Hallazgo histórico: encuentran cartas de San Martín que exponen su amistad con un conde escocés que colaboró con la independencia sudamericana

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Banff es un pueblo de Escocia de unos 5000 habitantes. Se trata de un punto del planeta alejado miles de kilómetros de la Argentina, Chile y Perú, las tres naciones sudamericanas liberadas por el general José de San Martín a comienzos del siglo XIX. Sin embargo, de esa pequeña localidad bañada por las gélidas aguas del Mar del Norte provienen las últimas novedades históricas acerca del Libertador de América.

Es que en junio de este año, un grupo de investigadores escoceses y argentinos ha descubierto documentos pertenecientes al acervo de James Duff, un noble escocés de gran prestigio que vivía en ese pueblo y que fue compañero de armas y amigo del general argentino. En el material encontrado destacan cinco cartas de San Martín dirigidas a Duff, que revelan conexiones políticas y diplomáticas poco conocidas entre el Reino Unido y Sudamérica.

Juan Dávila y Verdin, el historiador argentino que trabajó en el registro de los documentos de James Duff, en la Universidad de Aberdeen, en Escocia, donde aparecieron cinco cartas inéditas del general José de San Martín

“Nos sentimos honrados de haber sacado a la luz una nueva fuente de conocimiento histórico sobre el General José de San Martín y el movimiento independentista latinoamericano en general. Creemos que, en términos historiográficos, este es el hallazgo de la década”, dijo a LA NACION el argentino Juan Dávila y Verdín, de 41 años, autor académico, investigador doctoral con trayectoria en historia, relaciones internacionales y educación y coordinador del grupo multidisciplinario de investigadores que trabajó en el análisis de los papeles encontrados.

Los papeles del amigo escocés

-¿Juan, en qué consiste el hallazgo que realizaron en junio?

-Hasta ahora son 25 documentos en lo que eran los archivos de James Duff, el cuarto conde de Fife. Entre ellos hasta ahora hay cinco cartas de San Martín, que son inéditas. En una de ellas, escrita por el general en Bruselas, fechada en marzo 1827, San Martín envía cálidos saludos al pueblo de Banff y le presenta al general Williams Miller al conde de Fife. Miller era un militar británico que había combatido con San Martín en Chile y que luego escribiría uno de los primeros relatos biográficos sobre el argentino.

El retrato más canónico de José de San Martín.

-Vamos a empezar por el principio: ¿quién era James Duff y por qué era amigo de San Martín?

-Duff era un militar y también un noble escocés. En teoría, no le tocaba ser noble. Pero era sobrino del II Conde de Fife, que muere sin hijos. El título lo hereda su papá y, luego de muerto su padre, él se convierte en el IV Conde de Fife, y se hace cargo también del negocio familiar.

-¿Cuál era su negocio?

-Era una familia de terratenientes y comerciantes que tenían intereses en el Caribe y en Asia. En uno de sus diarios, la Reina Victoria de Inglaterra dice de Duff que era “asquerosamente rico”. Para ellos, la independencia de América era la posibilidad de abrir otro mercado.

James Duff, IV Conde de Fife, gran amigo del general San Martín, a quien conoció, ambos en la lucha contra las huestes de Napoleón en España

-¿Cómo conoció a San Martín?

-A comienzos del siglo XIX, James había estado casado, pero cuando enviudó, decidió que su vida debería tener un propósito, y entonces viajó a España y se enlistó en lo que era el ejército Británico Español que luchaba en contra de los franceses, en tiempos en que Napoleón había comenzado la invasión de la península ibérica. Allí conoció a San Martín.

Compañeros de armas en el sur de España

Efectivamente, los relatos biográficos de Duff señalan que María Caroline Manners, su esposa, falleció en 1805, cuando estaba embarazada de su primer hijo. La causa del fallecimiento fue la rabia, ocurrida luego de ser mordida por su perro favorito. La desazón lleva al Conde de Fife a España, donde tiene una actuación heroica, por la que fue declarado Grande de España y condecorado con la Orden de San Fernando.

San Martín y Duff se conocieron combatiendo a las tropas de Napoleón en el sur de España, en el año 1809

Entre los aliados que combatían a Napoleón en Cádiz y Sevilla, estaba San Martín, que era capitán del ejército español. El escocés y el nacido en Yapeyú se conocieron allí, en el año 1809, y así nació la amistad. En ese entonces, el sudamericano tenía 31 años y su colega noble, 33.

