Luego de que el fiscal Sebastián Basso, titular de la Unidad Fiscal de Investigaciones sobre el atentado a la AMIA, pidiera el miércoles por la tarde la captura internacional del líder espiritual iraní Ali Hosseini Khamenei para ser indagado y juzgado por los atentados en la Argentina de la década de 1990, Irán convocó al diplomático argentino en suelo iraní Mariano Jordan para condenar la petición y amenazó con iniciar acciones jurídicas.
La semana pasada, Basso le solicitó al juez Daniel Rafecas que se libre una orden de captura a Interpol por Khamenei, a quien calificó como el máximo responsable del ataque terrorista contra la mutual judía, al entender que fue él quien aprobó la realización del atentado de 1994. Se trata del líder supremo de Irán desde 1989 (tiene 85 años) y es la máxima autoridad religiosa del país.
El comunicado de Irán fue emitido por el director general de Asuntos de América de la Cancillería de ese país, Isa Kameli, quien le transmitió al argentino la “enérgica condena” de Teherán respecto al pedido de captura y al juicio en ausencia que Rafecas pretende llevar a cabo contra un grupo de iraníes acusados por el atentado.
Kameli consideró que las denuncias contra el líder supremo son “infundadas” y sostuvo que el avance en la causa y presentar cargos contra funcionarios iraníes es “una deviación en el proceso de investigaciones judiciales”. “El caso está politizado por la influencia de elementos afiliados al régimen sionista”, dijo el representante iraní, apuntando contra Israel, según informó el medio Teheran Times.
Además, el escrito difundido por Teherán insiste en que la Justicia argentina “viola los principios y normas fundamentales del derecho internacional relativos al respeto a la igualdad soberana y a la independencia política de los Estados” y aseguró que las autoridades argentinas deben “corregir el camino”, porque sino enfrentarían “consecuencias jurídicas y políticas”.
“La República Islámica de Irán se reserva su derecho legítimo de tomar las medidas necesarias y apropiadas de conformidad con el derecho internacional para proteger los derechos e intereses de Irán”, subraya el comunicado, según consignó la agencia EFE.
Tal y como publicó LA NACION, el juez federal Daniel Rafecas tiene decidido avanzar con el juicio en ausencia en breve y ya dio intervención a las querellas y a la defensoría oficial. El juicio en ausencia es posible merced a una ley promovida por el Gobierno y la comunidad judía y aprobada hace un mes por el Congreso.
Entre los acusados están: Alí Fallahijan, Ali Akbar Velayati, Mohsen Rezai, Ahmad Vahidi, Hadi Soleimanpour, Moshen Rabbani, Ahmad Reza Asghari, Salman Raouf Salman, Abdallah Salman y Hussein Mounir Mouzannar.
Sin embargo, la fiscalía sumó a Khamenei, nombrado en los dictámenes de 2006 del fiscal Alberto Nisman, como el principal responsable, pero que nunca fue alcanzado por un pedido de captura por una suerte de inmunidad de los jefes de Estado.
Khamenei es una figura central en el sistema de gobierno iraní y Basso lo acusó de haber emitido una fatwa (orden ejecutiva) que habilitó la operación. Junto a las cabezas del régimen iraní, fue uno de los patrocinadores de una organización armada que actúa de manera clandestina fuera de las fronteras del territorio libanés vinculada al movimiento Hezbollah, que ha realizado atentados terroristas, entre ellos, el del 18 de julio de 1994, de acuerdo con la investigación.
“El patrocinio de la lucha armada de Hezbollah fuera de El Líbano por parte de la organización política que rige los destinos de Irán fue, y sigue siendo, el principal sostén de dicha asociación criminal”, escribió el fiscal Basso.
“Desde siempre y al día de la fecha Khamenei es el principal sostén de grupos que poseen capacidad militar como Hezbollah”, dijo el fiscal en su acusación. Remarcó que “designó nada menos que al propio secretario general de la agrupación terrorista como su representante en El Líbano” y que “todo en Irán, en lo referente a la política exterior y uso de la fuerza, pasa por su decisión”.
Basso dijo que antes se había considerado que Khamenei tenía inmunidad, pero que “un análisis sensato de la cuestión” ahora “no permite sostener una inmunidad de esa naturaleza frente a su responsabilidad por un crimen de característica terrorista y de lesa humanidad”.