
Las inundaciones en la provincia de Buenos Aires pusieron a gran parte del corazón agropecuario bonaerense contra las cuerdas durante todo este año por. Las fuertes tormentas que se desarrollaron en los últimos días dejaron a cinco millones de hectáreas afectadas que tendrán un impacto en la producción para el 2025 como para el 2026.
La brutal caída de agua, que comenzó sobre el fin del último verano y se acrecentó en la primavera, no solo dejó anegamientos en estancias que cambiaron sus paisajes de siembra por espejos de agua, sino que rompió los caminos, complicó el traslado de camiones, maquinaria y hasta dejó campos completamente aislados.
En ese sentido, los productores advirtieron que este año cayó el doble de agua de la que está prevista para la zona. Incluso, este fenómeno se dio luego de la sequía que afectó a gran parte de la zona núcleo durante el 2023 y que tampoco le dejó rendimientos al campo.

Pablo Ginestet, secretario de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP), señaló en diálogo con Infobae que el problema con las inundaciones es una sumatoria de cosas: por un lado, la gran cantidad de agua que cayó y, por otro, la falta de obras en la cuenca del Río Salado, uno de los principales canales de agua que atraviesa toda la provincia.
“Se juntan dos cosas. Falta y mantenimiento de obras y precipitaciones muy excesivas en toda la cuenca del Salado. Porque esto primero arrancó en algo más localizado, acá en la zona centro. Después, se siguió agrandando porque empezó a llover mucho más hacia el norte y también mucho hacia el sur de la cuenca. Ha llovido mucho, lo cual hace que toda la cuenca del Salado, desde arriba hasta abajo, se termine viendo afectada”, explicó.
El río Salado cruza toda la provincia de Buenos Aires, atraviesa más de 50 municipios y se trata de uno de los cauces más complejos debido a la poca profundidad que tiene y lo estrecho que es. Justamente, en la década de los 90 comenzó un trabajo para ampliar este canal y así evitar los anegamientos de estas localidades fundamentales para la producción bonaerense, ya que abarca cerca de 17 millones de hectáreas, lo que representan un 55% de la superficie provincial.

La obra en la cuenca del Salado es un mega proyecto que ya tiene más de 25 años en ejercicio y abarca una extensión total de 531 kilómetros, que fue dividida en cinco tramos. Principalmente, se busca un ensanche y profundización del río para aumentar su capacidad, con el objetivo de evitar desbordes y permitir así que las áreas alrededor, que suelen quedar anegadas, puedan ser utilizadas para la producción.
El objetivo de la obra es extender el cauce y llevarlo de 40 a 60 metros de ancho que tiene originariamente a 200 metros con una profundidad de cuatro metros. Hoy promedia 1 metro 80 centímetros de profundidad.
Con este marco, el tema pasó a estar nuevamente en el centro de la escena debido a la falta de avances en este proyecto durante el último año. Cabe remarcar que dichas obras se fueron haciendo desde que inicio este mega proyecto de forma conjunta entre el Gobierno Nacional y la Provincia de Buenos Aires.
Una primera parte del proyecto se realizó entre 1995 y 1996 con la creación del Canal 15 para la desembocadura del río, una corriente de agua que prácticamente no tiene pendiente. Baja 1 metro cada 10 kilómetros. Eso es un problema para el escurrimiento cuando hay inundaciones.
Luego, los trabajos sobre el río continuaron recién en 2004 con la primera etapa y se alcanzó el fin de la tercera recién en el 2017, llegando así a 223 kilómetros trabajados de la cuenca que tiene una superficie de 170.000 Km2. Sin embargo, el conflicto comenzó con la paralización del cuarto tramo, que es el más extenso, con 212,3 kilómetros, que a su vez está subdividido en diferentes etapas.

