En la ciudad de Cerro de Pasco, a más de 4000 metros sobre el nivel del mar, un grupo de innovadores peruanos está utilizando inteligencia artificial (IA) e impresión 3D, para producir prótesis mecánicas y mioeléctricas a bajo costo, beneficiando a personas con discapacidad en regiones alejadas del país. Este esfuerzo es liderado por Miguel Ángel Borja Parra, fundador de MAKI Robotics, quien ha logrado convertir una idea innovadora en una solución tangible para mejorar la calidad de vida de muchos peruanos.
MAKI Robotics nació en el 20121, impulsando la necesidad de encontrar soluciones para personas con discapacidad, especialmente para un familiar cercano de Borja, quien motivado por esta experiencia, decidió iniciar un proyecto que integrara tecnología avanzada para mejorar la movilidad de personas con amputaciones.
El centro de operaciones de la empresa se encuentra en el Instituto de Educación Superior Tecnológico de Pasco, donde Borja estudió computación e informática y formó un equipo multidisciplinario compuesto por estudiantes y profesionales.
¿Cómo se desarrollan estás prótesis?
La iniciativa comenzó con la creación de prótesis mecánicas simples, pero rápidamente evolucionó hacia un desarrollo más sofisticado, como las mioeléctricas, que responden a los impulsos musculares de los usuarios. Su primer diseño fue creado en 2022 para Benjamín, un niño de Pasco que nació sin una mano. Después de varios intentos, el equipo de MAKI Robotics logró crear una prótesis funcional.
El proceso de fabricación está basado en la impresión y escaneo 3D. Las prótesis se diseñan de manera personalizada, adaptándose a la anatomía de cada paciente para garantizar un ajuste perfecto. Además, las que usan mioeléctricas están equipadas con sensores que interpretan los impulsos eléctricos de los músculos del usuario, permitiendo el control del movimiento.
“Cada prótesis es personalizada debido a la anatomía única de cada paciente y la diversidad de amputaciones, hasta la fecha hemos observado casi 12 tipos distintos de amputaciones, es por ello que venimos trabajando en dos tipos de prótesis: mecánica y mioeléctrica. La elección de la prótesis depende de la evaluación de la lesión y las necesidades del paciente”, señala Borja.
El fundador de MAKI Robotics explicó que la inteligencia artificial juega un papel clave en las prótesis mioeléctricas, pues los algoritmos de aprendizaje automático ayudan a interpretar los impulsos musculares y optimizan el rendimiento de las prótesis. Utilizando herramientas de programación como Python, las prótesis son capaces de ejecutar movimientos precisos, como cerrar y abrir la mano o tomar objetos, con solo los movimientos musculares residuales del usuario.
¿Cuál es el precio de estas prótesis?
Según Miguel Borja, la prótesis mecánica funciona aprovechando el movimiento residual del cuerpo, como el movimiento del codo o antebrazo. Estas prótesis son más robustas y económicas, con un precio que oscila entre 2.000 y 4.000 soles. Son una opción accesible para muchas personas, ya que no requieren de componentes electrónicos avanzados, lo que las hace más asequibles.
Por otro lado, las prótesis mioeléctricas utilizan sensores que interpretan los impulsos eléctricos de los músculos para controlar el movimiento de la prótesis artificial. Este tipo de prótesis es más avanzado y permite un mayor nivel de funcionalidad, ya que puede imitar mejor los movimientos naturales de la mano y los dedos. Sin embargo, requieren un mantenimiento más cuidadoso y su costo es más elevado, variando entre 4.000 y 10.000 soles.
Desafíos y procesos en el desarrollo
El desarrollo de las prótesis no ha sido un camino fácil. Borja recordó que, para Benjamín, el equipo construyó cinco versiones de la prótesis antes de lograr un diseño funcional.
“Las tres primeras no funcionaron como esperábamos, la cuarta versión no nos convenció y fue hasta la quinta que conseguimos lo que queríamos”, indicó Borja para la Agencia Andina.
No obstante, destaca que, este proceso de ensayo y error fue fundamental para aprender y mejorar la calidad de su producto, lo que permitió a MAKI Robotics expandir sus capacidades a prótesis de mayor complejidad, como las transhumerales y transradiales, que requieren un diseño más avanzado.
Compromiso con las comunidades
MAKI Robotics tiene un fuerte compromiso social y destina un porcentaje de sus ventas a la creación de prótesis gratuitas para personas en situación de vulnerabilidad.
“De las prótesis que nosotros vendemos, un 5% guardamos en un fondo hasta juntar un monto que nos permite desarrollar más prótesis, principalmente para casos en provincias alejadas. No somos ajenos a la realidad de nuestro país, muchas personas necesitan de esta tecnología”, señala el fundador de MAKI Robotics para el citado medio.
La empresa informó que hasta la fecha se han creado 18 prótesis. De estas cuatro fueron vendidas y las demás se donaron con fines de experimentación y desarrollo.
Financiamiento y reconocimientos
Para continuar con su crecimiento, MAKI Robotics ha recibido apoyo financiero de diversas instituciones. Inicialmente, el equipo contó con la ayuda de la incubadora de la Universidad de Ingeniería y Tecnología (UTEC), que proporcionó orientación y recursos para dar forma a la empresa. Luego, la compañía minera Nexa financió la adquisición de equipos para mejorar la producción de las prótesis, permitiendo a la startup ampliar su capacidad de fabricación.
En 2022, MAKI Robotics participó en el programa ProInnóvate del Ministerio de la Producción y ganó un financiamiento de 60 mil soles, lo que les permitió adquirir impresoras 3D más avanzadas y escáneres 3D para personalizar aún más las prótesis y hacerlas más accesibles para los usuarios.
El esfuerzo de MAKI Robotics no ha pasado desapercibido. En 2023, la empresa fue galardonada con el primer lugar en el ’Desafío de Innovación y Emprendimiento’ (DIE Pasco), un reconocimiento que subraya el impacto de su trabajo en la comunidad y el potencial de la tecnología desarrollada en la región de Pasco.