El precio disparado de la vivienda en España hace que cada vez sean más los ciudadanos que se ven obligados a vivir en alquiler, hasta alcanzar este año el 25% del total de la población. Esta cifra ha crecido dos puntos porcentuales desde 2022, cuando la proporción de inquilinos se situaba en el 23%. Si se exceptúan periodos temporales excepcionales como 2021, cuando se registraron hasta un 26% de españoles viviendo en renta, justo en el periodo posterior a la pandemia, la tendencia histórica es creciente.
En la actualidad, el porcentaje de inquilinos es siete puntos superior al de 2018, cuando estos se limitaban al 18% del total, según datos del informe Radiografía del mercado de la vivienda en el primer semestre de 2025 realizado por Fotocasa Research, que muestran cómo en las dos últimas dos décadas, la opción de arrendar un inmueble ha ido ganando peso y el porcentaje de inquilinos ha ido creciendo de forma lenta pero firme hasta alcanzar el 25% actual.
María Matos, directora de Estudios y portavoz de Fotocasa, atribuye las causas de este crecimiento a los nuevos usos sociales, como más movilidad laboral y una mayor población concentrada en ciudades, y a razones económicas, como las dificultades para acceder a una vivienda de compra que sufren los jóvenes o las familias, algo que ha perdido fuerza entre los más jóvenes. “Todo ello ha fomentado un progresivo auge del alquiler que, poco a poco, nos acerca al promedio de nuestro entorno europeo, donde el porcentaje de inquilinos supera el 30% de media”, explica la experta.
Y eso, a pesar de que el precio del alquiler también se ha disparado en los últimos años hasta subir un 9,9% en el último año, según datos de idealista. Así, mayo cerró con un precio medio de 14,5 euros el metro cuadrado en renta en España, lo que supuso un nuevo récord histórico.
Más inquilinas que inquilinos
En cuanto al perfil de los nuevos inquilinos, la mayoría son mujeres, ya representan el 53% del total, un punto más que en 2024. Mientras que el promedio de edad de los demandantes de alquiler también ha subido este año, situándose en los 38 años, uno más que hace doce meses. Esta cifra significa que los potenciales inquilinos son ya solo tres años más jóvenes que los demandantes de una vivienda de compra. Un año más, el grupo de edad mayoritario entre los demandantes de alquiler sigue siendo el de 25 a 34 años, que representa el 31% del total, un punto porcentual más que el año anterior.
Estos datos reflejan, a juicio de María Matos, que existe una brecha cada vez más evidente entre quienes alquilan y quienes compran vivienda: “Observamos que el acceso a la propiedad se aleja progresivamente del perfil femenino, lo que aboca a muchas mujeres a permanecer en el mercado del alquiler. Por el contrario, la compra está protagonizada mayoritariamente por hombres con un poder adquisitivo más elevado”.
Considera que los inquilinos tengan ya una edad media de 38 años demuestra que el alquiler ha dejado de ser una etapa transitoria asociada a la juventud. “Cada vez más adultos se ven forzados a prolongar su estancia en el arrendamiento ante las crecientes dificultades para acceder a una vivienda en propiedad”, señala.
El 58% de los españoles son propietarios
A pesar del aumento de las personas que viven de alquiler, los propietarios de una vivienda en España ya alcanzan el 58% del total de la población. Desde Fotocasa matizan que no es lo mismo vivir en una vivienda de propiedad que ser propietario. Así pues, si se observa la población mayor de 18 años teniendo en cuenta este criterio, en 2024 había en España un 61% de propietarios, que se reparten entre un 28% de poseedores únicos y un 36% de copropietarios. Un año después, estas cifras han experimentado leves cambios: actualmente, un 58% de la población es propietaria de una vivienda, distribuidos entre un 29% de dueños únicos y un 32% de copropietarios.
Otro factor a tener en cuenta es que el número de propietarios aumenta entre las personas de mayor edad. Así, entre los mayores de 55 años predomina claramente la tenencia de vivienda en propiedad o copropiedad, con un 78% del total, ligeramente por debajo del 80% registrado en 2024. En cambio, esta proporción disminuye gradualmente en los grupos más jóvenes, alcanzando solo el 14% entre los menores de 25 años. Aun así, esta cifra representa una mejora de cuatro puntos respecto al 10% del año anterior.