Ignacio Vázquez, el capitán de Platense que tiene como espejo al Cuti Romero y sueña con el reencuentro con su abuelo

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Ignacio Vázquez tiene 27 años, 1,84 metros y estampa de prócer. De esas figuritas que pegan en las carpetas los alumnos de la escuela primaria cuando llega una fecha patria. Por su aspecto, podría haber sido vocal de la Primera Junta o haber cruzado los Andes junto al general José de San Martín. Pero le tocó nacer en otra época y marcar su liderazgo de otra manera, como capitán de un equipo de Platense que construye épica a cada paso en el torneo Apertura. Este domingo, en la final que el Calamar afrontará contra Huracán en Santiago del Estero, el certamen puede volverse la primera conquista del club en la máxima categoría en sus 120 años de historia.

La mirada firme de Vázquez, que se viralizó cuando, rebalsado de furia, evitó hacer contacto visual con el árbitro Yael Falcón Pérez durante el sorteo previo a los penales frente a River, parece reafirmar durante una charla con LA NACION valores que nacen de sus vísceras. Y que unen a ese líder con una historia de sacrificios. Ese líder se conmueve con solo imaginar que el domingo puede transformarse en el primer futbolista de Platense en levantar una copa. En convertirse en un prócer, sí, de la historia calamar.

Nacho Vázquez no nació futbolísticamente en Platense, pero está muy agradecido al club y disfruta el día por día con sus empleados.

–¿Cómo asimilan esto que está viviendo el club?

–Es un momento muy lindo para mí, para mi carrera. Y también grupalmente. Estamos muy contentos porque hemos logrado llegar a otra final en el club. Se nos han ido compañeros, y seguimos Raúl Lozano, Juampi Pignani, Ronaldo Martínez y Leonel Picco. Estamos muy felices.

–¿Qué sentiste cuando terminó la semifinal en el Nuevo Gasómetro [1-0 a San Lorenzo] y eran finalistas?

[se conmueve] –Muchas cosas… Los sacrificios que uno hace de chico. Cuando uno se tomaba un tren, un colectivo; cuando se iba caminando; cuando salía a las 2 de la mañana para llegar a las 8 a un lugar con los viejos. Son muchas cosas las que uno recuerda en ese momento. Cuando los viejos no tenían para comer; cuando uno llegaba a su casa, no había nada para comer y se acostaba a dormir sin haber comido. Son cosas que quedan en el camino, pero nunca hay que olvidar de dónde uno sale. Así que se me vino todo junto a la cabeza en ese momento. Ojalá ahora puedan disfrutar mis viejos y les dé una alegría el finde.

Vázquez acaba de convertir su penal en la serie contra River en el Monumental, después de una agria discusión con el árbitro; ahora quiere ser campeón por, entre otras cosas, sus

–Varias veces nombraste a tu abuelo José.

–A mi abuelo lo tengo tatuado en el pecho. Él fue muy importante en mi carrera porque al hambre que él tenía, yo hoy estoy mostrándolo en la vida. Él me ha enseñado a ser humilde, me ha enseñado a ser mejor persona. Cuando mi viejo no tenía plata, era él el que me daba para los viáticos para ir a entrenarme. Soñaba tanto que me vería jugar en la primera… y llegó a verme en la reserva. Cada vez que empieza un partido miro al cielo y le agradezco de por vida. Aprovecho para mandarle un beso grande y un abrazo, donde esté. Siempre se lo digo a mi familia: voy contando los días porque quiero volver a verlo. Y ojalá me quede poquito para volver a verlo y abrazarlo.

–¿Cómo manejan la ansiedad en la cuenta regresiva hasta el domingo? ¿Cómo se abstraen?

–Con muchas cosas. Lo vivimos como grupo. Después de que dejáramos en el camino a tres grandes, ya todos hablan de Platense, y cuando esto empezó nadie nos daba como favoritos. Se está hablando más favorablemente de Platense, y es lo que queríamos nosotros: que se hablara de este club, porque viene haciendo las cosas muy bien durante dos años y medio.

El capitán se hizo líder entre situaciones duras de la vida, y cree que éste devuelve todo lo que uno hizo bien.

