La ONG Human Rights Watch (HRW) ha reconocido este miércoles la «crucial presión añadida» a Israel por las sanciones impuestas sobre dos de sus ministros por parte de Reino Unido, Canadá, Nueva Zelanda, Noruega y Australia, si bien ha instado al país oceánico a tomar más medidas para frenar las «atrocidades israelíes contra palestinos.
La directora de HRW en Australia, Daniela Gavhson, ha pedido a Canberra que sancione a más responsables políticos de Israel, tras ser esta la primera vez que lo hace, y que prohíba el comercio con sus asentamientos ilegales en Cisjordania, según el comunicado difundido por la propia ONG.
Además, la organización ha pedido al Gobierno australiano que respalde públicamente al Tribunal Penal Internacional (TPI) y se comprometa a ejecutar todas las órdenes pendientes, después de que Australia no se sumara al «apoyo inquebrantable» que otros 79 países manifestaron en respuesta a las sanciones del presidente estadounidense, Donald Trump, sobre esta corte.
«En un momento en el que autoridades y fuerzas militares están socavando el Derecho Internacional, el Gobierno australiano debería utilizar su influencia para impedir nuevas atrocidades masivas y exigir responsabilidades a los responsables», sugiere la nota.
Los gobiernos de Reino Unido, Australia, Canadá, Nueva Zelanda y Noruega anunciaron este martes la imposición de sanciones y restricciones de viaje contra el ministro de Seguridad, Itamar Ben Gvir, y el titular de la cartera de Finanzas, Bezalel Smotrich, que tendrán sus activos en estos países congelados y no podrán acceder a ellos.
Tanto Smotrich como Ben Gvir pertenecen a partidos de extrema derecha cruciales para la viabilidad del Gobierno de coalición encabezado por el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, que se encuentra en un momento decisivo. Por ello, la medida busca aumentar la presión sobre el dirigente, mientras avanza la ofensiva en Gaza.