JERUSALÉN.- El primer ministro israelí confirmó este miércoles que tras una oleada de ataques contra más de 670 objetivos, el Ejército mató a Mohammed Sinwar, presunto jefe del grupo terrorista palestino Hamas en Gaza y hermano del exlíder Yahya Sinwar, que fue asesinado en octubre pasado.
“Eliminamos a Mohammed Sinwar”, dijo Benjamin Netanyahu, durante un debate en la Knesset [Parlamento] que se lleva a cabo después de que la oposición obtuviera 40 firmas exigiendo la participación del primer ministro.
Hasta ahora, Israel no había declarado oficialmente que el líder de Hamas había muerto realmente después del ataque de las Fuerzas de Defensa de Israel a Gaza.
Mohammed Sinwar ascendió a la cúpula del grupo terrorista el año pasado, después de que Israel haya asesinado a su hermano Yahya en combate durante la guerra en curso en la Franja de Gaza.
Yahya Sinwar fue el cerebro del ataque de octubre de 2023 contra Israel que desencadenó la guerra y, posteriormente, fue nombrado líder general del grupo después de que Israel matara a su predecesor, Ismail Haniyeh, en Irán.
Suspensión de la ayuda humanitaria
La organización encargada de gestionar la distribución de ayuda humanitaria en la Franja deGazacon el respaldo de Israel y Estados Unidos anunció este miércoles una suspensión temporal de la entrega de suministros debido a los incidentes registrados esta semana en Rafah, en el sur del enclave palestino.
La Fundación Humanitaria de Gaza informó en un comunicado de que trabaja para garantizar la distribución de ayuda en el enclave y atribuyó los retrasos a las escenas de caos vividas en la víspera durante las colas en los distintos puntos de distribución.
Además, señaló que en dos de los cuatro centros que distribuyen ayuda están operativos y que proporcionarán alrededor de 840.000 comidas a la población gazatí. La organización también afirmó que puntos adicionales de entrega se abrirán pronto en Gaza.
Por otro lado, negaron las cifras de muertos y heridos durante el incidente registrado en la víspera, así como que se produjesen disparos dentro del recinto. “Ningún beneficiario resultó herido, no hubo pérdidas humanas y todos los alimentos disponibles se distribuyeron sin interrupciones”, resalta el comunicado.
Caos en el nuevo centro de distribución
Sin embargo, un vocero de la Oficina de Derechos Humanos de Naciones Unidas indicó que el incidente registrado en la víspera se cobró la vida de al menos una persona, mientras que otras 47 resultaron heridas.
En un confuso episodio, se abrió fuego contra una multitud que irrumpió en el centro de distribución de ayuda de Rafah, según afirmó el Ministerio de Salud gazatí este miércoles.
Multitudes de palestinos entraron por la fuerza en el recinto el martes tras derribar las cercas que lo rodeaban, donde se habían congregado miles de personas. Un periodista de la agencia Associated Press afirmó haber escuchado disparos de tanques y armas israelíes, y vio un helicóptero militar disparando bengalas.
Por el momento se desconocía si el deceso y las lesiones fueron causadas por fuerzas israelíes, contratistas privados u otros. La fundación indicó que sus contratistas militares no dispararon a la multitud, sino que “retrocedieron” antes de reanudar las operaciones de ayuda. Por su parte, Israel señaló que sus tropas en las inmediaciones realizaron tiros de advertencia.
El centro de distribución, ubicado a las afueras de Rafah, la ciudad más al sur del sitiado enclave palestino, fue inaugurado en la víspera por la Fundación Humanitaria de Gaza, que fue designada por Israel para hacerse cargo de las operaciones de ayuda.
La ONU y otras organizaciones humanitarias rechazan el nuevo sistema alegando que no podrá satisfacer las necesidades de los 2,3 millones de habitantes de la Franja y permite a Israel usar los alimentos como arma para controlar a la población. También advirtieron sobre el riesgo de fricción entre las tropas israelíes y quienes buscan suministros.
Los palestinos están desesperados por conseguir alimentos después de que un bloqueo israelí de casi tres meses dejó el territorio al borde de la hambruna.
“Lo que vimos ayer es un ejemplo muy claro de los peligros de distribuir alimentos bajo estas circunstancias”, dijo Ajith Sunghay, jefe de la Oficina de Derechos Humanos de Naciones Unidas para los territorios palestinos, a periodistas en Ginebra. El nuevo sistema “está exponiendo a la gente a la muerte y lesiones después de haber soportado 19 meses de esta brutal guerra”.
Israel sostiene que ayudó a establecer el nuevo mecanismo de ayuda para evitar que Hamas se apropie de los suministros, pero no proporcionó evidencias de un desvío sistemático y las agencias de la ONU afirman tener mecanismos para prevenirlo.
La Fundación Humanitaria de Gaza apuntó que estableció cuatro centros, de los cuales dos comenzaron ya a funcionar en la mayormente deshabitada ciudad meridional de Rafah. Están custodiados por contratistas de seguridad privada y tienen rejas que conducen a los palestinos hacia lo que parecen bases militares rodeadas de grandes terraplenes de arena.
Las fuerzas israelíes están estacionadas en las inmediaciones, en lo que Israel llama el corredor de Morag, una zona militar que separa la ciudad meridional de Rafah del resto del territorio.
La ONU y otros grupos humanitarios se negaron a participar en el sistema de la fundación y señalan que viola los principios humanitarios. Afirman que Israel puede utilizarla para obligar a la población a desplazarse al exigir que se trasladen cerca de los pocos centros de distribución o, de lo contrario, se enfrentarán a la inanición, lo que constituye una violación del derecho internacional.
El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, dijo el martes que “hubo una pérdida de control momentánea” en el punto de distribución, y añadió que “afortunadamente, lo controlamos”.
Repitió que Israel planea trasladar a toda la población de Gaza a una “zona estéril” en el extremo sur del territorio mientras sus tropas combaten contra Hamas en otros puntos. El mandatario prometió también facilitar lo que denomina como emigración voluntaria de gran parte de la población gazatí a otros países, un plan que los palestinos y otros consideran como una expulsión forzosa.
Agencias AFP, AP y Reuters