El exmayordomo real Grant Harrold dio a conocer detalles inéditos sobre el reencuentro de Kate Middleton y el príncipe William tras su ruptura en 2007. En una entrevista con Vanity Fair, reveló que una cena en la residencia de Highgrove House en 2008 fue fundamental para consolidar la relación de la pareja y anticipar su futuro en la familia real británica.
Harrold, quien trabajaba para el entonces príncipe Carlos, relató que William le solicitó apoyo para organizar una velada especial destinada al reencuentro con Kate.
En ese sentido, el exmayordomo explicó que la cena fue exclusivamente para la pareja y la describió como “un momento realmente especial”. Durante ese encuentro, ambos mostraron cercanía y atención hacia él, lo que permitió a Harrold observar una nueva dinámica entre los dos. El ambiente transmitía una complicidad inédita.
El significado de la reconciliación
En esa cena, Harrold percibió un cambio claro en la relación. Antes de la reconciliación, la interacción entre William y Kate era la de amigos, sin gestos afectivos. Tras retomar la relación, el vínculo se hizo evidente.
“Algo cambió y se notaba que eran una pareja. Desde ese momento, fue cuestión de tiempo”, explicó Harrold a Vanity Fair. Desde aquella noche, el exmayordomo estuvo convencido de que el matrimonio sería solo cuestión de tiempo, aunque ignoraba cuándo ocurriría.
La separación y el impacto mediático
La ruptura de 2007, reseñada ampliamente en la prensa británica, sucedió tras cinco años de noviazgo. El biógrafo Robert Jobson aseguró que William tomó la decisión de terminar la relación, comunicándolo a Kate por teléfono.
“William llamó para iniciar la ruptura, diciéndole que necesitaban ‘un poco de espacio’ para ‘encontrar nuestro propio camino’”, relató Jobson en declaraciones para Vanity Fair. El heredero expresó entonces su dificultad para comprometerse con el matrimonio.
La conversación, de 30 minutos, permitió que ambos reconocieran que estaban en “páginas diferentes”. Durante ese período, William se refugió en la vida social; según medios como The Guardian y The Sun, exclamó “¡Soy libre!” en un club nocturno de Mayfair antes de invitar a sus amigos a una ronda de bebidas.
La vida tras la ruptura y el reencuentro
La distancia entre la pareja se acentuó por las obligaciones militares de William, quien permanecía largas temporadas en Dorset por su formación como piloto de helicóptero.
Mientras tanto, Kate se quedaba en Londres, lo cual, según amistades citadas por la prensa, generó frustración en ella por la falta de atención. Imágenes de William con otras jóvenes y en fiestas alimentaron los rumores sobre la crisis de la pareja.
Tras la separación, Kate regresó temporalmente a la casa de sus padres y luego viajó a Dublín e Ibiza. En vez de evitar a los paparazzi, optó por proyectar una imagen de independencia y bienestar, mostrándose como una joven que disfrutaba de su libertad.
Meses después, ambos coincidieron en una fiesta organizada por un amigo en común. Según rumores compartidos por Vanity Fair, la reconciliación se selló en la pista de baile.
Una relación comparada con la de Isabel II y Felipe
Grant Harrold comparó la relación renovada de William y Kate con la de la reina Isabel II y el príncipe Felipe. El exmayordomo remarcó ante Vanity Fair que, además del amor, ambos eran mejores amigos que trabajaban juntos como un equipo. Esta complicidad resultó clave para superar dificultades y fortalecer su vínculo.
Actualmente, la pareja ocupa un lugar central en la monarquía británica. Con tres hijos —el príncipe George, la princesa Charlotte y el príncipe Louis—, William y Kate representan a la Corona y se preparan para asumir en el futuro el rol de soberanos.