El Juzgado Criminal y Correccional Federal N° 3 de La Plata, a cargo de Ernesto Kreplak, procesó a 17 personas en la causa del fentanilo mortal, por el delito de adulteración de sustancias medicinales que resultó en la muerte de al menos 20 personas.
El procesamiento es en concurso real con la adulteración de sustancias medicinales de un modo peligroso para la salud.
La pena puede ir hasta los 25 años de cárcel.
La decisión judicial abarca a los principales responsables de HLB Pharma Group y Laboratorios Ramallo SA, entre ellos, los propietarios y la cúpula técnica, y ordena la prisión preventiva para seis de los imputados.
Se trata de Ariel Fernando García Furfaro (coautor y propietario real del conglomerado), Diego Hernán García Furfaro (coautor y decisor en la operación diaria), Javier Martín Tchukrán (coautor y Director General), José Antonio Maiorano (coautor y Director Técnico de HLB Pharma Group), y Carolina Ansaldi (coautora y Directora Técnica de Laboratorios Ramallo SA).
Además, se dictó prisión preventiva para Nilda Furfaro, madre de los empresarios, como presunta partícipe necesaria y accionista minoritaria de HLB. En ese caso la detención es domiciliaria.
El resto del personal jerárquico y técnico fue procesado sin prisión preventiva, incluyendo a María Victoria García (Gerenta de Gestión de Calidad), Wilson Daniel Pons (Jefe de Control de Calidad), Adriana Iúdica (Subjefa de Control de Calidad), Arzolidys Dayana Astudillo Bolívar (Jefa de Garantía de Calidad), Rocío del Cielo Garay (Supervisora de Control de Calidad), Edgardo Gerardo Antonio Sclafani (Gerente de Producción), y Eduardo Darchuk (Jefe de Producción). Paralelamente, se decretó la falta de mérito y se ordenó la inmediata libertad de Horacio Antonio Tallarico, Rodolfo Antonio Labrusciano, Damián Roberto García y Víctor Pablo Boccaccio.
El tribunal concluyó que la contaminación bacteriana del fentanilo, específicamente los lotes 31202 y 31244, se produjo en las instalaciones de Laboratorios Ramallo durante su proceso productivo. El producto contaminado contenía bacterias como la Klebsiella pneumoniae y la Ralstonia pickettii (identificada también como Ralstonia mannitolilytica). Los peritajes del Cuerpo Médico Forense determinaron que la infección constituyó un factor desencadenante o agravante significativo en el complejo cuadro clínico de las víctimas, vinculando jurídicamente los fallecimientos al aumento del riesgo de muerte derivado de la peligrosidad introducida en el circuito sanitario por la adulteración.
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