Según pudo saber este medio, restan hacerse 33 kilómetros de obras en el tramo IV etapa 2 que incluye a los municipios de Roque Pérez, Lobos y 25 de mayo. De acuerdo a las proyecciones que hacían en el Gobierno bonaerense, estimaban que para mayo de este año iba a estar finalizada dicha etapa y esto permitía continuar con el resto de la iniciativa. Sin embargo, Nación cortó la financiación para que se haga el dragado de esta etapa en febrero de este año.
“Por medio del presente se comunica que con fecha 27 de febrero de 2025 se ha instruido a las Contratistas ‘CENTRO CONSTRUCCIONES SA y PENTAMAR SA. UTE’, ‘JOSE J. CHEDIACK SALCA, y ECODYMA EMPRESA CONSTRUCTORA S.A.’ y ‘DRAGADOS Y OBRAS PORTUARIAS SA y SABAVISA SA’ a cargo de la ejecución de los correspondientes tramos de la obra: ‘AMPLIACION DE LA CAPACIDAD DEL RÍO SALADO – TRAMO IV ETAPA 2′ para los SUBTRAMOS A, B y C a proceder con la neutralización del plazo de obra”, señala el escrito que se publicó a principio de este año y al que tuvo acceso este medio.

A partir de esto, desde el Gobierno de la provincia de Buenos Aires remarcaron que es necesario finalizar con las obras en esta sección para continuar con el resto del proyecto en el tramo 5 que está a cargo de la administración de Axel Kicillof y cuenta con financiación del Banco Europeo de Inversión (BEI).
Sin embargo, en Nación señalaron a este medio que las obras se reactivaron en septiembre luego de una reunión entre la Mesa del Enlace con funcionarios del Ministerio de Economía y cuenta con financiación propia para terminar con el dragado de estos 33 kilómetros. Incluso, la propia ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, lo afirmó el último sábado cuando visitó los municipios afectados por las inundaciones en medio del operativo que dispuso el Poder Ejecutivo en la zona.
“La obra ya arrancó. La etapa anterior se hizo en el gobierno del presidente Macri y ahora la cuarta arrancó en el mes de septiembre, ya van dos meses de ejecución”, señaló la flamante senadora electa ante los medios.
En tanto, Bullrich anunció a ampliar la asistencia a $1.900 millones, materiales y equipos. Allí, participó de una reunión con los intendentes María José Gentile (9 de Julio); Salvador Serenal (Lincoln); Franco Flexas (General Viamonte); Sergio Barenghi (Bragado); y Daniel Stadnik (Carlos Casares), acompañada del titular de la Agencia Federal de Emergencias(AFE), Santiago Hardie, y el Secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca, Sergio Iraeta.
Según se informó, las lluvias recientes “duplicaron lo esperado para esta época” y superaron los 500 milímetros, situación considerada histórica, ya que la última vez que se habían registrado precipitaciones semejantes fue en 1970.
“Hemos hablado de temas de corto plazo, como arreglar los caminos y problemas de mediano y largo plazo, que es la gran obra del (río) Salado, que es lo que podría canalizar el agua”, agregó la ministra.

Las obras en la cuenca del río Salado son uno de los proyectos más importantes del país y también representan un desafío a nivel mundial. Por ejemplo, para el Canal de Panamá se removieron 183 millones de metros cúbicos de suelo en 80 kilómetros de largo. Para el Canal de Suez, en Egipto, que fue la primera obra de excavación con máquinas mediante dragas, se removieron 50 millones de metros cúbicos de tierra en 163 kilómetros. Cuando finalicen las obras del Salado se habrán removido un total 219.151.883 metros cúbicos de tierra en más de 500 kilómetros.
Cabe aclarar que la particularidad que atraviesa la zona afectada por las inundaciones es que se trata de una superficie plana. Esto quiere decir que en condiciones naturales, el agua no se encauza, y toda vez que no haya una red de drenaje definida (ríos y arroyos), permanece en la superficie por grandes períodos de tiempo.
Un intendente de la zona aclaró que por más que se realicen las obras, si las lluvias continúan con este nivel de intensidad, las inundaciones y los anegamientos seguirán estando. En este marco, para este martes el Servicio Meteorológico Nacional emitió una alerta amarilla por tormentas para toda la provincia de Buenos Aires. Se espera que las primeras lluvias lleguen cerca del mediodía y se extiendan a lo largo de la tarde.
