fiscal López Perrando, Fernández Lima y Graf no eran amigos, pero compartían la pasión por las motos.
Fueron compañeros hasta segundo año de la por entonces Escuela Nacional de Educación Técnica (ENET) N°36 Almirante Guillermo Brown, que en esos años estaba situada en Ballivián al 2300, en Villa Ortúzar, hasta que Fernández Lima, que jugaba al fútbol en las divisiones juveniles de Excursionistas, repitió. Sin embargo, los adolescentes siguieron en contacto.
La investigación por el crimen
La investigación por el asesinato de Diego Fernández Lima, ocurrido hace más de cuatro décadas en el barrio de Coghlan, entra en una semana clave. Hoy están citado a declarar nuevos testigos, excompañeros de colegio de la víctima y del, por ahora, principal sospechoso.
El objetivo del fiscal Martín López Perrando es reconstruir el vínculo entre ambos y determinar si la familia Graf sabía del cuerpo enterrado en el fondo de su propiedad.
“El caso está prescripto”
“Aunque Graf diga: ‘yo lo maté’, el caso ya está prescripto“. Esa fue la lectura que hizo el abogado penalista Gastón Francone en su visita a LN+. “Desde 1921, con la última reforma del Código, la prescripción del delito a perpetua es de 15 años”, explicó.
Para Francone, en la trama de este caso que ya lleva 41 años de misterio, hay un elemento decisivo: “No se nos debe escapar que los Graf eran una familia pudiente, que accedió a los mejores abogados, siendo Cristian menor de edad lo pudieron haber ayudado mucho en cuestión del ocultamiento de la comisión de un delito”.