El jurado de Enjuiciamiento resolvió por unanimidad que incurrió en conductas incompatibles con la función judicial durante el juicio por la muerte de Maradona
A pocas horas de ser destituida por decisión unánime del Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados, la exjueza Julieta Makintach rompió el silencio y rechazó las acusaciones que motivaron su salida del Poder Judicial. “El documental no era mío”, aseguró en una entrevista televisiva, en referencia al proyecto audiovisual “Justicia Divina”, cuya realización durante el juicio por la muerte de Diego Armando Maradona fue considerada una grave irregularidad institucional.
Makintach negó haber buscado notoriedad o rédito económico: “No quiero ser actriz, fama ni plata”, afirmó. Según su versión, el material era apenas un “teaser” grabado antes del inicio formal del juicio, con el objetivo de conseguir financiamiento para una eventual producción. “Lo único que querían mostrar eran planos cortos míos indicando que yo era la jueza del juicio”, explicó.
La exmagistrada sostuvo que su participación fue mínima, que informó a sus colegas y que la entrevista se realizó un domingo, fuera del horario laboral. También aseguró haber consultado a una autoridad judicial antes de aceptar, quien le advirtió que “nada podía salir de su imagen durante el juicio”.
El jurado, sin embargo, consideró que su conducta vulneró los principios de sobriedad, prudencia y moderación exigidos a todo magistrado. La presidenta de la Suprema Corte bonaerense, Hilda Hogan, fundamentó su voto afirmando que Makintach “llevó adelante conductas alejadas de la función judicial”. El senador y conjuez Sergio Vargas fue más contundente: “Cuando se encienden las cámaras, corre peligro que el ego de un juez apague la justicia”.
Makintach también enfrentó acusaciones de su colega Maximiliano Savarino, quien afirmó haber sido engañado. Ella replicó que existe una denuncia contra él por falso testimonio y que habría eliminado mensajes clave. “No entiendo cómo alguien que no tiene nada que ocultar borra mensajes”, señaló.
La exjueza denunció haber sido blanco de ataques personales y mediáticos: “Publicaban fotos mías en bikini, decían que quería ser influencer. Y yo me quedé callada”. Rechazó además cualquier vínculo con supuestos intereses económicos: “Se habló de millones de dólares de la BBC. Entonces manchar a alguien es gratis”.
Con esta decisión, Makintach queda inhabilitada para ejercer cargos judiciales, mientras el caso deja planteado un debate profundo sobre los límites entre justicia, exposición pública y ética institucional.