“Vamos a mantener el contacto”, le dice Duff al argentino cuando el primero regresa a su patria, según el relato de Dávila.

-¿Y siguieron en contacto Duff y San Martín?

-Fueron amigos hasta el resto de sus días. A los pocos meses de España, Duff se comunica con su amigo y le dice algo así como ‘Che, San Martín, acá hay un montón de tus compatriotas latinoamericanos que están organizando algo. Te pago el pasaje y venite’. San Martín pide la baja y se va al Reino Unido.

José de San Martín llegó a las costas de Buenos Aires con la fragata británica George Canning, con el pasaje solventado por su amigo escocés James Duff

El pasaje al Río de la Plata

-Dice la historia que San Martín llega a Londres a finales de 1811 y se va para Sudamérica desde allí. ¿Duff tuvo que ver con eso?

-Totalmente. El que le paga el pasaje a San Martín para ir al Río de la Plata es Duff. El 18 de enero de 1812, San Martín partió hacia Buenos Aires a bordo de la fragata británica George Canning acompañado por Carlos María de Alvear, Matías Zapiola y otros revolucionarios de la Argentina. Un momento que marcó el inicio de su campaña libertadora en América del Sur.

-Alvear, Zapiola y San Martín formaban parte de la logia Lautaro, que se formó con la finalidad de emancipar a Sudamérica del yugo español, ¿es casualidad que viajaran en el mismo barco? ¿Duff formaba parte de la logia?

-James Duff era masón. Y creo que San Martín ha tenido vínculos con la masonería y con gente relacionada. Era más común tener amigos masones que no tenerlos. O sea, cualquier tipo que quisiera estar bien conectado en el siglo XIX si no tenía un amigo masón, no estaba en la foto de ninguna manera. Pero por otra parte yo soy de la idea que la logia Lautaro era una logia más operativa, que tenía un fin determinado que era la independencia sudamericana. Pero no estoy suficientemente documentado en este tema para hacer aseveraciones para responder tu pregunta.

José de San Martín, quien lideró su ejército a través de los Andes hasta llegar a Chile, fue miembro de la Logia Lautaro.

-Lo que es seguro es que Duff financió el viaje de San Martín a Londres y de Londres al Río de la Plata.

– Sí. Y le dio también contactos de todos los comerciantes británicos que estaban en el Río de la Plata.

Los contactos de Duff

-¿Esos comerciantes brindaron apoyo económico?

-No me consta. Pero después de la Primera y Segunda invasión inglesas hubo mucha gente que se quedó pululando en Buenos Aires. Se instalaron en chacras, por ejemplo, y vieron en la oportunidad de San Martín una cuestión de gloria. Además, la jubilación de militar retirado era mala, entonces, mientras más servicios dabas en otros países podías rascar un puchito más de otra pensión. Pasar a retiro en una formación del Río de la Plata por prestar servicios a la Argentina, Chile y Perú, para muchos de estos exsoldados era comprar una vaca, una chacrita, mejorar su casa… entonces sí creo que de ese lado, para poder facilitar la llegada de estos ingleses al ejército, si sirvió tener una red de contactos.

Duff House, la casa donde se alojó San Martín en 1824

-Luego de la gesta de la Independencia, cuando San Martín está radicado en Europa, en agosto de 1824, visita a su amigo el conde en Duff, ¿cómo fue esa visita?

-Cuándo San Martín llega a Banff, Duff se desvive por atenderlo. Se encarga incluso de que le den las llaves de la ciudad, el título de Freeman of the Royal Burgh of Banff. Lo recibe en su casa, una residencia impactante conocida como la Duff House. Los historiadores que estamos en esta investigación y también la gente de Banff pensamos que San Martín se hospedó en una habitación que la llamaban Príncipe de Gales, que era la mejor de toda la casa.

Una visita provechosa

-¿Fue una visita amistosa solamente o hubo una intencionalidad política?

-Tuvo como intención política un poco asegurar o que James Duff le diera una mano con el reconocimiento de las repúblicas Sudamericanas por parte del Reino Unido, que le ayudara a facilitar el tema de los empréstitos para los países de América latina. San Martín tenía en Duff a un amigo “asquerosamente rico” y pero también, parafraseando a la reina, “asquerosamente influyente”.

Una imagen de Banff, el pueblo escocés donde la figura de José de San Martín es conocida y venerada

-Como dijo usted antes, para Duff también era beneficiosa comercialmente una Sudamérica libre, ¿es así?

