El partido entre Leicester City y Southampton, perteneciente a la 35° jornada de la Premier League, trascendió en la grilla de partidos por una situación insólita dentro del campo de juego.
A los 25 minutos de juego, el árbitro David Webb, quien debutaba en un partido de la máxima categoría, chocó contra el delantero del Leicester, Jordan Ayew, y cayó tumbado al piso, sin poder reaccionar.
Ante este acontecimiento, Jamie Vardy, jugador del Leicester, se acercó a la zona donde estaba el árbitro, recogió su mano y tocó el silbato para detener el transcurso del juego.
A pesar de que el cuerpo médico pudo estabilizar al debutante referí, el mismo, 12 minutos después de reanudar el encuentro, decidió ser sustituido por el cuatro árbitro llamado Samuel Barrott.
Justamente Ayew, con quien chocó el árbitro y Vardy, el protagonista de la escena que se viralizó rápidamente en redes sociales, fueron los autores de los dos goles con los que el Leicester –ya descendido– venció al Southampton y sumó tres unidades para la estadística.
Sin tener el parte oficial de la lesión que sufrió David Webb, el árbitro se llevó todas las miradas en un partido intrascendente, donde ambos equipos solamente pujaban por quedarse el triunfo y engrosar su puntaje en una Premier League que ya tiene dueño: Liverpool.