El líder de Corea del Norte, Kim Jong Un, ha defendido la necesidad de continuar modernizando las fuerzas convencionales y ha aseverado que durante el próximo Congreso del Partido del Trabajo de Corea (PTC) presentará una política armamentística enfocada en el desarrollo simultáneo de las fuerzas nucleares y convencionales.
Este enfoque busca consolidar un ejército poderoso que mantenga la seguridad nacional, que siga «a la vanguardia en la modernización de las Fuerzas Armadas convencionales, fiel a la línea del Partido de construir un Ejército poderoso», según recoge la agencia oficial de noticias norcoreana KCNA.
Kim ha destacado además la importancia de perfeccionar las capacidades de sus tropas especiales, haciendo hincapié en la pertinencia de un entrenamiento sistemático y la necesaria intensificación de sus actividades para mejorar la eficacia militar general.
Este anuncio se ha producido al hilo de la participación del líder norcoreano en una inspección detallada en los institutos de armas blindadas defensivas y armas electrónicas de la Academia de Ciencias de la Defensa, en un contexto en el que Pyongyang continúa ampliando su arsenal de armas convencionales, sin olvidar sus programas nucleares y de misiles balísticos, como respuesta a las constantes «amennzas» de Corea del Sur y sus aliados.
Durante su visita, según la misma agencia, Kim ha supervisado además los avances en el desarrollo de blindajes compuestos especiales y el sistema inteligente de protección activa para vehículos blindados, que actualmente se encuentra en la fase final de pruebas.
Asimismo, ha presenciado una prueba operativa integral de este sistema de defensa activa, que ha puesto de manifiesto una «alta efectividad» contra ataques frontales, laterales y superiores mediante disparos reales de misiles antitanque, evidenciando la capacidad de detección y la rapidez de respuesta de los lanzadores giratorios de proyectiles interceptores.
Anteriormente, Kim había visitado ya las fábricas nacionales de tanques para subrayar la importancia de reemplazar las armas blindadas obsoletas con modelos más avanzados, destacando esta tarea como prioritaria en la modernización del ejército.
El próximo congreso del PTC, evento fundamental que se celebra cada cinco años y que fue anunciado en junio pasado, se espera que detalle estas estrategias de desarrollo armamentístico y refuerce el compromiso del régimen con el fortalecimiento de sus capacidades militares en todos los ámbitos.