Jessica Newton, directora del certamen Miss Perú y responsable de la preparación de las ganadoras peruanas María José Lora y Luciana Fuster, se pronunció ante la polémica que ha sacudido al concurso de belleza Miss Grand International.
En una entrevista para el programa ‘América Hoy’, Jessica Newton prefirió mantenerse al margen de las controversias generadas por las recientes denuncias de maltrato formuladas por Rachel Gupta, Miss Grand International 2024.
La empresaria dejó claro que nunca ha tenido problemas con Nawat Itsaragrisil, fundador del certamen, y que por ello no le corresponde emitir una opinión negativa sobre la organización.
“Yo con la gente del Miss Grand no he tenido nunca ningún problema, así que me voy a mantener al margen de cualquier cuestionamiento porque no me parece correcto que la gente opine cosas sobre cosas que no conoce”, afirmó Newton.
Este pronunciamiento adquiere relevancia porque Jessica Newton ha acompañado a las peruanas María José Lora y Luciana Fuster, quienes lograron coronarse en este certamen. Además, la empresaria compartió tiempo con ellas tras sus reinados, lo que le otorga una perspectiva cercana y valiosa sobre el concurso.
Ganadoras peruanas del Miss Grand en la mira
La reciente renuncia de Rachel Gupta al título de Miss Grand International 2024, acompañada de denuncias por maltrato, abandono y explotación comercial, ha generado un gran revuelo mediático y un intenso interés en conocer la opinión de las peruanas que han ganado el certamen: María José Lora y Luciana Fuster.
María José Lora, primera peruana en alzar la corona en 2017, se pronunció con un tono moderado y reflexivo en una entrevista para el programa ‘América Hoy’. “Hay algunas cosas que está diciendo Rachel que sí, puede que sean ciertas”, comentó. La modelo reveló que durante su reinado en Tailandia trató de mantenerse activa y enfocada en diversas actividades para no caer en la inactividad.
Respecto al respaldo económico, indicó que recibía una mensualidad para cubrir sus gastos básicos, pero reconoció que “sí había cositas que a veces no me han gustado o que me he quejado”.
En referencia a la situación de Rachel Gupta, lamentó la experiencia y apuntó que tal vez “ella no ha estado preparada mentalmente para lo que es ser Miss Grand”.
Por su parte, Luciana Fuster, ganadora en 2023 y figura cercana a la organización, ha optado por mantener silencio frente a las denuncias, evitando emitir comentarios públicos hasta el momento, a pesar de la expectación que su postura genera.
La polémica salida de Rachel Gupta
La controversia surgió tras la renuncia de Rachel Gupta al título de Miss Grand International 2024. La modelo india anunció su decisión en la madrugada del miércoles, mediante un mensaje en Instagram en el que expresó: “Es con profundo pesar que comparto esta noticia: he tomado la decisión de renunciar al título de Miss Grand International 2024 y devolver mi corona”.
Rachel Gupta recordó con emoción el momento en que fue coronada y recibió la banda de manos de Luciana Fuster, destacando que “fue uno de los sueños más preciados de mi vida, y me llené de esperanza y orgullo por representar a mi país y hacer historia”.
Sin embargo, la felicidad pronto se tornó en desilusión, pues Rachel Gupta denunció un ambiente hostil marcado por incumplimientos, maltrato psicológico y un entorno tóxico. En un extenso video, detalló las difíciles condiciones en las que vivió durante su reinado, incluyendo alojamiento precario, aislamiento, presiones para mantener una imagen extrema y falta de apoyo económico.
Además, acusó a la organización de tener un sistema de votación injusto y de amenazarla cuando intentó expresar sus quejas. “Me trasladaron a una casa deteriorada, lejos de la ciudad, sin transporte, sin comida ni elementos básicos para cocinar. Estaba completamente sola”, relató.
La ganadora del Miss Grand International 2024 contó que “firmar el contrato fue como tener una pistola en la cabeza” y denunció que “no se podía hablar de ningún problema sin recibir amenazas”.
Gupta criticó el uso comercial de su imagen, al ser forzada a promocionar productos de baja calidad en redes sociales, mientras sus propuestas filantrópicas eran ignoradas. “No me sentí reina, me sentí una vendedora. Nos hacían vender productos baratos y de mala calidad en TikTok”, afirmó. A pesar del temor a represalias, defendió su decisión de renunciar, calificándola como “un acto de fuerza” y “honestidad”.