El Gobierno de Jordania ha condenado la aprobación por parte del primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, de un nuevo plan de asentamientos en Cisjordania y sus declaraciones «extremistas y racistas» sobre su rechazo a la posibilidad de que se establezca un Estado palestino.
El portavoz del Ministerio de Exteriores jordano, Fuad al Majali, ha dicho que esta decisión y sus declaraciones «suponen una flagrante violación del Derecho Internacional, socavan la solución de dos Estados y son un asalto contra el derecho inalienable del pueblo palestino a establecer su Estado independiente y soberano en las fronteras de 1967, con el Jerusalén ocupado como capital».
Así, ha expresado el «rechazo y condena absolutos» de Amán al plan de asentamientos, que prevé al construcción de más de 3.000 viviendas y, por tanto, dividiría Cisjordania en dos, separándola de Jerusalén Este, antes de insistir en que supone «una clara violación» de las resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, según un comunicado publicado por la cartera en su cuenta en la red social X.
Al Majali ha recordado que «Israel no tiene soberanía sobre los Territorios Palestinos Ocupados» y ha advertido contra el impacto de «las continuas políticas expansionistas del Gobierno extremista israelí y sus medidas ilegales en la Cisjordania ocupada», al tiempo que ha criticado a Netanyahu y varios de sus ministros por «incitar ciclos de violencia y conflicto en la región, amenazando la paz y la seguridad a nivel regional e internacional».
Por ello, ha reclamado a la comunidad internacional que «asuma sus responsabilidades legales y morales y fuerce a Israel y a su Gobierno extremista a detener su agresión contra Gaza, su peligrosa escalada en la Cisjordania escalada y las declaraciones incendiarias por parte de sus funcionarios».
«Pedimos a la comunidad internacional que dé la protección necesaria al pueblo palestino y que materialice su derecho legítimo a establecer un Estado independiente en su territorio nacional, ya que es la única forma de lograr una paz justa y exhaustiva que garantice la seguridad y la estabilidad en la región», ha apostillado.
Netanyahu afirmó tras firmar el plan para el asentamiento E1 que las autoridades israelíes «dijeron que no habría un Estado palestino y, de hecho, no habrá un Estado palestino». «Este lugar nos pertenece», manifestó, en medio del aumento de los reconocimientos internacionales al Estado de Palestina.
En respuesta, el portavoz de la Presidencia palestina, Nabil abú Rudeina, destacó que Palestina como Estado, con Jerusalén Este como capital, «es inevitable, de acuerdo con la solución de dos Estados y las resoluciones de legitimidad internacional», y ha reiteró que su establecimiento «es clave para la paz y la estabilidad de la región, ya que no puede haber paz ni seguridad sin él».
El citado plan recibió en agosto la aprobación final del Ministerio de Defensa. Se trata de un polémico plan urbanístico que abarca unos doce kilómetros cuadrados –denominada zona E1– y conecta Jerusalén Este con el asentamiento de Maale Adumim. La idea es duplicar su población con hasta 35.000 nuevos residentes para los próximos años.
Su construcción dividiría Cisjordania en dos, una al norte y otra al sur, haciendo casi imposible la creación de un Estado palestino conectado, tal y como el propio Smotrich se encargó de celebrar hace una semana cuando presentó el plan, ahora aprobado por un comité que depende del Ministerio de Defensa.