Quienes aman las plantas saben que, de vez en cuando, aparece una especie que rompe con lo conocido. No por su rareza extrema, sino por una combinación poco habitual de color, forma y presencia. Podríamos decir que esto mismo es lo que ocurre con el jengibre azul, una planta tropical que sorprende con flores de un azul profundo y tallos erguidos que parecen diseñados para llamar la atención.
Pero, a pesar de su nombre, no tiene usos en la cocina ni pertenece a la familia del jengibre comestible. Su encanto está en otra parte: en su porte elegante, su facilidad de cultivo y en el impacto visual que genera incluso en rincones sombríos. Y, como si fuera poco, también se le reconocen algunas propiedades medicinales.
La verdadera belleza tropical
A pesar de lo que su nombre puede confundir, el jengibre azul no es un tipo de jengibre ni tiene usos culinarios. Su nombre científico es Dichorisandra thyrsiflora, y pertenece a la familia de las Commelináceas, muy distinta de la familia de las zingiberáceas (de la cual sí pertenece el jengibre tradicional). Pero no todo son diferencias, ya que lo que sí comparten ambas especies es su crecimiento a partir de rizomas y un porte exótico que las hace irresistibles para jardineros y amantes de las plantas tropicales.
Originaria de las selvas húmedas de Brasil, esta planta perenne conquista con sus largas espigas florales de un azul profundo, casi violeta, que pueden alcanzar hasta 20 centímetros de largo. Las flores surgen en racimos densos, abriéndose gradualmente desde la base, lo que permite que su floración se extienda durante varias semanas. Además, sus hojas grandes, lanceoladas y brillantes, dispuestas en espiral sobre tallos carnosos, aportan un atractivo visual incluso cuando no está en flor.
Cultivo sencillo y gran impacto visual
El Dichorisandra thyrsiflora puede cultivarse tanto en exteriores como en interiores bien iluminados, lo que la hace una favorita entre los amantes de las flores. Aunque prefiere los climas cálidos y húmedos, también puede crecer en zonas subtropicales si se protege de las heladas. Súper versátil, tolera sombra parcial y requiere riegos frecuentes, pero siempre en suelos bien drenados. En condiciones adecuadas, se multiplica fácilmente por división de rizomas o por esquejes, lo que permite propagarla sin dificultad y convertirla en un clásico del jardín tropical o del balcón selvático.
Una de sus grandes ventajas es su capacidad de adaptación: en exteriores puede alcanzar más de un metro de altura y florecer desde fines del verano hasta bien entrado el otoño. En interiores, crece con un porte más compacto, pero no pierde su atractivo ornamental. Ideal para quienes buscan una planta llamativa pero no exigente, el jengibre azul puede convertirse en una pieza central del diseño verde de cualquier espacio.
¿Tiene propiedades medicinales?
El jengibre azul (Dichorisandra thyrsiflora) no es una planta culinaria, pero en varias tradiciones populares se le atribuyen propiedades medicinales. Según fuentes etnobotánicas, se utiliza como emoliente, diurético y anti-reumático en la medicina tradicional de Brasil. Además, algunos sitios de jardinería dedicados a plantas exóticas sostienen que esta especie se usa en tratamientos caseros para aliviar la fiebre, los resfríos y problemas digestivos.
En cuanto a evidencia científica, aunque la Dichorisandra thyrsiflora carece de estudios clínicos específicos, investigaciones realizadas en plantas cercanas dentro de la familia de las Commelináceas indican que los extractos de hojas y flores pueden tener efectos antimicrobianos, antioxidantes y antiinflamatorios. Por ejemplo, un estudio encontró que extractos de especies similares presentan actividad antimicrobiana y antioxidante, sugiriendo potencial uso contra infecciones y el estrés oxidativo. En otras plantas de uso tradicional se encontraron compuestos que promueven la reducción de inflamaciones y alivio de síntomas de resfríos, reforzando una línea de trabajo que podría aplicarse al jengibre azul .
Por esto es fundamental saber que, por ahora, toda esta evidencia debe considerarse como preliminar y requerirá estudios más específicos con Dichorisandra thyrsiflora para confirmar su eficacia y seguridad. Mientras tanto, su principal valor sigue siendo ornamental, aunque su uso en infusiones o cataplasmas domésticos forma parte del saber popular brasileño.