El Cairo, 30 may (EFE).- Human Rights Watch (HRW) y Amnistía Internacional (AI) instaron este viernes a los rebeldes hutíes del Yemen a liberar «de inmediato e incondicionalmente» a decenas de empleados de la ONU y de otras ONG locales e internacionales que fueron «detenidos arbitrariamente» durante el último año.
Ambas ONG recordaron en un comunicado que, desde el 31 de mayo de 2024, los insurgentes efectuaron redadas en zonas bajo su control en las que detuvieron «arbitrariamente» a 13 empleados de la ONU y a al menos 50 trabajadores de organizaciones de la sociedad civil yemeníes e internacionales.
Estas oleadas de detenciones se reanudaron a finales del pasado enero, cuando los hutíes detuvieron a otros ocho empleados de Naciones Unidas, lo que llevó a la ONU a anunciar «la suspensión de todos los movimientos oficiales hacia y dentro de las zonas bajo control hutí».
«Las detenciones arbitrarias de trabajadores humanitarios por parte de los hutíes tienen un impacto directo en la prestación de asistencia vital a las personas que la necesitan con urgencia», declararon HRW y AI.
Asimismo, calificaron de «alarmante» que gran parte de los detenidos hayan estado arrestados durante casi un año «simplemente por realizar su labor de proporcionar asistencia médica y alimentaria, o promover los derechos humanos, la paz y el diálogo», por lo que pidieron intensificar los esfuerzos para liberar a estas personas.
Hasta el momento, los hutíes tan solo han liberado a siete personas: un miembro de la ONU, cinco de ONG y un trabajador de una misión diplomática; mientras que al menos otras 50 personas siguen detenidas «sin acceso adecuado a abogados ni a sus familias, y sin cargos», de acuerdo con la nota.
Además, recordaron que el 11 de febrero un trabajador del Programa Mundial de Alimentos (PMA) murió bajo custodia de los hutíes, algo que «aumenta los temores por la seguridad y el bienestar de quienes permanecen detenidos arbitrariamente en centros de detención» gestionados por los rebeldes.
También denunciaron que estos arrestos forman parte de un «ataque más amplio» contra el espacio cívico, ya que las detenciones estuvieron acompañadas de una campaña mediática que acusaba a las organizaciones humanitarias de «conspirar» contra los intereses de los insurgentes y del Yemen y les advertía contra el «espionaje».
Desde 2015, Amnistía ha documentado decenas de casos en los que las autoridades hutíes, que controlan amplias zonas del noroeste del Yemen desde 2014, han presentado cargos de espionaje para perseguir a opositores políticos y silenciar la disidencia pacífica. EFE