“Vivo a mi forma. Me encanta que me critiquen porque saca lo mejor de mí”. Juan Fernando Quintero siempre se ha mostrado auténtico, natural. Nunca quiso cambiar su esencia para impostar una imagen cercana al estereotipo de futbolista contemporáneo. Cada decisión y cada palabra lo han desnudado como una persona sensible, familiera, religiosa y alegre, ajena al frenesí del deporte moderno.
De Medellín a Buenos Aires, su mundo está en Sudamérica. Por eso no se arrepiente ni piensa por qué su talento no pudo desparramarse en Europa, o por qué ya jugó en 11 clubes a sus 32 años. No hay remordimientos. No hay culpas. Juanfer vive el momento, fluye y siente. Así juega y así elige: este miércoles tomó un vuelo desde Colombia a la Argentina para su tercer ciclo como futbolista millonario. Tan solo bastó un llamado con Marcelo Gallardo para acelerar su retorno. De 10 a 10. De entrenador a jugador. De padre a hijo. Una conexión diferente.
Todos los goles de Juanfer en River
“No busco la aceptación de nadie, no le debo nada a nadie, me puedo ver al espejo tranquilo. Y soy ganador desde niño, por eso analizo mi situación cada seis meses. Me gusta competir y ganar”. Así, tras un mes de descanso, Juanfer aterrizará en las próximas horas, pasará a la mañana por la revisión médica y firmará un contrato que se extendería hasta diciembre de 2028. En principio, se iba a tratar de un vínculo por un año y medio hasta diciembre de 2026, con una extensión por dos temporadas, pero la rúbrica ya podría establecerse a largo plazo, a la espera de una confirmación oficial.
“Creo que me quedan tres años más de carrera. Me gustaría retirarme en River y tengo claro que después de mi retiro, mi futuro va a ser director deportivo de River. Así lo siento y así va a pasar”, había declarado mientras se definía su salida de América de Cali, que finalmente no será a través de una rescisión de contrato. De acuerdo a lo que pudo averiguar LA NACION, el acuerdo entre River y América será de entre 2,2 y 2,5 millones de dólares para transferir al colombiano, que tenía vínculo hasta 2027, tras la compra de su pase en enero a Racing por una cifra cercana a los tres millones, en una operación en la que Juanfer resignó dinero para salir por la urgencia que requería el delicado estado de salud de su pareja Johana.
Pero más allá de un constante semestre futbolístico en su país natal, América de Cali no pudo hacerse cargo del oneroso contrato firmado, ya que el grupo empresario que se iba a hacer cargo de la mayor parte del salario no cumplió los plazos. Como la deuda con el jugador se seguía acrecentando, la directiva le comunicó que no iba a ser parte del proyecto y por eso River volvió a aparecer en su camino, más allá del “pacto” que el jugador hizo con Diego Milito, presidente de Racing, en el que acordó en diciembre pasado no regresar al Millonario en el corto plazo.
Juanfer asegura que era un acuerdo por seis meses, Racing dice que era por un año… lo cierto es que Quintero levantó el teléfono, habló con Gallardo, le comunicó su deseo de volver y tendrá su tercer ciclo en River después de un descanso en Miami, Estados Unidos, durante el último mes. Allí trabajó de manera particular con su preparador físico César Murillo para mantenerse activo, al no tener pretemporada, ya que no se reintegró a la plantilla de América.
Su último partido fue el 15 de junio, de los 21 que jugó en el primer semestre del año, con 19 titularidades, tres goles, cinco asistencias y 15 juegos en los que completó los 90 minutos. Un auspicioso promedio de 81’ por encuentro presenta a Juanfer en óptimas condiciones físicas, tras recuperarse de una distensión en el ligamento colateral medial de la rodilla izquierda a comienzos del mes pasado.
En su tercera etapa en River, el enganche alcanzará por primera vez los 100 partidos en un mismo club: lleva 97 encuentros con la banda roja, con 19 goles, 16 asistencias y cuatro títulos entre sus dos pasos anteriores (2018-2020 y 2022), pero solo con 41 titularidades y un promedio de 47 minutos por partido. Una carrera marcada por el talento y la intermitencia. Pero después del glorioso 9/12/18 en Madrid, Núñez y su gente serán siempre un arropo para él. Y Gallardo su “padre futbolístico y de vida”, como lo supo definir. Por eso vuelve, con la misión de aportar esa pincelada de talento que tanto le hace falta al equipo.
“No traten de entenderlo. Siempre fui feliz en River. Digan lo que digan solo tengo que agradecer a todo el mundo River. Acá tienen un hincha de por vida. Gracias y feliz año para todos”, había escrito tras su salida a finales de 2022 tras no acordar su continuidad luego de la despedida del Muñeco. Volvió el DT en agosto de 2024 y, tan solo menos de un año después, regresó el jugador al que MG alguna vez definió como “un futbolista que le despierta emoción”. Tendrá la número 10. Y la expectativa tan alta como la primera vez.