SANTOS.- No pasó ni una hora desde la calamitosa derrota de Santos, 6 a 0 ante Vasco da Gama, en el estadio MorumBIS, de San Pablo, donde el Peixe fue local, hasta que se decretó la salida de Cléber Xavier, director técnico hasta ese momento. Santos, un equipo con una historia gigante, que volvió la temporada pasada desde la Serie B, actualmente se encuentra apenas dos puntos por encima de la zona de descenso. Enseguida, Marcelo Teixeira, presidente del club albinegro, activó el “Plan A”; es decir, contratar a Jorge Sampaoli, con pasado exitoso en la institución durante la temporada 2019.
El martes por la tarde, 48 horas después de la fatídica caída ante Vasco, y mientras un grupo de torcedores invadía el Centro de Entrenamientos Rei Pelé para recriminarle a Neymar su llanto tras la derrota (“Si vos llorás, imaginate el resto”, le dijo un hincha al crack), las bases salariales y la llegada de un nuevo cuerpo técnico ya estaban acordadas entre Sampaoli y la dirigencia del Peixe. Sin embargo, en apenas unas horas, ese pacto se derrumbó.
A pesar de que las cifras estuvieron en línea con lo que esperaba Sampaoli, Santos decidió descartar su llegada después de escuchar “exigencias absurdas”. Por empezar, tema refuerzos. Según reveló ESPN Brasil tras hablar con el círculo de Teixeira, el casildense pidió un jugador titular en Sevilla y un delantero importante de un elenco que disputará la próxima Champions League; inversiones que, según los directivos del club del litoral paulista, “ni el propio Flamengo”, con su enorme poderío financiero, podría enfrentar.
Sin embargo, no fue necesariamente la discusión por los nuevos fichajes lo que hizo cambiar drásticamente de idea a la cúpula santista y sí los planes de Sampaoli de “borrar” del plantel a tres futbolistas de las inferiores del club, que son considerados como grandes promesas: el lateral izquierdo Souza, de 19 años, el volante Gabriel Bontempo (20), y el delantero Robinho Jr. (17), hijo de Robinho, aquel que brilló en Santos, Real Madrid, entre otros.
Además, el santafesino pretendía la salida del fisioterapeuta Luiz Alberto Rosan, responsable integral por la recuperación física de Neymar, quien es muy bien considerado en el club. Ese pedido fue el corolario de que las negociaciones no llegarían a buen puerto. Había que dar vuelta la página, el diálogo estaba roto.
Con la decisión tomada, fue Marcelo Teixeira Filho, hijo del presidente de Santos, quien se comunicó con Sampaoli y su entorno para explicarle que no seguirían adelante con las negociaciones, ya que el club no tenía condiciones de cumplirle sus deseos. Enseguida, se activó el “Plan B”; o, mejor dicho, los “Planes B” que, casualmente o no, eran otros tres argentinos: Juan Pablo Vojvoda, Ramón Díaz y Luis Zubeldía. Un poco más atrás, y con menos chances, corría Tite, el único brasileño entre los candidatos.
La posibilidad de Zubeldía, que en junio había sido despedido de São Paulo, picó en punta tras las negativas de Tite y Díaz, que decidió honrar su compromiso con Olimpia, de Paraguay. Por su parte, Vojvoda, despedido de Fortaleza tras cuatro años y dos meses de vínculo, período en el cual obtuvo grandes conquistas, había dicho que no firmaría con ningún club hasta la próxima temporada, ya que deseaba pasar el resto de 2025 junto a su familia, en Argentina.
Sin embargo, el panorama dio un vuelco el miércoles. La dirigencia santista se mostró sorpresivamente optimista tras una serie de reuniones con el DT nacido en General Baldissera, Córdoba, quien habría aceptado interrumpir su período sabático por la admiración que siempre tuvo hacia el club, su conocimiento de la historia de Santos y la confianza de que el plantel actual, liderado por Neymar. Además, cuenta con los argentinos Benjamín Rollheiser, Álvaro Barreal y Gonzalo Escobar, y dispone de material idóneo como para abandonar la incómoda zona que merodea el Z4 (grupo de cuatro descensos) del Brasileirão y posicionarse en la parte alta, con derecho a disputar alguna de las copas subcontinentales en 2026.
