Amán, 3 ago (EFE).- Jordania condenó enérgicamente como «provocativa» y «violación» la visita realizada este domingo por el ministro de Seguridad Nacional de Israel, el ultranacionalista Itamar Ben Gvir, a la Explanada de las Mezquitas en Jerusalén este, ocupada por Israel en 1967.
En un comunicado, el ministerio de Exteriores del reino hachemí consideró que la visita de Ben Gvir es una «flagrante violación del derecho internacional, una provocación inaceptable y una escalada condenada».
El portavoz del citado departamento, Sufian al Qudah, insistió en que Israel «no tiene soberanía sobre la bendita Mezquita Al Aqsa», y reiteró el «rechazo absoluto y la enérgica condena del reino a las continuas e inaceptables incursiones del extremista ministro Ben Gvir» al complejo, el tercero lugar más sagrado del islam después de los de La Meca y Medina.
El ministro ultraderechista israelí acudió a este lugar con motivo de Tisha B’Av, día de ayuno judío que conmemora la destrucción de los dos templos judíos que, según la tradición, se ubicaban en ese sitio.
Allí, frente a la mezquita Al Aqsa, Bin Gvir pidió «la ocupación total de la Franja de Gaza», tras la difusión de nuevos vídeos por parte de grupos islamistas gazatíes que muestran a dos rehenes israelíes visiblemente desnutridos.
Aseguró también que Israel debe «declarar su soberanía sobre toda Gaza, expulsar a los miembros de Hamás y fomentar la emigración voluntaria», según un vídeo publicado en su cuenta de X.
El portavoz de Exteriores jordano advirtió en el comunicado sobre «las consecuencias de continuar con estas violaciones provocadoras e ilegales de los lugares sagrados islámicos y cristianos en Jerusalén».
Pidió a «Israel, como potencia ocupante, que detenga todas las acciones provocadoras del ministro extremista Ben-Gvir, que constituyen una continuación de la política del gobierno extremista israelí de continuar la peligrosa escalada, así como las medidas unilaterales en la Cisjordania ocupada y deje de violar la santidad de los lugares sagrados islámicos y cristianos en la Jerusalén ocupada».
Aunque Israel controla el acceso a la Explanada de las Mezquitas o Monte del Templo -donde se encuentra la mezquita de Al Aqsa-, el sitio rige un statu quo según el cual solo los musulmanes pueden rezar allí.
Los judíos pueden visitarlo también aunque en horarios limitados y sin realizar plegarias, una norma que Ben Gvir y otros sectores de la derecha israelí han desafiado en repetidas ocasiones al considerar que la Explanada de las Mezquitas es el lugar donde se erigieron, hace más de 2.000 años, el Primer y el Segundo Templo del judaísmo.
Por eso, el rezo judío se practica en el Muro de las Lamentaciones -ubicado en uno de los laterales de la Explanada-, como lo aconseja el Gran Rabinato de Israel, aunque en los últimos años, algunos rabinos alineados con el movimiento del sionismo religioso abogan también por rezar donde se levantó el Segundo Templo.
Para los palestinos e incluso para Jordania -país que custodia el lugar desde 1967-, ese cambio es más político que religioso y responde a un intento de judaización e israelización de todo Jerusalén. EFE