–¿Qué recuerdos vienen de tus inicios?

–Nunca olvido los pasos lindos que tuve en mi carrera. En All Boys; cuando me fui a Belgrano en préstamo; cuando tuve que irme a Chile por seis meses; cuando volví y tuve que ir a Uruguay. Nació mi hija y al mes tuve que irme a Uruguay; me agarró la pandemia y pude volver recién a los 10 meses. Es fuerte, ¿no? Porque la vida del futbolista parece fácil, pero no es fácil. Yo siempre digo que somos laburantes, igual que los hinchas, que los periodistas, que mis viejos. Nos levantamos temprano, sufrimos la crítica –porque es así en el fútbol–… Pero bueno, uno nunca olvida.

Por eso siempre remarco ante mi familia y mis hijos, ahora que Valentina Celeste tiene 4 años: valió la pena lo que hice, ¿no? Cuando ella tenía un mes, tuve que irme y volví a los 10 meses; fue muy fuerte perderme esa etapa de su infancia. Cosas de futbolista… Hoy puedo disfrutarla día a día. Es lo más lindo que me pasó en la vida, como Santino, mi otro hijo. Así que ahora me toca disfrutar este momento, que es muy lindo.

Le puso Celeste a su hija por Racing: “Antes del partido (que Platense ganó 1-0 en el Cilindro de Avellaneda, por los octavos de final), Le tengo un gran cariño… Mi viejo y mi abuelo me hicieron hincha de este club tan grande. Mi hija de llama Celeste por Racing, pero ahora defiendo los colores que me dan de comer y gracias a Dios este grupo demostró que está en alto nivel”, había dicho luego de eliminar a la Academia.

El defensor celebra con la camiseta de All Boys; dejó un gran recuerdo en Floresta.

–Eso que marcás son sacrificios que no trascienden, que solo uno y los suyos conocen.

–Cada uno tiene su vida. Cada uno sufrió de chico. Yo me he quedado libre de Vélez, he vuelto llorando en los trenes, con mi viejo apoyándome, diciéndome: “Te queda mucho, te queda mucho”. Lo que te decía antes: cuando mi viejo [Luis] no tenía para comer, cuando mi vieja [Estela] se la rebuscaba, cuando uno tomaba el tren y no tenía saldo en la SUBE… Son muchas cosas que hoy en día vuelven, porque cuando uno hace bien las cosas, la vida le devuelve todo. Uno ahora puede comprar un auto, puede armar y disfrutar de una familia linda, con Florencia. Me perdí cumpleaños de 15… Hubo momentos en los que lloraba encerrado en la pieza por no poder salir porque al otro día tenía que ir temprano a entrenarme, y mis hermanos Bastián y Ligüel estaban ahí, apoyándome. Son cosas que quedan en la vida, que marcan. Y hoy disfruto cada cosa que me pasa.

–En lo futbolístico, ¿quién es tu referente en tu puesto?

–En algún momento nombré a Gabriel Milito y a Nicolás Otamendi. Pero hoy me identifico mucho con Cuti Romero. Cuti también la luchó, tuvo que soportar muchas críticas. Cuando me tocó ir a Belgrano había mucha gente que lo castigaba, pero hoy él está mostrando un excelente nivel. Como jugador es un fenómeno, y sigo sus pasos porque creo que eso va a ayudarme mucho, ya que es un chico como yo.

Con Guido Mainero, durante una pausa en una práctica de Platense; el Calamar está lleno de futbolistas que procuran revancha y una segunda oportunidad.

–El domingo tendrás un partido importantísimo en Platense, pero se empieza a hablar de Racing, de Boca, del futuro… ¿Cómo hacés que no te movilice eso?

–Hace unos días hablaba de esto con mi señora. A veces tenías un club o dos dando vueltas, y tenía que elegir entre uno y el otro. Lo que está pasándome es muy lindo. Trato de estar tranquilo, sabiendo que el día de mañana va a llegar todo. Así que trato de disfrutar el momento. Todo el sacrificio que hice de chico ha tenido su fruto. Para mí no es que se hable de Boca o de Racing: para mí hoy es llegar a una final en el fútbol argentino en Platense, algo que para mí es hermoso.

