
Harry Melling encontró la fama mundial a una edad temprana gracias a la saga de Harry Potter, pero su relación con ese éxito ha estado marcada por sentimientos complejos, reflexiones profundas y un deseo constante de no quedar atrapado en una sola identidad artística.
Así lo expresó el actor británico en una entrevista con The Hollywood Reporter, donde repasó su trayectoria y habló con franqueza sobre el peso de haber sido una estrella infantil.
Melling fue elegido con apenas 10 años para interpretar a Dudley Dursley, el primo cruel de Harry Potter.

Este personaje que apareció en cinco de las ocho películas de la saga: Harry Potter y la piedra filosofal (2001), Harry Potter y la cámara de los secretos (2002), Harry Potter y el prisionero de Azkaban (2004), Harry Potter y la orden del Fénix (2007) y Harry Potter y las reliquias de a muerte – Parte 1 (2010).
Durante la entrevista, el periodista describió la carrera de Harry Melling como “difícil de definir”, un comentario que el actor, hoy de 36 años, recibió como “el mayor cumplido que alguien podría hacerme”. Para él, esa indefinición es un objetivo artístico.
“No quiero que la gente me conozca. No quiero que tengan una idea previa de quién soy antes de ver una película”, explicó, bromeando luego con que haber participado en Harry Potter “arruinó un poco” ese deseo.
Sin embargo, aclaró que su intención siempre ha sido que el público vea al personaje y no al actor, algo que, según él, explica la diversidad de sus elecciones profesionales.

Por si fuera poco, el artista reconoce que, aunque era un niño cuando participó en la saga, muchas personas siguen asociándolo exclusivamente con ese papel. En una entrevista previa con British GQ, había comentado que sentía que había pasado “toda su vida huyendo” de Harry Potter.
Ahora matiza esas palabras y aclara que las dijo en tono jocoso, pero admite que comenzar tan joven en una franquicia tan grande nunca fue una meta en sí misma. “A los 10 años había muchísimo más por hacer”, señaló.
Incluso siendo niño, Harry Melling era consciente del riesgo de quedar encasillado como actor infantil. Sabía que eso podía limitar las oportunidades de explorar otros caminos creativos.
Por eso, con el paso del tiempo, se volcó al teatro y a proyectos cinematográficos tanto en el Reino Unido como en Estados Unidos. “Había como un motor interno que me decía: sigue avanzando, no te quedes ahí. ”, reflexionó.

El actor también habló del estigma que a veces rodea a quienes comienzan su carrera en la infancia. Aseguró que nunca quiso cargar con esa etiqueta.
“No me enamoré de estar en Harry Potter. Me enamoré de la idea de que las personas pueden ser muchas cosas. Es una relación realmente interesante la que se establece con algo tan enorme como Potter”, afirmó.
Desde joven, se sintió fascinado por el teatro, inspirado por los actores veteranos de la saga, muchos de ellos con sólidas trayectorias sobre el escenario, un modelo profesional que él deseaba seguir.
Tras dejar atrás el universo mágico, Melling ha construido una filmografía diversa y reconocida. Participó en The Ballad of Buster Scruggs (2018) de los hermanos Coen, tuvo un papel destacado en la exitosa serie de Netflix The Queen’s Gambit (2020) y encarnó a un joven Edgar Allan Poe en The Pale Blue Eye (2022).

Actualmente protagoniza Pillion, una comedia queer sobre BDSM junto a Alexander Skarsgård, cuyo estreno en Estados Unidos está previsto para el 6 de febrero de 2026.
