El que fuera asesor de Seguridad Nacional durante la primera Administración de Donald Trump y ahora acérrimo crítico del presidente, John Bolton, ha sido imputado formalmente de cerca de una veintena de cargos por manejo indebido de documentos clasificados.
El Departamento de Justicia ha informado este jueves de que un gran jurado federal ha emitido un escrito de acusación formal contra Bolton –que se desempeñó como asesor entre 2018 y 2019– por transmitir y retener ilícitamente información de defensa nacional, según reza un comunicado.
«Hay un solo nivel de justicia para todos los estadounidenses. Cualquiera que abuse de una posición de poder y ponga en peligro nuestra seguridad nacional rendirá cuentas. Nadie está por encima de la ley», ha declarado la fiscal general, Pamela Bondi.
El director del FBI, Kash Patel, ha aseverado que «el caso se ha basado en el trabajo meticuloso de profesionales (…) del FBI que siguieron los hechos con total transparencia». «No se tolerará el uso de la justicia como arma, y el FBI nos e detendrá ante nada para llevar ante la justicia a cualquiera que amenace nuestra seguridad nacional», ha sostenido.
Bolton supuestamente transmitió documentos clasificados como de alto secreto a través de cuentas personales de correo electrónico y aplicaciones de mensajería. Estos documentos contenían información sobre futuros ataques, adversarios extranjeros y relaciones de política exterior.
La acusación también alega que Bolton retuvo ilegalmente documentos confidenciales –sobre líderes de una adversario, fuentes y recopilaciones utilizadas para obtener declaraciones sobre un adversario extranjero– en su domicilio.
En agosto, el FBI registró su domicilio en Bethesda, en el estado de Maryland. Tras dejar la Administración Trump, Bolton publicó un libro sobre sus andanzas en la Casa Blanca titulado ‘La habitación donde ocurrió’ en el que describió al presidente estadounidense como un incompetente.