Javier Milei no se apartó del libreto. En el tono algo más mesurado que adoptó tras la derrota electoral bonaerense, aprovechó la presentación de un libro (“Cambió la música”, del economista Salvador Di Stefano) para repasar los logros de su gobierno en los dos años que lleva de gestión y acusar a la oposición de todos los problemas que enfrenta hoy. «Tenemos un Congreso que, por una mayoría circunstancial que lograron construir, desde febrero o marzo están torpedeando al Gobierno, y eso obviamente que tiene consecuencias en el riesgo país», argumentó, en un típico discurso de campaña, pero en un acto privado. Es cierto que el libro de Di Stefano, un admirador suyo, habla un poco de eso.
La confusión de roles se hizo evidente cuando el autor le hizo notar que tenían que terminar: “Tenemos que ir cerrando por el tiempo, así que agradecerte enormemente, Presidente, que estés acompañándonos, que….“. Milei lo interrumpe: ”No, no vine en rol de presidente, porque estoy de civil». “Bueno, Javier…”, se corrige Di Stefano. El Presidente sigue como si no hubiera escuchado la deferencia, mientras muestra su campera de cuero y sus botas: “Vine en rol de….casi que….bueno, el lunes también voy a estar vestido de rockstar“, dice, promocionando la presentación de su propio libro el 6 de octubre. Aclarar su supuesto rol “civil” fue el argumento que usó para separarse del caso $LIBRA.