Una mujer hondureña fue detenida por agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) mientras salía de una corte de inmigración en San Antonio, Texas. Se trata de Ericka Quiroz, quien se encontraba acompañada por su hijo Gael, de siete años. La mujer colapsó emocionalmente y la reacción del niño conmovió a todos.
La detención de una madre migrante en Texas
El episodio ocurrió el 29 de mayo, al término de una audiencia en la que la corte desestimó el caso de asilo de Ericka. Al salir del edificio, agentes de ICE procedieron a arrestarla. Según relató una allegada, la mujer colapsó frente a su hijo, con síntomas severos de angustia. “Estaba como vomitando. Yo pensé que se iba a morir”, expresó a Univision.
Mientras su madre sufría un ataque de pánico, el pequeño Gael se mantuvo abrazándola y diciéndole: “Tranquila… aquí estoy yo”.
El momento fue captado por cámaras del medio hispano y generó conmoción. La misma familiar advirtió que el menor podría quedar con secuelas psicológicas: “Ver esa imagen le va a quedar para siempre en la cabeza. Él no debería estar pasando por eso”.
La familia ingresó al país hace seis meses, al utilizar la aplicación CBP One, un sistema implementado por el gobierno de Joe Biden para gestionar citas previas para solicitantes de asilo. A pesar de seguir el proceso legal, su caso fue rechazado por la corte migratoria, y ahora ambos enfrentan una situación incierta.
Arrestos en la corte de inmigración de Texas
Según la investigación de Univision, los arrestos frente a la Corte de Inmigración de San Antonio comenzaron el 21 de mayo. Un trabajador del lugar reveló que hasta 40 personas por día, incluidos menores, son detenidas por agentes migratorios tras sus citas. “Incluso separaron a una madre de sus seis hijas y de su esposo”, aseguró.
¿Qué deben saber las familias sobre los derechos de los niños durante una redada del ICE?
En medio de las deportaciones masivas, muchas familias enfrentan operativos repentinos que pueden terminar en separaciones. En estos casos, es fundamental conocer los derechos que asisten a los menores de edad cuando están involucrados en una redada migratoria.
Según informa la organización enlace latino, los niños deben permanecer junto a sus padres, a menos que las autoridades determinen que están en una situación de riesgo. Esto suele aplicarse cuando los adultos enfrentan cargos graves que podrían afectar el entorno de crianza. Si no hay delitos de ese tipo, los menores no deben ser separados de su núcleo familiar durante el proceso de deportación.
En caso de que ocurra una separación, los familiares tienen derecho a solicitar la información de contacto de la agencia que quede a cargo de la custodia del menor, para conocer su paradero y condiciones. Se trata de un derecho legal, no de una concesión excepcional.
Otro punto clave es que los menores no pueden ser interrogados sin la presencia de un adulto responsable, ya sea uno de los padres, un abogado o un representante designado por los servicios de bienestar infantil. Al igual que los adultos, también tienen derecho a no responder preguntas sobre su estatus migratorio.
Como medida preventiva, se recomienda preparar un documento de patria potestad temporal que designe a una persona de confianza para hacerse cargo del cuidado del niño si los padres no están disponibles. Este trámite es sencillo y permite a otra persona tomar decisiones legales y médicas en nombre del menor.
Asimismo, se aconseja que el niño conozca el nombre completo y los datos de contacto de algún familiar o adulto autorizado, además de asegurarse de que esa persona tenga acceso a los documentos esenciales: acta de nacimiento, registros escolares y otros papeles importantes.