-Sí, era la creación de un nuevo mercado. Para crecer en el comercio. Hay un dato que estamos sobrevolando en todo esto: la visita de San Martín a Escocia es en 1824 y a los seis meses se firma el tratado de amistad entre el Reino Unido y el Río de la Plata. Otros meses más, llega el primer ganado angus al Río de la Plata, que casualmente es escocés. Y en menos de un año después llega el primer barco de inmigrantes escoceses también al Río de la Plata.

-¿Todo eso fue como consecuencia de esa visita?

-No puedo afirmar que fuera una coincidencia directa, pero evidentemente en las tertulias en Banff hubo tipos influyentes, gente con peso en Londres que quizás hayan visto una buena oportunidad de negocios, que digan “esta gente se acaba de independizar hace poco, tienen todo por hacer”. No te olvides que en la misma época salió el empréstito Baring Brothers, en 1825, pero también salió en la misma época para Chile y para Perú.

Este habría sido el dormitorio de San Martín en Duff House, durante su estadía en Escocia

La carta de San Martín

-Ahora sí, hecho el contexto histórico, podemos hablar de los documentos hallados. Usted dijo que habían encontrado cinco cartas inéditas, pero por ahora solo se dio a conocer una de ellas, ¿por qué tomaron esa decisión?

-Compartimos esta carta en particular para darle un valor historiográfico a nuestro descubrimiento. Porque fue escrita por San Martín desde Bruselas (el general vivió allí entre 1824 y 1830) y este año se cumplen 200 años de las máximas sanmartinianas, que las escribió allí. La carta habla un poco de cómo es su vida en la capital de Bélgica, hace también bromas en francés. Es la carta también en la que San Martín le presenta al general Miller a Duff y en la que además habla de sus buenos amigos en Banff.

Quisimos hablar de esta primera carta que ya transcribimos y se tradujo al inglés -San Martín escribía a Duff en español. Ahora trabajamos para contextualizarla y empezar a producir papers académicos, pero queríamos hacer el anuncio ahora, aprovechando que yo estoy en Buenos Aires (el entrevistado vive en Europa, entre Londres y la Costa Azul).

En la carta que descubrieron los investigadores, San Martín le presenta a su amigo James Duff a su otro amigo británico, William Miller

-¿Por qué recién ahora se dan a conocer estos documentos?

-Pasó que el sobrino de James Duff, Alexander Duff, VI conde de Fife, hereda los documentos. Él se casa con una princesa de sangre real, Luisa, tienen dos hijas y demás… Luego muere, vienen la Primera y la Segunda Guerra Mundial y los archivos del tío James se pierden. Después se encontraron. Hay otra rama de la familia que se queda con otra parte de los documentos y después de muchos años, no te sabría decir cuándo, se encuentran todos los arcones con todos los archivos. Entre ellos hay paquetes de cartas ataditas. Y todo eso, para que no se arruine en algún altillo o sótano, se le da en concesión a la Universidad de Aberdeen, en Escocia.

-¿En concesión?

-Sí, solo por una cuestión de conservación, pero los archivos originales siguen siendo del actual cuarto duque de Fife, David Carnegie y un fondo fiduciario, Mare State, que son los dueños originales del material. Ellos son los que le dicen a la universidad: “Mirá, nosotros queremos que estos investigadores accedan a esto. O no”.

Un equipo de investigadores de dos países

-Y ustedes accedieron. Cuénteme cómo está conformado el equipo de investigadores

-Los que trabajan en esto son, además de mí, Colin Helling, doctor en historia del siglo XVII y XVIII, Ian Williams, ingeniero devenido en historiador junto a su esposa Pam Williams y Verónica Owen, que es una argentina que vive hace 30 años en Escocia y trabaja en educación y para el Instituto de Historical Heritage de Escocia. Somos un grupo de cinco investigadores que casualmente todos tenemos un gran amor por San Martín. Mis colegas en Escocia conocían a San Martín a través de James Duff y nosotros les hicimos conocer San Martín desde el lado argentino.

La firma del general José de San Martín en una de las cartas halladas en el archivo del conde de FifeEl equipo interdisciplinario que analiza los documentos de James Duff entre los que aparecieron las cartas de San Martín está conformado por argentinos y escoceses; en la imagen, de izquierda a derecha: Verónica Owen, Ian Williams y Juan Dávila y Verdin

-Volviendo a la carta, ¿qué aspectos de la personalidad del prócer se pueden destacar en ella?

