Kenia López Rabadán, diputada del Partido Acción Nacional (PAN), inició su gestión como presidenta de la Cámara de Diputados con el compromiso de conducir los trabajos legislativos sin protagonismo ni confrontaciones. Enfatizó que su papel será garantizar el respeto a la pluralidad de posiciones y no generar debate desde la Mesa Directiva.
“Garantizo que el debate no surgirá desde la Presidencia, el debate se dará entre las posiciones y entre las propuestas. El protagonismo no debe ser generado por un presidente de un cuerpo colegiado”, declaró a medios de comunicación.
La legisladora señaló que su estilo combativo no definirá su desempeño como presidenta, ya que su conducción estará guiada por principios legales y éticos. En este sentido, se comprometió a respetar a todos los oradores, sin importar que no comparta sus planteamientos.
López Rabadán reconoció que su llegada a la presidencia de San Lázaro fue resultado de un proceso complejo, pero aseguró haber dado su palabra a los coordinadores parlamentarios de que actuará con apego a la institucionalidad. Subrayó que su reto central será que los 500 diputados se sientan representados en un entorno político polarizado.
La diputada indicó que su gestión deberá estar a la altura del momento político, ya que por primera vez la Presidencia de la República, el Senado y la Cámara de Diputados son encabezados por mujeres. Consideró que esta circunstancia obliga a reforzar la institucionalidad en la conducción legislativa.
Apego al reglamento y la normatividad parlamentaria
Sobre su desempeño, López Rabadán dijo que su respuesta será siempre con apego al reglamento y la normatividad parlamentaria. Precisó que los desacuerdos deben centrarse en posiciones ideológicas y propuestas, no en la dirección de la Mesa Directiva.
“El Poder Legislativo tiene un marco normativo claro, público, que los legisladores de todos los partidos conocen. Con institucionalidad, con apego a la ley y con honorabilidad estoy segura que no puede haber una discusión sobre la conducción”, señaló.
“La pluralidad política es nuestra mayor riqueza y, desde esta Presidencia, velaré para que todas las voces sean escuchadas con respeto y responsabilidad. En esta presidencia, el único protagonismo lo tendrá la palabra; la palabra libre y plural. Y porque creo en la palabra, en ello empeño la mía”, explicó en una publicación en su cuenta de X.
Finalmente, reiteró que el debate corresponde a los legisladores y no a la Presidencia de la Cámara: “Hay tiempos para debatir, y hay tiempos para dirigir. Ahora me toca dirigir”.