Un trabajador en México puede acumular hasta 52 semanas cotizadas al año si labora de manera ininterrumpida durante los 12 meses.
Este cálculo se basa en que cada 7 días de trabajo equivalen a una semana cotizada ante el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
En caso de que existan días adicionales al cierre del periodo, estos se suman como una semana más.
Para conocer el número exacto de semanas cotizadas, los trabajadores pueden solicitar una constancia en línea a través del portal del IMSS, utilizando su CURP, Número de Seguro Social (NSS) y un correo electrónico válido.
¿Cuántas semanas necesito para jubilarme?
De acuerdo con la información disponible, el sistema de pensiones del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) se rige por dos regímenes distintos, dependiendo de la fecha en que el trabajador comenzó a cotizar.
Aquellos que iniciaron antes del 1 de julio de 1997 se encuentran bajo la Ley de 1973, mientras que quienes comenzaron a cotizar después de esa fecha están inscritos en el régimen de 1997.
La diferencia entre ambos sistemas radica en los requisitos y el cálculo de la pensión, lo que puede impactar significativamente el monto que los trabajadores recibirán al jubilarse.
En el caso del régimen de 1973, los trabajadores necesitan haber acumulado al menos 500 semanas de cotización para poder acceder a una pensión.
El monto de esta se calcula con base en el promedio salarial de los últimos cinco años trabajados.
Además, este régimen ofrece la posibilidad de incrementar el promedio salarial mediante la modalidad 40, que permite a los trabajadores continuar cotizando de manera voluntaria.
Este beneficio puede ser clave para quienes buscan mejorar el monto final de su pensión, ya que entre más semanas cotizadas y mayor sea el salario promedio, más alto será el pago mensual.
El régimen de la Ley 97 del IMSS ofrece tres modalidades de pensión: Renta Vitalicia, Retiro Programado y Pensión Garantizada, cada una con características específicas. Según lo establecido, los trabajadores deben cumplir con ciertos requisitos para acceder a estos beneficios.
En el caso de la Renta Vitalicia, se trata de una pensión de por vida contratada con una aseguradora avalada por el IMSS.
El monto se determina con base en los recursos acumulados en la Cuenta AFORE y se ajusta anualmente según la inflación.
Para garantizar que los beneficiarios reciban la pensión tras el fallecimiento del titular, es necesario adquirir un Seguro de Sobrevivencia.
Por otro lado, el Retiro Programado se contrata directamente con la AFORE del trabajador y el monto depende de los ahorros acumulados, los rendimientos generados y la esperanza de vida calculada.
La Pensión Garantizada, financiada por el Gobierno Federal, aplica cuando los recursos acumulados no son suficientes para las modalidades anteriores.
Para acceder a cualquier pensión bajo la Ley 97, se requieren al menos 775 semanas cotizadas en 2022, incrementándose 25 semanas por año hasta alcanzar 1.000 semanas en 2031, además de cumplir con la edad mínima: 60 años para Cesantía y 65 años para Vejez.