El cempasúchil, conocido como “la flor de los muertos”, es uno de los símbolos más representativos del Día de Muertos en México. Su color anaranjado vibrante y su aroma inconfundible han decorado altares y tumbas durante siglos.
Pero más allá de su uso ritual, el cempasúchil también ha comenzado a conquistar la cocina mexicana contemporánea, y uno de los ejemplos más innovadores es el helado de cempasúchil.
Esta receta no solo ofrece un sabor floral y suave, sino que también une la tradición con la creatividad gastronómica. Prepararlo en casa es más sencillo de lo que parece, y además es una forma deliciosa de celebrar la cultura mexicana con un toque dulce.
¿Se puede comer el cempasúchil?
Sí, pero no cualquier tipo. Existen muchas variedades de cempasúchil, y algunas se cultivan exclusivamente con fines ornamentales y pueden contener químicos. Para consumo humano, se recomienda utilizar flores orgánicas, libres de pesticidas, preferentemente compradas en mercados especializados o cultivadas en casa.
El sabor del cempasúchil es ligeramente amargo y herbal, con notas cítricas, lo que lo hace ideal para combinaciones dulces y aromáticas como helados, infusiones, mieles y postres.
Ingredientes para helado de cempasúchil (rinde 4-6 porciones)
- 2 tazas de leche entera
- 1 taza de crema para batir (nata)
- 3 yemas de huevo
- ¾ taza de azúcar
- 1 taza de pétalos de cempasúchil orgánico (lavados y secos)
- 1 cucharadita de extracto de vainilla
- Una pizca de sal
Preparación paso a paso
- Infusión de los pétalos: En una olla, calienta la leche y la crema a fuego medio hasta que comiencen a hervir ligeramente. Agrega los pétalos de cempasúchil, apaga el fuego, tapa y deja reposar durante 15 a 20 minutos para que los sabores se integren.
- Preparar la base del helado: Mientras se infunde la mezcla, bate las yemas con el azúcar hasta que se tornen de un color amarillo pálido. Cuela la infusión de leche para retirar los pétalos y vierte lentamente el líquido tibio sobre las yemas batidas, sin dejar de mover, para evitar que se cocinen.
- Cocción a fuego lento: Vierte la mezcla nuevamente en la olla y calienta a fuego bajo, revolviendo constantemente hasta que espese ligeramente, como una natilla (no debe hervir). Retira del fuego y agrega la vainilla y la pizca de sal.
- Enfriar y congelar: Deja enfriar la mezcla a temperatura ambiente, luego refrigérala por al menos cuatro horas o hasta que esté bien fría. Después, vierte la mezcla en una máquina para hacer helado o, si no tienes, colócala en un recipiente hermético y congela, batiendo con un tenedor cada 30 minutos durante las primeras 3 horas para evitar la cristalización.
El helado de cempasúchil no es solo un postre; es una forma de llevar la tradición mexicana a la mesa de forma creativa. Perfecto para servir durante el Día de Muertos o para sorprender con un sabor floral y poco común, esta receta conecta con nuestras raíces mientras refresca el paladar.