De todas formas, la decisión de Vojvoda de abandonar su descanso en el país y tras rechazar otras dos propuestas del fútbol brasileño, una de Argentina y otra de España, va mucho más allá de su aprecio por la historia de Santos. Antes de dar el sí, el entrenador cordobés realizó, a contrarreloj, un análisis minucioso del actual plantel y consideró que apenas algunos ajustes puntuales y un par de refuerzos, dentro de las posibilidades económicas del club, serán suficientes para revertir el momento del Peixe.
Tras el primer contacto de Santos, Vojvoda reunió a su cuerpo técnico varias veces. Según el portal Globoesporte, una de las sesiones duró más de seis horas. Algunos de esos encuentros incluyeron además a miembros del actual CT de Santos, encabezado por Matheus Bacci, hijo de Tite, que llegó a la Baixada Santista junto a Cléber Xavier.
Además de esas reuniones estrictamente vinculadas al potencial del actual plantel de Neymar y compañía, Vojvoda consultó a su familia sobre la posibilidad de retornar a Brasil, ya que, evidentemente, la decisión alteraría sustancialmente los planes que trazaron en conjunto tras la prolongada experiencia en Fortaleza.
Por último, antes de responder afirmativamente a la propuesta de Santos, el ex-Newell’s se comunicó con Marcelo Paz, CEO de la SAF Fortaleza, para pedir referencias sobre Teixeira y su entorno. Las impresiones fueron positivas. Cabe destacar que, a pesar de la intención de objetividad que pueda haber tenido Paz, ambos dirigentes guardan una excelente relación.
El perfil ponderado y equilibrado de Vojvoda, un “producto” más que probado en el fútbol brasileño, y su capacidad de adaptarse a las herramientas de las cuales dispone, sin realizar pedidos mirabolantes (milagrosos), fueron los factores que determinaron la unanimidad entre los tomadores de decisión del Peixe. En ese sentido, el DT argentino no es visto como una “apuesta”, ya que en Vila Belmiro entienden que puede replicar el éxito que consiguió con el León de Pici donde, entre 2021 y 2025, conquistó tres campeonatos cearenses (estatal) y clasificó tres veces a la Copa Libertadores, en 2022 (primera vez en la historia del club), 2023 y 2025.
El equipo de Vojvoda
El contrato de Vojvoda con Santos será válido, inicialmente, hasta diciembre de 2026. El cordobés llegará acompañado de los ayudantes Nahuel Martínez y Gastón Liendo, el preparador físico Luis Azpiazu, el entrenador de arqueros Santiago Piccinini y el psicólogo, Christian Rodríguez. En principio, el argentino dirigirá su primer partido el 31 de agosto, contra Fluminense, de local, en Vila Belmiro. Sin embargo, este domingo viajará a Salvador en el avión privado del presidente Teixeira para presenciar el encuentro ante Bahía. En el Arena Fonte Nova, Bacci será el DT interino.
Eliminado de la Copa de Brasil, Santos tiene el Brasileirão como único objetivo hasta el final de la temporada. La misión de Vojvoda es, primero, abandonar las últimas posiciones del torneo; una vez cumplido ese objetivo, el Peixe pretende volver a las competencias internacionales. Después, en la pretemporada, el DT argentino podrá imponer sus formas y, seguramente, allí vendrán algunos cambios, con metas más ambiciosas.
Lo cierto es que el entrenador cordobés intentará volver a establecer un vínculo de largo plazo (en Fortaleza fue el segundo entrenador más longevo del Brasileirão, detrás de Abel Ferreira) en un club lleno de fantasmas y en un medio extremadamente cortoplacista como el fútbol brasileño, donde, ante el primer tropiezo, no se le reconocerán antecedentes ni se le perdonarán errores.