José Antonio Ocampo, exministro de Hacienda del Gobierno del presidente Gustavo Petro, realizó un análisis detallado sobre el comportamiento de la economía colombiana tras los primeros seis meses del año 2025.
En su columna de opinión publicada en El Tiempo, el exjefe de cartera indicó que el país ha logrado importantes mejoras en su balanza de pagos, inflación y empleo, pero enfrenta dificultades en sectores como la inversión, la construcción y la sostenibilidad fiscal, por lo que calificó esta situación como estar entre ‘luces y sombras’.
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Inicialmente, el exfuncionario hizo énfasis en lo que considera como ‘Luces’ como es el caso de la reducción del desequilibrio de la balanza de pagos, un tema que estuvo en riesgo al país en 2022, según Ocampo.
“Reflejaba el recalentamiento de la economía, ya que el déficit en cuenta corriente alcanzó el 6,0% del PIB, aun con altos precios del petróleo. El déficit se redujo al 2,2% en 2023 y se ha mantenido bajo desde entonces: el Banco de la República espera uno de 2,5% este año”, explicó el exministro de Hacienda en el citado medio de comunicación.
Para el académico colombiano, el ajuste en la balanza de pagos no se debe únicamente a una disminución de las importaciones, sino a un aumento en las exportaciones, especialmente de productos no tradicionales y café, que han compensado la caída en las ventas de petróleo y carbón.
“A este proceso se une el auge de las remesas, que pueden alcanzar en 2025 unos 15.000 millones de dólares, un nivel similar a las exportaciones de petróleo”, precisó.
Inflación y reactivación económica
Otro aspecto positivo destacado por Ocampo es la reducción de la inflación, que comenzó a descender a finales de 2023 y ha continuado esta tendencia, aunque de manera gradual.
“Esto ha permitido que el Banco de la República reduzca las tasas de interés, apoyando la reactivación. El crédito bancario experimentará en 2025 un crecimiento por encima de la inflación, en contraste con la caída que tuvo en 2023 y en menor medida en 2024. Además, la tasa de interés promedio de los créditos ha disminuido más que la de política monetaria”, indicó el exministro.
Del mismo modo, subrayó que el crecimiento económico también ha tenido un impacto positivo en el empleo en Colombia, al mencionar que, en el primer trimestre de 2025, el Producto Interno Bruto (PIB) creció un 2,7 por ciento, impulsado por sectores como el agropecuario, el comercio y la manufactura, señalando que este dinamismo ha llevado a que la tasa de desempleo sea la más baja en varios años.
“El empleo ha crecido dinámicamente y la tasa de desempleo es la más baja en varios años. Este proceso se ha dado por el dinamismo del sector privado, en ausencia de una política de reactivación, cuyo único elemento es el Pacto por el Crédito entre el Gobierno y el sector bancario”, sostuvo.
Las sombras de la economía colombiana
A pesar de estos avances, José Antonio Ocampo advirtió que persisten varias “sombras” importantes en la economía nacional.
Uno de los sectores más afectados es el de la construcción, que ha registrado una caída sostenida, al igual que la minería. Además, la inversión, tanto pública como privada, se mantiene en niveles bajos.
“La reactivación ha sido apoyada por el consumo. En contraste, la inversión permanece en niveles bajos: 17,6% del PIB en el primer trimestre del año, casi cinco puntos porcentuales inferior al promedio de la década anterior a la pandemia. Esta caída está asociada, sobre todo, a las menores inversiones en vivienda y otras edificaciones”, mencionó.
No obstante, el desafío más crítico, según Ocampo, es la situación fiscal del país, recordando que, el viernes 13 de junio, el Gobierno Petro dio visto bueno a un marco fiscal que, de acuerdo con el exministro de Hacienda, “implica que el déficit del Gobierno Nacional será del 7,1% del PIB y la deuda pública alcanzará el nivel más alto de la historia”.
Adicionalmente, el exfuncionario cuestionó que el Gobierno haya adoptado la cláusula de escape para suspender la regla fiscal, al considerar que no se perciben circunstancias excepcionales que lo justifiquen.
“Hay un relativo consenso en que la utilización de la cláusula de escape de la regla fiscal no tiene justificación, ya que no hay las circunstancias extraordinarias que permitan utilizar dicha excepción, como sí ocurrió durante la pandemia (…), el resultado será una deuda pública más costosa para el país, como ya se está evidenciando en las tasas de interés de los TES y los márgenes de riesgo del país en los mercados internacionales.”, señaló.
Finalmente, el exministro José Antonio Ocampo reiteró que existe riesgo de que el país podría perder grados de inversión en las grandes calificadoras del mundo.
“Como lo advertí en esta columna hace tres meses, habrá un deterioro de las calificaciones de riesgo, incluyendo la pérdida del grado de inversión con Moody’s, la única de las principales calificadoras que todavía nos lo otorga, y perderemos el acceso a la Línea de Crédito Flexible del FMI que hemos tenido desde 2009, es decir, al mejor mecanismo de financiamiento de dicho organismo, que se otorga únicamente a países con buen manejo macroeconómico”, puntualizó.