En uno de los buses del Metropolitano de Lima se vivió un episodio que puso en evidencia la persistencia de la discriminación en los espacios públicos. Una mujer, usuaria del servicio, dirigió una serie de insultos racistas contra los pasajeros que compartían el mismo trayecto, generando un clima de tensión y rechazo en el interior del vehículo. La escena, registrada en video, muestra cómo la pasajera levantó la voz y repitió frases cargadas de desprecio hacia quienes la rodeaban.
Tras viralizarse el hecho en las redes sociales, la mujer fue identificada como la influencer Alejandra Argumedo Alegre, quien hasta hace poco se desempeñaba como conductora del podcast Hinchas al aire, espacio de comentarios y análisis sobre fútbol.
El video permite escuchar cómo Argumedo insistía con expresiones como: “Serranos son y serranos morirán”, reiterándolas una y otra vez, mientras se burlaba de la procedencia de los demás pasajeros. También agregó: “Que por ustedes voy a entrar como un animal. ¿Cuál es la idea? ¿Quién me ha dicho oe? ¿Quién me ha dicho oe? ¿Tú me has dicho oe? Ah, ya. Mucho cuidado. ¿Por qué te ríes, enfermo? ¿Qué te ríes, enfermo?”. En medio de los gritos, buscó remarcar que su familia era de Lima, acompañando sus frases con comparaciones ofensivas como “llamas, vicuñas y alpacas”.
Este tipo de expresiones resultan contradictorias en un transporte público que, por definición, no distingue entre sus usuarios. Todos acceden al servicio bajo las mismas condiciones y comparten un mismo espacio. Sin embargo, lo ocurrido refleja cómo los prejuicios raciales todavía se manifiestan en la vida cotidiana, perturbando la convivencia y evidenciando la necesidad de reforzar los valores de respeto y tolerancia.
La indignación no tardó en trasladarse a las redes sociales, donde numerosos ciudadanos rechazaron las expresiones racistas. Entre las voces institucionales, la Defensoría del Pueblo utilizó sus canales oficiales para fijar una posición clara y exigir acciones inmediatas.
Reacción de la Defensoría del Pueblo
La entidad señaló: “Rechazamos las frases racistas dirigidas por una ciudadana en un vehículo de transporte público e instamos a Fiscalía del Perú a iniciar investigaciones inmediatas en este caso”. Asimismo, recordó que la discriminación está tipificada en el Código Penal y puede sancionarse con hasta
La Defensoría añadió un dato relevante: hasta el 2022, el Ministerio Público registró 4.737 denuncias por discriminación a nivel nacional, de las cuales más del 38 % correspondieron a Lima. Sin embargo, solo en 25 casos se obtuvo sentencia firme y ocho resultaron absolutorias. “Ello evidencia que no se estaría cumpliendo con el fin sancionador establecido a nivel penal, por ello exigimos sanciones ejemplares en estos casos”, precisó el comunicado.
También pidió a la Autoridad de Transporte Urbano (ATU) que actúe dentro de sus competencias e impulse campañas que refuercen la importancia de denunciar actos racistas y discriminatorios. “Validar y no repudiar expresiones racistas implica no aceptar la diversidad y riqueza cultural que caracterizan a nuestro país”, sostuvo la institución.
Debido a la viralización del video y a la ola de críticas, la influencer Alejandra Argumedo optó por cerrar sus perfiles tanto en TikTok como en Instagram. Hasta el momento, la creadora de contenido no se ha pronunciado sobre el incidente del que fue protagonista, mientras que el programa de podcast Hinchas al Aire cerró temporalmente sus redes sociales.
Mecanismos de denuncia y orientación
El Ministerio de Cultura, a través de la plataforma Alerta Contra el Racismo, ofrece orientación a víctimas o testigos de este tipo de situaciones. En este espacio, las personas pueden recibir asesoría sobre cómo presentar una denuncia formal para que sea atendida por las entidades competentes. Además, el sistema facilita la coordinación para brindar apoyo psicológico y legal en caso de ser necesario.
La información recopilada permite también consolidar estadísticas oficiales que ayudan a visibilizar el problema del racismo y ajustar políticas públicas. Según lo establecido, las denuncias pueden abarcar diversos escenarios: desde la negativa injustificada de atención en un servicio, hasta agresiones verbales o físicas motivadas por razones étnico-raciales.
De acuerdo con las disposiciones vigentes, se consideran actos de discriminación situaciones como el trato diferenciado en instituciones públicas o privadas, restricciones para acceder a un bien o servicio, agresiones verbales en espacios cotidianos, o la negativa a brindar atención sin una causa objetiva. También se incluye la prohibición de prácticas culturales propias de comunidades indígenas, campesinas, amazónicas o afrodescendientes.
La normativa contempla, además, cualquier hecho que afecte derechos humanos y libertades fundamentales bajo un criterio étnico-racial. Esto busca garantizar que quienes enfrenten situaciones de exclusión encuentren mecanismos efectivos de defensa.
El episodio del Metropolitano no solo generó indignación por la agresividad de las palabras, sino también por lo que representa. Al normalizarse en espacios comunes, actitudes de este tipo generan un precedente negativo que afecta la convivencia. Lo ocurrido deja en evidencia que la lucha contra el racismo y la discriminación no se limita a sanciones legales, sino que requiere una respuesta integral donde participen instituciones, sociedad civil y los propios ciudadanos que no deben permanecer en silencio frente a expresiones de odio.