-La carta en realidad reconfirma un montón de cuestiones de él que ya existen, que se conocían, como su cariz más humano, también muy humilde. Ves un San Martín haciendo bromas de su edad (“48 navidades que gravitan sobre mi pobre individuo”), hasta le toma el pelo al conde cuando le dice si está en su casa de Banff y mantiene “su vida filosófica” o está de vuelta “en el bullicio de Londres”, porque en los archivos encontramos más de 100 cartas de amor al conde, de diferentes mujeres, que le escriben en francés, español, italiano… la carta muestra un San Martín muy amigo de sus amigos (Nota del Editor: los versos que San Martín escribe en francés pertenecen a la fábula El zapatero remendón y el banquero, de Jean de La Fontaine).

El bravo y honrado General Miller

-San Martín le presenta en esa carta al general Miller. Le dice que es un hombre “bravo” y “honrado” y que “a este tan recomendable compatriota (suyo) le merece la América una no pequeña parte de su independencia”, ¿qué rol jugó Miller en la emancipación de Sudamérica?

-Miller fue la mano derecha de San Martín en el cruce de los Andes y estuvo en la batalla de Maipú. Además, después participó de la independencia del Perú, donde él está enterrado ahora y donde se lo considera un héroe nacional.

Conde de Fife, el destintario de la carta escrita por San Martín, que se escribía en el reverso del mismo papel en que se escribía la misiva

-¿Y cómo llegó Miller a contactar a San Martín?

-Como te decía antes. Como otros soldados británicos, él estaba retirado, necesitaba buscarse la vida y, voy a ser burdo, pensó: “estos muchachitos del sur están haciendo lío, tal vez les pueda dar una mano”. Y así, al poco tiempo de que San Martín llegara al Río de la Plata se apersonó y le dijo: “Estoy acá para lo que se necesite”.

-Y después de la guerra, el mismo Miller escribió unas memorias de San Martín.

-Sí. San Martín le presenta a Miller a Duff y le dice: “Él está escribiendo algo. Conózcanse, visítense”. Miller escribe la primera reseña de dos tomos, el relato de la independencia sudamericana, que incluye una biografía dictada por San Martín desde Bruselas y… ¿Quién financia eso? Duff, que es el que imprime los libros en 1828. Duff quería que la figura de su amigo fuera cuidada, que fuera vista como un héroe.

El oficial William Miller participó junto con San Martín del cruce de Los Andes y fue héroe de las batallas de Chacabuco y Maipú, entre otras; años más tarde, escribió una biografía del prócer argentino

San Martín y Napoleón

-¿Es la primera obra que trata la vida de San Martín?

-No. Hubo otra antes. De Basil Hall, también escocés como Duff y también de la nobleza. Un hombre que viajaba por todo el mundo publicando lo que ve. Así entrevista a San Martín en Perú en 1822 y hace una buena descripción, no sé si biográfica, pero sí de su carácter. Lo curioso es que él hace publicar esta entrevista dos años después, junto con una entrevista que le había hecho a Napoleón unos años antes en Santa Elena, la última entrevista que da el corso.

-Increíble.

-Sí. Ves en un mismo libro al emperador derrocado contra el héroe mestizo ascendente en el Perú. Son las primeras comparaciones que surgen entre San Martín y Napoleón. El dato también es que las dos primeras biografías de San Martín son en inglés, no en español.

La exposición permanente sobre San Martín en el Museo del pueblo de Banff, en Escocia

Borges en Banff

-Por último, la relación de amistad entre Duff y San Martín también se extendió al pueblo de Banff. ¿De qué manera está presente allí nuestro Padre de la patria?

-El año pasado, cuando se cumplió el bicentenario de la visita de San Martín al pueblo, se hicieron celebraciones espectaculares. La gente estuvo tres días celebrando la figura de San Martín, incluso con bailes típicos escoceses y demás. Fue muy lindo. Estuvo el duque de Fife y hubo una carta del rey Carlos III felicitándonos por el bicentenario. También, en 1950, cuando se cumplió el centenario de la muerte de San Martín, el embajador argentino Carlos Hogan viajó con una araucaria que plantaron en el Castillo de Banff, que no es la casa Duff. Hogan también llevó una réplica del sable corvo del general para el museo local, donde hay una exposición permanente en su honor.

-Lo último, hubo un visitante ilustre en Banff también, ¿cómo llega Jorge Luis Borges a Banff, en 1964?

