La implementación de un perímetro de seguridad en el entorno de Collserola, con la presencia de 400 efectivos en la zona, constituye la respuesta más visible a la emergencia sanitaria declarada tras el brote de peste porcina africana detectado junto a Barcelona. Según detalló el medio, Salvador Illa, presidente de la Generalitat, comunicó que la prioridad inmediata de su gobierno se centra en controlar el foco infeccioso y limitar su propagación, mientras mantiene, en paralelo, su agenda institucional en Guadalajara, México. El mandatario subrayó que la administración catalana actuó sin demoras y recalcó la importancia de seguir las directrices oficiales para contener la enfermedad.
De acuerdo con la información publicada por diversos medios, Salvador Illa destacó que permanece en comunicación con las principales autoridades estatales, incluido el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, y con el ministro de Agricultura, Luis Planas. La coordinación entre los distintos niveles de gobierno se ha reforzado con el objetivo de ofrecer una respuesta eficaz ante la amenaza que representa la peste porcina africana para el sector ganadero de Cataluña. Además, el propio Illa informó que solicitará comparecer en el Parlament catalán para detallar el alcance de las actuaciones gubernamentales y responder institucionalmente por las acciones adoptadas.
El medio consignó que, aunque el presidente de la Generalitat continúa su visita institucional en México, ha mantenido contacto permanente con sus principales colaboradores en Barcelona. Los consellers responsables de las áreas de Presidencia (Albert Dalmau), Agricultura (Òscar Ordeig) e Interior (Núria Parlon) lideran las acciones sobre el terreno y gestionan la evolución de la situación, dando seguimiento continuo a los datos que proporcionan los equipos técnicos. Salvador Illa recalcó que la estructura del Govern permite un sistema de gestión colegiada, por lo cual su ausencia no ha supuesto ningún retraso en la toma de decisiones ni en la implementación de medidas.
En cuanto al origen del brote, la prensa reportó que existen diversas hipótesis bajo análisis. Una de las más relevantes plantea la posibilidad de que un jabalí haya contraído la enfermedad al ingerir restos de alimentos contaminados que fueron arrojados en contenedores de basura de la zona. El presidente Illa aclaró que, aunque estas líneas de investigación se mantienen abiertas, no existen pruebas concluyentes que permitan confirmar esta causa en la actualidad, y que serán los equipos técnicos quienes deban determinarlo en función de los resultados de laboratorio y del análisis epidemiológico.
Las autoridades autonómicas, según publicó el medio, han coordinado un operativo especial entre la Conselleria de Agricultura, el departamento de Interior y el de Presidencia. El despliegue de personal se suma a las medidas preventivas que ya venían aplicándose, orientadas a reducir los posibles efectos negativos de la peste porcina africana sobre la cabaña ganadera y sobre la economía rural catalana, que depende en buena medida de la producción porcina. La aplicación de este protocolo incluye la delimitación de áreas restringidas, la monitorización constante del entorno de Collserola y la intensificación de controles veterinarios en explotaciones cercanas.
El medio detalló que el presidente de la Generalitat instó al conjunto de la ciudadanía a respetar las restricciones impuestas y a colaborar con los equipos desplegados para garantizar la máxima eficacia de las medidas de contención. Las instrucciones incluyen la indicación de no alterar o traspasar los perímetros de seguridad y el llamado a evitar toda conducta que pudiera incrementar el riesgo de transmisión, tanto en animales silvestres como en ganado doméstico. La colaboración ciudadana aparece, así, como una condición indispensable para reducir las posibilidades de extensión del brote.
En declaraciones reflejadas por la prensa, Salvador Illa insistió en que su administración no pretende “minimizar el alcance del brote ni sus implicaciones” para el sector agrario, subrayando que la coordinación con los servicios de salud animal y con los organismos estatales sigue los parámetros exigidos por la gravedad del episodio. Remarcó, además, la obligación institucional del Govern de mantener informada tanto a la ciudadanía como a los órganos parlamentarios sobre la evolución del brote y sobre las nuevas decisiones que puedan requerirse para atender la emergencia.
Según informaron los medios, la Conselleria de Agricultura trabaja de forma conjunta con expertos en sanidad animal y técnicos especializados para aclarar el alcance del virus, establecer las rutas de transmisión y definir estrategias adicionales de prevención. La vigilancia epidemiológica se mantiene activa, a la espera de que los informes científicos proporcionen un diagnóstico más preciso sobre la dinámica y la extensión de la enfermedad en la fauna local.
El impacto potencial de la peste porcina africana, según reportó la prensa, preocupa especialmente a los productores del sector, dada la gravedad de la patología y las consecuencias económicas asociadas a posibles restricciones comerciales o sacrificios preventivos de animales. Las autoridades autonómicas han recordado que Cataluña posee una de las industrias porcinas más relevantes de España, lo que hace fundamental priorizar medidas contundentes y actuar de manera anticipada para salvaguardar tanto la sanidad animal como los intereses económicos de las comunidades rurales.
Salvador Illa defendió ante los medios la eficacia del modelo de gestión colegiada de la Generalitat y la capacidad del gobierno catalán para afrontar este tipo de crisis sanitarias, incluso ante desplazamientos institucionales fuera del país. Garantizó que las decisiones adoptadas se han tomado “desde el primer momento” y que el Govern mantiene todos los recursos necesarios para responder tanto a la emergencia como a las demandas de información de la sociedad catalana.
Todavía no se han precisado nuevas hipótesis sobre posibles vías de entrada de la peste porcina africana en el entorno de Collserola, y los técnicos mantienen abierta la investigación en coordinación con autoridades españolas y europeas. Mientras tanto, el perímetro de seguridad, el despliegue de medios y la vigilancia constante constituyen pilares de la estrategia adoptada para evitar la aceleración del brote y su extensión a otras zonas.
El sector ganadero, según han señalado las autoridades a la prensa, continúa alerta y en contacto con la administración para definir conjuntamente los siguientes pasos. El Govern insiste en la necesidad de mantener el rigor en las actuaciones y la transparencia informativa ante la emergencia. Los equipos de intervención seguirán actuando sobre el terreno a la espera de nuevos desarrollos, mientras se refuerzan los controles sobre movimientos de animales y productos relacionados.
El despliegue y las acciones coordinadas por la Generalitat y el Gobierno central siguen en marcha, en un proceso que incluye comunicación permanente entre los equipos políticos y técnicos, con el presidente Illa dirigiendo la estrategia general a distancia, sin alterar el control institucional de la situación. La investigación para esclarecer las causas y limitar el impacto sanitario y económico continuará como una de las principales prioridades de la administración catalana, según reflejan los reportes de los medios.
