La noche del 11 de octubre marcó el desenlace de la temporada 2025 de Yo Soy, uno de los concursos más vistos de la televisión peruana. En una gala final transmitida en vivo, los imitadores de Raphael (Josué Rivaldo), Pedro Infante (Jesús Zavaleta), Daddy Yankee (Gandy Antonelli) y José José (Luigui Jesús) compitieron por el primer lugar y el premio mayor de 20 mil soles.
En una presentación con alta carga de emoción y despliegue artístico, cada finalista subió al escenario para demostrar su preparación y talento. El show avanzó con eliminaciones progresivas, comenzando por el imitador de Daddy Yankee, quien fue el primero en dejar la competencia tras la evaluación del jurado. José José siguió el mismo destino poco después, dejando a Raphael y a Pedro Infante como los dos últimos contendientes de la noche.
En la fase definitiva, Raphael interpretó “Balada Triste de trompeta” personificando a un payaso, mientras que Jesús Zavaleta eligió el icónico tema “Deja Que Salga la Luna”, logrando conmover tanto al público como al panel de jueces. Tras varios minutos de expectativa, se anunció que el imitador de Pedro Infante era el ganador de la temporada, adjudicándose el trofeo y el premio económico de 20 mil soles.
Al escuchar el resultado, Jesús Zavaleta mostró incredulidad y emoción en el escenario. Luego de recibir el reconocimiento, volvió a presentarse para despedirse con una canción y agradecer el apoyo.
Ya fuera de cámaras, el ganador expresó unas palabras a la producción y a sus seguidores: “Para mí significa el cariño de todos, el apoyo de todos porque yo soy solo una herramienta aquí. Gracias a ustedes, a toda la producción, por el apoyo, por las clases, por las enseñanzas, a toda mi familia. Esto es de ustedes.”
Este triunfo posiciona a Jesús Zavaleta como uno de los artistas revelación de la imitación, cerrando un ciclo que celebró el talento y la dedicación de los finalistas de Yo Soy 2025.
De entrenador a Pedro Infante: el imitador fitness
Jesús Zavaleta ha cobrado notoriedad nacional como imitador de Pedro Infante gracias a su participación en la televisión peruana y a su inusual combinación de talentos. Originario de Cajabamba, en la región Cajamarca, este joven cultiva una doble vida profesional: es entrenador personal, fisicoculturista y artista.
Desde pequeño, Zavaleta mostró afinidad tanto por las artes como por el deporte. Su disciplina como entrenador personal y fisicoculturista lo llevó a construir una rutina donde la música de Pedro Infante se convirtió en parte esencial de sus sesiones de entrenamiento.
Este vínculo dio paso a una identidad muy particular, ya que muchos de sus alumnos y amigos en Cajabamba lo llaman el “Pedro Infante fitness” por las canciones que interpreta mientras lidera las rutinas del gimnasio local.
El acercamiento del joven a la música ranchera surgió de su admiración por la figura del ídolo mexicano. Esta pasión lo llevó a perfeccionar su capacidad para imitar la voz y el estilo de Infante, consiguiendo reconocimiento entre sus allegados antes de presentarse en televisión. Su interpretación se caracteriza por la energía y el carisma, dos atributos que traslada tanto a los escenarios como a los ambientes deportivos.
Zavaleta también cultiva el arte visual. Su trayectoria como artista plástico incluye más de cincuenta pintores y participaciones en concursos a nivel regional y nacional, lo que añade una dimensión creativa única a su perfil. El propio Jesús reconoce que el arte formó parte de su vida desde niño, primero como hobby y ahora como una pasión consolidada.
A lo largo de su carrera, ha sabido balancear exitosamente el entrenamiento físico, la práctica vocal y la creación artística. Este equilibrio impresiona tanto a quienes asisten a sus clases de gimnasio como a quienes disfrutan de sus interpretaciones musicales. El caso de Jesús Zavaleta muestra cómo la música, el deporte y el arte pueden convivir en una sola trayectoria y en un referente local alejado de los focos mediáticos de la capital.