Teherán, 30 may (EFE).– Irán exigió este viernes una explicación oficial a Austria tras la publicación de un informe de inteligencia que acusa a la República Islámica de intentar desarrollar armas nucleares, acusación que Teherán tachó de “infundada”.
“Es una acusación falsa e infundada, elaborada únicamente con el objetivo de crear un ambiente mediático contra la República Islámica de Irán y, por lo tanto, carece de credibilidad”, afirmó el portavoz del Ministerio iraní de Exteriores, Ismail Baghaei, en un comunicado.
Baghaei sostuvo que dichas acusaciones buscan influir negativamente en la opinión pública internacional y deslegitimar el programa nuclear pacífico de Irán.
El informe de inteligencia austríaco, publicado esta semana por la Oficina Federal para la Protección de la Constitución, sostiene que Irán busca reforzar su influencia regional mediante la obtención de armas nucleares y el desarrollo de misiles de largo alcance.
El diplomático iraní dijo que esta acción de la inteligencia austríaca desacredita al Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), que ha estado vigilando estrictamente el programa atómico de Teherán desde 2015.
Baghaei afirmó que Irán, como firmante del Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP), se opone a las armas nucleares y de destrucción masiva, y es un “firme defensor de la idea de liberar a la región de Oriente Medio de estas armas”.
El vocero criticó lo que calificó como una “doble moral” por parte de países europeos que, según él, guardan silencio ante el arsenal nuclear de Israel, mientras atacan “injustificadamente” a Irán.
Las acusaciones austríacas contra Irán se producen en medio de las nuevas negociaciones nucleares entre Irán y Estados Unidos, que comenzaron el pasado 12 de abril con la mediación de Omán, después de que el presidente estadounidense, Donald Trump, llamara a Teherán a negociar un acuerdo y amenazara con un ataque militar en caso de no alcanzarse un pacto.
Al mismo tiempo, Trump ha reimpuesto la llamada «política de máxima presión» contra el país persa, que ya había adoptado durante su primer mandato (2017-2021), tras abandonar el acuerdo nuclear de 2015.
En respuesta a la salida de EE.UU. del pacto en 2018 y el restablecimiento de las sanciones, Teherán aceleró el enriquecimiento de uranio con una pureza del 60 %, muy cercano al 90 % necesario para fabricar armas nucleares.
En las conversaciones, las autoridades estadounidenses buscan frenar por completo el enriquecimiento de uranio en Irán, lo que el país persa considera una «línea roja».
Teherán asegura que solo aceptaría limitar su programa nuclear pacífico a cambio del levantamiento de las sanciones en su contra. EFE