Casi una década después de haber sido víctima de uno de los asaltos más mediáticos de los últimos tiempos, Kim Kardashian ha vuelto a París para testificar en el juicio contra los responsables del violento robo que sufrió en octubre de 2016.
La estrella de reality shows, hoy de 44 años, declaró ante la corte, con lágrimas en los ojos, cómo vivió aquella noche en la que temió por su vida.
El 3 de octubre de 2016, durante la Semana de la Moda en París, la modelo y empresaria fue atacada en la suite del Hotel de Pourtales, donde cinco hombres armados y disfrazados de policías ingresaron, la ataron y la despojaron de joyas valorizadas en casi 10 millones de dólares. Entre ellas se encontraba su anillo de compromiso de 18.9 quilates, un regalo de su entonces esposo Kanye West, estimado en 4 millones de dólares.
Este martes, al comparecer ante el tribunal francés, Kardashian revivió ante los jueces el terror de esa noche.
Vestida con un traje negro, gafas oscuras y el cabello recogido, entró a la sala escoltada por su madre, Kris Jenner, y un séquito de seguridad. “Hola”, dijo en voz baja al juez, y agradeció a las autoridades por permitirle “contar su verdad”.
Según la prensa en el lugar, la empresaria relató cómo fue despertada por dos hombres que ingresaron a su habitación con el conserje del hotel esposado. “Me había quedado dormida solo con una bata puesta, estaba desconcertada”, contó.
Uno de los atacantes la arrastró sobre la cama, dejando expuesto su cuerpo desnudo, mientras la ataban. “Estaba segura de que me iba a violar”, declaró con la voz entrecortada. “Absolutamente pensé que iba a morir. Recé por mi familia y por mi hermana, que entraría y me encontraría, y que tuvieran una vida decente después de lo que vieran”.
Aunque nunca fue golpeada, Kardashian explicó que fue “levantada, arrastrada y arrojada contra el suelo”.
Describió que uno de los ladrones era “más bajo y corpulento” que el hombre que sostenía el arma. Inicialmente pensó que él intentaba calmarla: “Sentí que porque podía ver lo frenética que estaba, en ese momento parecía un padre… parecía que quería que supiera que estaría bien si me callaba”.
Sin embargo, la situación cambió rápidamente cuando los ladrones comenzaron a discutir en francés. “El mismo hombre que había sido paternal se volvió violento, pasó a agarrar agresivamente mi cuerpo desnudo”, relató.
El testimonio de su mejor amiga
Simone Harouche, estilista y amiga de la infancia de Kardashian, también testificó ante el tribunal. Harouche se encontraba durmiendo en otra habitación dentro del mismo complejo, en un piso inferior, cuando escuchó gritos desgarradores.
“Era un sonido que nunca había escuchado de Kim. Era terror”, afirmó Harouche, de 45 años, visiblemente afectada durante su declaración. “Lo que oí específicamente fue: ‘Tengo bebés y necesito vivir’. Eso es lo que ella seguía diciendo. ‘Llévense todo, necesito vivir’”
Harouche se encerró en el baño, desde donde contactó a Kourtney Kardashian y al guardaespaldas Pascal Duvier: “Algo está muy mal… Kim está arriba con hombres y necesitamos ayuda”, alertó.
Poco después, Kardashian bajó las escaleras con los pies atados con cinta adhesiva.
“Ver a mi amiga con una bata muy ligera, sin nada debajo, toda desarreglada, pensé que podría haber sido violada o muy violentada”, dijo Harouche. “Nunca la había visto así antes. Estaba fuera de sí, gritando: ‘Tenemos que salir, ¿qué hacemos si regresan? Tenemos que saltar, o tenemos que escondernos en el primer piso, tenemos que salir’”.
Ambas han padecido estrés postraumático desde entonces. “Esa noche cambió su vida para siempre”, señaló Harouche. “Ella era muy libre en ese momento y nunca pensamos que estar en una habitación de hotel significara que debíamos temer por nuestra seguridad”.
El juicio contra los “abuelos ladrones”
El proceso judicial, que comenzó el 28 de abril de 2025, se celebra en el tribunal penal central de París. En el banquillo de los acusados se sientan diez personas —nueve hombres y una mujer— con edades entre los 35 y 78 años. Algunos medios franceses los apodaron “los abuelos ladrones” por su avanzada edad. Dos de los acusados han admitido delitos menores; los otros ocho niegan cualquier implicación.
Uno de los implicados, Yunice Abbas, quien ya confesó su participación y escribió un libro titulado I Kidnapped Kim Kardashian (Secuestré a Kim Kardashian), pidió perdón a través de un mensaje de video.
Debido a problemas técnicos, el juez debió leer su declaración en voz alta, en la que solicitaba “perdón” por sus actos.
Según CNN, el juicio tomó varios años en iniciar, ya que fue retrasado en parte por otros casos mayores, como los atentados de París en 2015. Se espera que concluya el 22 de mayo, con un veredicto anunciado el 23. Si son hallados culpables, algunos de los acusados podrían enfrentar hasta 30 años de prisión.