–¿Qué hacés, más allá del fútbol?

–Tomo mate, juego a la Play con los chicos en el club, me voy a andar en bicicleta con mis hijos en el barrio. Llevo a los chicos a la escuela, los dejo a las 8 y los busco con mi señora a las 4. Tenemos una vida muy linda y muy completa, gracias a Dios.

Se considera que el plantel de Platense es un buen conjunto humano;

–Se habla mucho de que conforman un buen grupo humano. ¿En cuánto tienen que ver eso los futbolistas y en cuánto la dupla técnica Favio Orsi-Sergio Gómez?

–Yo siempre destaco eso del grupo. Nos han salvado [Nicolás Orsini], Nacho Schor, [Franco] Zapiola, que son compañeros que no estaban jugando. Para mí el grupo lo es todo. Cuando a un chico le cuesta, uno le dice que se entrene, porque me ha pasado a mí estar en el banco de suplente varios varios años cuando era chico. Vine acá, me ha tocado estar en el banco cinco o seis fechas, pero uno se rompe el alma y después logra lo que uno logra. Mostré que estaba a la altura y contra Huracán, gracias a Dios, voy cumplir 99 partidos, si Dios quiere. Estoy a un pasito de cumplir 100 en dos años y medio, algo muy lindo. Por eso les digo a los chicos que se entrenen, porque podemos quedar en la historia del club.

–Se viralizó tu imagen de impotencia y furia al punto de no mirar al árbitro en el sorteo de los penales ante River. Y después pateaste tranquilo. ¿Cómo procesaste eso?

–En mi vida soy así. Me manejo igual que acá, en el grupo. A la gente que me falta el respeto trato de ignorarla. Me ha pasado con Yael, que para mí estaba faltándome el respeto. Sentía que se nos estaba yendo algo que habíamos logrado, ganar en el Monumental. Me hace feliz que la gente me lo me lo reconozca. Soy una persona humilde, pero me salió así.

–Rompiste el mito del número 13, que por lo general nadie quiere.

–Al 13 le tengo mucho respeto. Debuté con la 13 en All Boys. Nació mi hija un día 13 a las 13.06. Me casé un martes 13. Estoy por cumplir un año con mi señora. en agosto. Cuando todos dicen que el 13 es yeta, para mí es de muy buena suerte. Respeto y quiero mucho al 13, lo tengo tatuado y a donde voy trato de agarrar el 13. Soy un agradecido a ese número. Ojalá el 13 me dé alegría ahora, el finde.

En la pareja técnica que conforma con Favio Orsi, Sergio

–¿Cómo son Sergio Gómez y Favio Orsi?

–Dos personas fabulosas, que me han cambiado mucho. Más el Negro [Gómez], que en defensa maneja mucho. Favio también, pero con los delanteros. Nos han enseñado muchas cosas. Y sobre todo, la humildad. Que hay que tener los pies sobre la tierra siempre, hay que trabajar en silencio. Son dos fenómenos que vienen del ascenso, también, c… de hambre como lo estamos nosotros.

Orsi, en plena organización táctica; es el responsable del ataque calamar.

–¿Qué es Platense?

–Es una cosa muy linda, enorme. Tiene un corazón gigantesco de la gente que labura acá: los empleados, los cocineros, los utileros, todos. Me llevo bien con todos. Soy una persona humilde que puede c… de risa con el de seguridad de la puerta, con el utilero, con la chica que limpia, con el chico que limpia. Soy así en mi vida. Este club me ha cambiado mucho personalmente, así que soy un agradecido y, como siempre lo digo, si me toca irme, ojalá sea por la puerta grande y haciendo historia. Y si no, voy a defender a muerte esta camiseta, como siempre lo hice.

–Ya están haciendo historia…

–Nos queda un pedacito de historia por hacer. Hemos logrado muchas cosas, pero nos queda un pasito más y ojalá, Dios quiera, logremos el título el domingo. Especialmente para mí, levantar la copa en el club puede quedar en la historia. En el día a día, el partido a partido, me tiro de cabeza, con el pecho al frente siempre y con los h… que tengo. Soy un agradecido al club, a la dirigencia y a mis compañeros, por haberme llevado nuevamente a una final.

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