“En 1995 me vine de Buenos Aires a Saladas –que está a 120 kilómetros de acá– por mi trabajo en un aserradero forestal. Estaba con mi ex mujer, tenía un hijo de cinco meses y tuve dos más acá. Cuando la madera dejó de ser un negocio y cerramos, en 2018, no quise volver a Buenos Aires”, relata Máximo Balderiote, anfitrión en Posada Mbareté, un lugar sitio encantador y muy bien atendido del oeste de Corrientes, a 20 minutos del centro de San Miguel. Lo atiende con Milagros Fernández, su pareja actual, con quien está hace 17 años. Ella es de Saladas, tiene dos hijos de un matrimonio anterior y lo secunda en el bonito oficio de la hospitalidad.
“Siempre nos gustó viajar y teníamos la fantasía de poner una hostería en la playa o el campo. Entonces se me vino a la cabeza aquello que me decía Leslie Cook de Rincón del Socorro, a quien yo le vendía cerveza artesanal. Él estaba por abrir su propio hotel, Casa de Esteros, y me aseguraba que el oeste de Iberá vale mucho la pena porque está súper virgen. Entonces una vuelta, en 2019, nos fuimos para Concepción, Loreto y, de pasada, entramos en San Miguel. Pasamos por Posada Mboy Cua, de Nené Dejesús, quien me dijo que viniera, que en San Miguel había lugar para todos. Además, me habló de este terreno que vendían unos conocidos. Lo vinimos a ver y era puro monte, pero nos encantó”, señala Máximo, sobre este sitio que hoy se ve muy bien parquizado, y que además conserva un sector de monte nativo, canteros con flores silvestres y los geniales tacurús (termiteros).
Máximo agrega que compraron en febrero del 2020 y, pandemia de por medio, a fin de ese año empezaron a construir. “Tuvimos que hacer llegar la luz y el agua. Todo quedó listo en abril del 2024 y recibimos huéspedes desde junio del año pasado, después de haber hecho pruebas con familiares y amigos”, comenta el dueño de casa.
Sobre un terreno de seis hectáreas, con laguna y monte, la posada –con cinco habitaciones– está muy bien puesta, con muebles de la familia, cortinas de telas nobles y porcelana de buena calidad. Nada es ostentoso; todo es delicado. Con casi veinte años juntos y estrenando convivencia en la posada, Máximo y Milagros honran su historia de resiliencia con el nombre que le pusieron al lugar. “Mbareté” significa fuerza en guaraní y es lo que necesitaron para levantarse en algún momento de sus vidas. Ella enviudó de joven y él perdió un hijo de 19 años.
La pareja apostó a esta región con la convicción de que los esteros del Iberá tienen mucho para ofrecer, más allá de Carlos Pellegrini, el acceso más conocido. Por eso se tomaron cuatro años para parquizar, construir la casa y decorarla. Y la atienden con dedicación y solvencia, en familia. Mientras ellos sirven las mesas, Manuel, el segundo hijo de Máximo, está en la cocina.
En Posada Mbareté recomiendan dos actividades imperdibles. Una es el ingreso al Parque Nacional Iberá por el portal San Nicolás, con Rocío Gonzalez y Hernán Canteros, los guías de La Tata en Yverá, que proponen senderismo, avistaje de aves, de ciervos de los pantanos y de yacarés, y paseo en canoa a botador, además del almuerzo al aire libre.
Y el otro es salir a caballo por los campos de la zona con Kiko Damasco, que nació en San Miguel, es bombero, además de hombre de campo. Vivió 15 años en Buenos Aires, donde trabajó en una heladería, una quesería y en la portería de un edificio y cuando volvió a su pueblo hace diez años, vio la beta turística en las cabalgatas y armó una buena tropilla de caballos mansos. Al paso, en un par de horas regala un muy buen pantallazo: plantaciones de eucaliptus, pastizal en llanura y monte nativo con mucho de lapacho, laurel, gomero, timbó y guayaba, además de la laguna La Sirena. Gran oportunidad para conocer el costado más inexplorado de los esteros del Iberá.
Datos útiles
Posada Mbareté. En el Parque Iberá, Máximo Balderiote y Milagros Fernandez reciben huéspedes en cinco 5 habitaciones (2 dobles, 2 triples y 1 cuádruple). Divinamente atendida por sus dueños, sirven desayuno. Opcional almuerzo y cena con menú fijo. Desde $75.000 por persona en base doble, con desayuno y merienda. Calle s/n, paraje Mboy Cuá, San Miguel. T: (3781) 46-1414. IG: @mbareteposada
La Tata en Yverá. Para entrar a los esteros por el portal San Nicolás, guían Rocío Gonzalez y Hernán Canteros. La propuesta incluye navegación, almuerzo con vino, trekking con avistaje de fauna y aves. Didácticos y aquerenciados, transmiten las curiosidades de Iberá. De abril a septiembre ofrecen la experiencia de 8 a 16 horas, y en verano la salida es por la tarde. Desde $120.000 por persona en base doble. Niños hasta 4 años no abonan y de 5 a 11 años, solo el 50%. Av. Dolores Godoy y Bension Pischik, San Miguel. T: (3781) 41-2253. IG: @la_tata_en_yvera
Kiko Damasco Cabalgatas. Con una muy buena tropilla de 30 caballos mansos, Kiko Damasco y su hijo Agustín hacen salidas por la zona rural, en el Parque Iberá. Con experiencia y don de gentes, encarnan el espíritu correntino. Desde $20.000 por persona la salida de una hora y media. T: (3781) 40-0153. IG: @kikodamasco y @agusdamasco