-Borges era un viajero empedernido, en uno de sus viajes a Escocia visitó Banff, no sé cómo llegó, pero él estaba muy relacionado con los círculos diplomáticos argentinos y era un gran sanmartiniano. No olvidemos también que era bisnieto de Acevedo, un de los coroneles que cruzó los Andes con San Martín. Borges estuvo acá, lo mostraron al museo, donde firmó el libro de honor y la gente de Banff guardó ese recuerdo hasta el día de hoy.

Jorge Luis Borges estuvo en Banff en 1964 (Foto de Ulf Andersen/Getty)Gaiteros tocan la Marcha San Lorenzo en el aniversario de los 200 años de la visita de San Martín al pueblo de Banff, en agosto de 2024

“La patria por encima de todo”

Entre sus múltiples títulos y actividades, Juan Dávila y Verdín es miembro de la Royal Historical Society y Fellow de la Royal Society of Arts. En 2023 recibió la llave de la ciudad de Londres y también fue declarado Ciudadano Ilustre en su ciudad natal, Santa Fe. Él también es el Secretario General del Instituto Sanmartiniano británico, aunque despega este cargo de su trabajo como investigador de los documentos de Duff.

Además, este multifacético académico también tiene un enlace familiar con la gesta independentista. Entre sus antepasados está Nicolás Dávila, uno de los dos militares que encabezaron la expedición Zelada-Dávila, en enero de 1817, que cruzó los Andes junto al General San Martín.

Si bien Dávila y Verdín cree que el trabajo con los documentos “es un camino que recién empieza”, le parece así mismo que es “el hallazgo de la década en lo que son las relaciones argentino británicas”.

“Creo que esta investigación se dio como una forma de hacer algo por el país -asevera-, con la idea de crear puentes. Como parte de la primera generación nacida en democracia siento la responsabilidad de que nos entendamos historiográficamente, sobre quién es el otro, soy antiantagonismos, creo que por ahí va la investigación”.

La carta de José de San Martín a James Duff está escrita en un tono amistoso y cálido y en ella el general llega hasta a bromear con su amigo

-Una cosa más, Juan: me resulta conmovedor como, en 1824, cuando San Martín ya estaba lejos del Río de la Plata, va a la reunión en Banff pensando en obtener los mayores beneficios para su patria, ¿nunca dejó de pensar en el bien de la Argentina?

-Toda su vida fue así. Cuando estuvo en Francia y cuando estuvo en Bruselas también. Él vivió muy poco en la Argentina, pero tenía mucho cariño para con estas tierras. Se sentía hijo de la patria grande, no se consideraba como un ente separado de España en lo cultural, sino como una continuación. Se consideraba rioplatense, criollo, pero tampoco renegaba de sus orígenes españoles, siempre tuvo su acento. Era un tipo complejo, un hombre de mundo también. Pero la figura de San Martín, que es parecida a la de Belgrano, que murió en la pobreza, se caracterizó porque buscó siempre de poner la patria por encima de sus propios intereses. Él hizo eso toda su vida.

El texto de la carta, completo:

Bruselas, Marzo 19 de 1827

Mi querido amigo,

Hace un siglo que he escrito a V ., pero como nuestra amistad no se demuestra por un protocolo de cartas, y si a esto se añade mi fuerte aversión a amar las plumas convendrá V. en que he tenido razón en no molestarlo con mis cartas.

V. ama mucho a los hombres bravos y honrados.

He aquí en dos palabras la apología de mi Amigo el General Miller a quien le encargo haga a Usted una visita en mi nombre. A este tan recomendable compatriota le merece la América una no pequeña parte de su Independencia y la memoria de los servicios que le he prestado a costa de su sangre en repetidas veces derramada, no podrán olvidarse mientras exista el reconocimiento entre los hombres.

Ignoro si estará V. en su encantadora casa de Duff House, siguiendo mantenga vida filosófica, o se habrá V. vuelto a meter en el bullicio de Londres.

Existen la amable mayoría y la honradez no le hieran tenga V. la bondad de darle mis memorias, como igualmente a mis buenos amigos de Banff.

Mi vida es tranquila y conforme, los veranos los empleo en viajar, y los inviernos formo mis cuarteles en esta: por que cuarenta y ocho navidades que gravitan sobre mi pobre individuo, no me dejan pensar en otra cosa si no en que…

Un jour sur l’autre : il suffit qu’à la fin. (“Un día tras otro: es suficiente que al final)

J’attrape le bout de l’année (“Alcance el final del año”)

A Dios mi buen amigo que la felicidad le sea inseparable, son los votos de mí.

José de San Martín.

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