El coronel en retiro Harvey Colchado, exjefe de la División de Investigación de Delitos de Alta Complejidad (Diviac) de la Policía Nacional (PNP), reveló este lunes que existen al menos cuatro grabaciones que registran distintos momentos previos y posteriores al suicidio del expresidente Alan García (1949-2019).
El material fílmico, según Colchado, desmiente versiones que ponen en duda el deceso del exmandatario ocurrido el 17 de abril de 2019. “La gente desconoce que entre tres y cinco días antes de ejecutar la operación para detener a Alan García se había recibido la disposición de Fiscalía para que se le haga videovigilancia”, señaló en diálogo con Panamericana TV.
“La Diviac hizo este trabajo contra nueve personas que se iban a detener. Era muy complicado porque Alan ya se había intentado fugar” y buscó asilo en la residencia del embajador uruguayo en Lima, agregó.
Colchado relató que, durante el día del operativo, se encontraba en su despacho de Surco, donde dirigía los operativos simultáneos, cuando le informaron que García se había disparado en la cabeza.
“Entonces salgo con mi vehículo y, cuando estaba llegando, lo estaban sacando en la misma movilidad, conducido por un personal de seguridad de Alan, con personal de la Diviac, y yo voy detrás. Lo llevaron al Casimiro Ulloa (…) Su abogado defensor de ese entonces (…) nos echaba la culpa de lo que había pasado”, detalló.
“Hay cuatro filmaciones en cuatro momentos: cuando personal de Diviac ingresa, (…) cuando él baja de las escaleras y luego sube. El tercer video es cuando él entra (a su habitación) y cierra la puerta, y el cuarto video es cuando está ya en el suelo, al costado de su cama, con la cabeza en el velador y la sangre que le salía por la sien”, siguió.
Según el oficial, al ampliar la imagen en uno de los videos se pudo observar que García aún respiraba. “Se ve que jalan la frazada para que hagan una camilla improvisada y lo lleven (al nosocomio). Se había disparado. Solo que hay falsas leyendas… Todo está documentado. (…) Alan falleció, fue su decisión”, dijo.
Colchado también indicó que la unidad a su cargo sabía que el exmandatario tenía al menos dos armas registradas, aunque no existía información sobre su uso. “Tenía seguridad dentro de su casa. Tenía un ambiente donde dormían cuatro policías, tenía dos camionetas, cuatro policías permanentes y había un comandante a cargo de la seguridad. Era muy peligroso entrar a tropelías o hacer un acto de fuerza”, concluyó.
Orden judicial
García, quien tenía una orden de arresto preliminar por diez días dictada por el Poder Judicial, era uno de los cuatro expresidentes peruanos salpicados por el escándalo de Odebrecht, junto a Alejandro Toledo (2001-2006), Ollanta Humala (2011-2016) y Pedro Pablo Kuczynski, conocido como PPK (2016-2018).
Sus seguidores más cercanos siempre han señalado que “fue víctima de una conspiración criminal”, que vincularon con incidentes previos a su muerte, como su ingreso en la embajada de Uruguay, cuyo Gobierno rechazó en diciembre de 2018 concederle el asilo que solicitó con el argumento de que era un “perseguido político”.
Poco antes, directivos de Odebrecht aseguraron que le habían entregado cuatro millones de dólares durante su segundo gobierno, que alcanzó a pesar de que la sombra de la corrupción ya lo rondaba desde su primera gestión, de 1985 a 1990, cuando dejó al país inmerso en una crisis económica sin precedentes.