El centrocampista inglés del Real Madrid, Jude Bellingham, celebra tener «un muy buen sistema de apoyo» en su club de cara a esos momentos en los que se puede sentir «mal» y recuerda que ya «hay suficiente negatividad y presión en el deporte profesional como para no tener que buscarla» y que «todavía existe un estigma en torno a hablar de salud mental».
«En el Real Madrid tengo un muy buen sistema de apoyo de entrenadores, jugadores y personal con el que siempre puedo hablar si me siento mal. Nunca he estado en un abismo mental, pero he estado con gente que sí lo está, y es triste verlo. Prefiero ser el tipo de compañero con el que cualquiera puede hablar sobre sus problemas de salud mental», señala Bellingham en una columna para Laureus sobre este tema con motivo del Día Mundial de la Salud Mental.
El internacional, nuevo embajador de la Fundación Laureus, advierte que «de cara al futuro, es importante que el entrenamiento mental esté disponible en el deporte» y apela a «la confianza». «Cuando la tienes, sientes que puedes usarla para siempre, pero cuando no, puedes sentirte más bajo que bajo, como si tus pies y tu cuerpo no funcionaran. Estoy seguro de que hay maneras de intentar recuperar la confianza, pero esencialmente se obtiene a través del rendimiento, así que es casi una paradoja», apunta.
Por ello, «siempre» intenta «mantener alta» su confianza. «Ya sea reconfortándome o aceptando el hecho de que no completaré todos los pases, no superaré a todos los jugadores ni marcaré y ganaré todos los partidos. Cuanto más cómodo te sientas con eso, más cómodo te sentirás sabiendo que no eres perfecto», remarca el madridista.
Bellingham recuerda que cuando era joven en el Birmingham solía «leer todo» lo que se publicaba sobre él en ‘Twitter’ (ahora ‘X’). «Pero incluso si los comentarios eran positivos, enseguida decidí: ¿Por qué debería dejar que la opinión de desconocidos validara mi opinión sobre mí mismo? Creía ser un buen jugador antes de leerlo en Twitter, así que ¿qué sentido tenía leer lo que decían otros?», subraya.
«Claro que, si me encontraba con comentarios negativos, tendría el efecto contrario. Así que, de nuevo, me pregunté: ¿Por qué estoy poniendo eso en peligro mi salud mental?», prosigue, recalcando que «hay aspectos de las redes sociales que son muy valiosos para un deportista» como es la interactuación y el poder «ser honesto y auténtico con los aficionados». «Te da una gran idea de cómo te sientes en un partido o en tu día a día. Te ayuda a conectar más con la gente», indica.
«LOS COMENTARIOS NEGATIVOS NO ME AFECTAN, PERO PREFIERO NO LEERLOS»
Sin embargo, él mismo descubrió «de joven», que igualmente «existe el elemento negativo» en las redes sociales que ha decidido «evitar». «Y conozco a muchos otros deportistas que también lo han hecho. Hay suficiente negatividad y presión en el deporte profesional como para no tener que buscarla. Ahora, cuando leo comentarios negativos, no me afecta, pero aun así prefiero no verlos», confiesa.
Lo que no duda el inglés es que «con el desarrollo de las redes sociales y la tecnología, hay más formas de atacar a alguien, de deprimirlo», y de que «todavía existe un estigma en torno a hablar de salud mental». «Sé que ha habido momentos en los que me he sentido vulnerable, he dudado de mí mismo y he necesitado a alguien con quien hablar; en cambio, he intentado mantener esa imagen de deportista macho de ‘no necesito a nadie’. La verdad es que sí, y todos lo necesitamos. Y te sentirás mucho mejor hablando de tus sentimientos y emociones», recomienda el centrocampista.
«Como deportistas, parece que tenemos el mundo a nuestros pies o manos, que podemos hacer lo que queramos, ganar mucho dinero y que nunca nos afecte. Pero la realidad es que si podemos mostrar vulnerabilidad, se abre una conversación más amplia para quienes luchan en la oscuridad. Es deber de personas como yo, y de las posiciones que ocupamos, ser modelos a seguir», prosigue el jugador del Real Madrid.
Este sigue pensando que «los deportistas son vistos como personas que deberían callarse y aceptarlo, lo cual es una perspectiva anticuada». «El cariño que recibe un deportista es extraordinario, pero por cada persona o personas que te quieren, hay otras que te desprecian por el equipo en el que juegas o por algo que has hecho. Ese odio puede ser muy duro para los deportistas y puedo empatizar de verdad con quienes tienen problemas de salud mental», resalta.
«Todos tienen derecho a opinar sobre el deporte, pero debería haber límites a las cosas horribles que se pueden decir. No sé cómo se puede limitar eso en las redes sociales, pero creo que la red de apoyo que rodea a los deportistas es importante», expresa Bellingham.
Finalmente, para este, «el fútbol, y el deporte en general, atrae a las personas de forma natural». «Te dan ganas de hablar, reír y llevarte bien con los demás; luego, de repente, descubres que has hecho un amigo y tienes a alguien con quien hablar cuando algo no va bien en tu vida. Ese es el poder del deporte, y es una de las razones por las que quise convertirme en Embajador Laureus. Laureus comprende la capacidad del deporte para transformar la salud mental y física de las personas y construir una sociedad mejor. Quiero formar parte de eso», sentencia.