No ha podido ser. A pesar de que Kiko Rivera e Irene Rosales parecían una pareja invencible tras superar incontables dificultades desde que comenzaron su relación en 2014 -como la ruptura del Dj con su madre Isabel Pantoja y su hermana Isa Pi, la muerte de los padres de la influencer, las adicciones del hijo de la tonadillera, o sus infidelidades públicas y reconocidas a su mujer-, la pareja ha decidido emprender caminos separados después de 11 años juntos y dos hijas en común.
Una triste noticia adelantada en su portada por la revista ‘Semana’ este miércoles y que el propio Kiko confirmaba esta misma mañana con un duro comunicado publicado en redes sociales en el que, reconociendo que ha sido una decisión muy difícil de tomar, sí era algo «necesario»: «Y en este caso, lo hacemos con respeto, con gratitud y con la certeza de que lo más importante seguirá siendo lo mismo: nuestras niñas». «A veces soltar es la mejor manera de cuidar lo que realmente importa. Lo vivido queda en el corazón, y lo que viene, aunque diferente, puede ser más sano, más real y más honesto» ha expresado a corazón abierto.
Una separación cordial, de mutuo acuerdo y en la que no ha habido terceras personas, de la que cada vez conocemos más detalles. Tal y como han revelado en ‘Vamos a ver’ la pareja tomó la decisión hace varios meses por un desgaste en su relación que había hecho que su convivencia se convirtiese en algo «insoportable», aunque decidieron esperar hasta ahora para que sus hijas viviesen un verano tranquilo.
Y al enterarse de que la noticia iba a salir a la luz en forma de portada de revista, Kiko habría abandonado el domicilio familiar de Castilleja de la Cuesta, Sevilla. Según el programa de Mediaset se llevó sus enseres en una furgoneta este mismo martes, y su intención -aunque ahora se estaría quedando en la casa de su mejor amigo y representante- sería la de no irse muy legos del hogar conyugal porque quiere seguir estando presente en el día a día de sus pequeñas.
El periodista Pepe del Real ha asegurado que la pareja llevaba varios meses haciendo vidas separadas y, aunque no ha habido terceras personas, Irene ha necesitado centrarse en sí misma en los últimos tiempos, ha ampliado su círculo social, hacía cada vez más planes en solitario y habría sido ella la que ha tomado la iniciativa de separarse. Una información que ha ampliado Alexia Rivas, que ha apuntado que la andaluza se sentía sola, Kiko no la acompañaba y llegó un punto en el que no podía más a pesar de todo lo que ha luchado por salvar su matrimonio.
Tras la marcha de Kiko de la casa familiar, en la que continúa la influencer con sus pequeñas, Irene se está refugiando en su familia y por el momento no se ha dejado ver ante las cámaras. Sobrepasada por la expectación que ha desatado su ruptura matrimonial, la sevillana permanece en su domicilio, donde ha recibido la visita de una de sus hermanas, Vanesa, uno de sus grandes apoyos en este durísimo trance.
Haciendo gala de la discreción que siempre ha caracterizado a la familia Rosales, la joven se ha mostrado de lo más esquiva con las preguntas de la prensa y, dejando claro que ella es anónima al contrario que su hermana, ha asegurado que no le corresponde pronunciarse sobre la ruptura: «Oye, por favor, no. A mí no me grabéis, por favor, que yo no soy personaje público. Por favor os lo pido. Soy la hermana de Irene evidentemente, pero una cosa no quita la otra. Por favor, os lo pido. Que hablen ellos» ha sentenciado.