L-Gante visitó Almorzando con Juana, por El Trece, y se refirió abiertamente a la situación judicial y el conflicto que mantiene con Maxi El Brother, quien fuera su representante desde el inicio de su carrera. La entrevista permitió a Elián Valenzuela, tal como es su nombre real, poner en palabras el proceso personal y profesional que atraviesa en pleno recambio de equipo y etapa de vida.
Frente a una pregunta directa de Juana Viale sobre su cambio de rumbo, L-Gante reconoció: “Un año mío requiere como más de diez cambios… Lo vengo pensando, lo vengo pensando”. La charla derivó en la posibilidad de hacer una serie sobre su vida, a lo que él se mostró entusiasmado: “Me gustaría”. Cuando la conductora indagó sobre la ruptura profesional con Maxi luego de tantos años, el cantante explicó que la relación comenzó casi desde el inicio de su carrera, cuando “empezó a dar fruto todo lo que hacía desde la habitación en mi casa”, y continuó: “Seguimos trabajando, cumpliendo con los compromisos pendientes, pero diría hasta hace un mes ”.
Sobre su presente, L-Gante compartió: “Estoy en un momento en el que me estuve ocupando las semanas pasadas de anular todo tipo de gestión en mi nombre y en mi representación. Mi palabra es cumplir con todo lo que ha quedado pendiente. Y sí, entrar en una nueva fase, reacomodar el equipo nuevamente”. Explicó que sólo cortó relación con su manager directo y que mantiene a los productores y equipo de trabajo de los shows.
Juana le preguntó qué lo llevó, en definitiva, a tomar esa decisión. L-Gante analizó: “He pasado por varias etapas, buenas, malas, mucho de todo en un corto plazo. Tuve que hacer muchos cambios, muchas recaídas, pero más que nada psicológicas, esas recaídas que vos decís ‘No entiendo la situación que estoy, si será así como lo pienso o como me dicen algunos’ de mirarme al espejo y estar enojado conmigo mismo y llorar. Perdí el control varias veces de mi día a día, de las cosas de trabajo y personales, y de todo lo que uno tendría que gestionar por uno mismo, para mí, para mi familia. Haber perdido el control de varias cosas… en esta etapa se me acumuló mucho en la cabeza y dije: ‘Bueno, hasta acá’”.

Al consultarle Juana si sentía que Maxi El Brother lo había traicionado, L-Gante reflexionó: “No lo voy a calificar como una traición directa. Yo lo veía como un hermano, más que un amigo. Aposté mucho en el proyecto. L-Gante se convirtió en una empresa, una marca. Aposté y di todo mi esfuerzo, cada vez que faltaba en mi casa, cada vez que le faltaba a mi hija, cada vez que estaba alejado de las cosas más simples, lo que te hace ser un ser humano, como estar en un hogar”.
Al parecer el cantante de cumbia 420 hace tiempo que viene pensando en tomar cartas en el asunto: “Hace un año será que yo venía analizando la situación y soy muy de dejar pasar las cosas, que crean que estoy distraído para ver cómo avanzan ciertas partes. Y así estuve un año hasta hoy que de un día para el otro corté comunicación, no respondí más, no pregunté más nada. Me armé otro equipo de abogados, contador”.
“Siempre hubo una explicación para todo y muchas veces fui a buscar la explicación o una respuesta para tal. Pero como siempre hubo me iba del lugar pensando: ¿Será así o no? Pero cuando pasa que vas a preguntar lo mismo y no es la misma respuesta que la anterior…“, detalló el cantante.
“Hoy estoy reclamando lo que me corresponde, que es un millón y medio de dólares y un registro de lo que fue todos estos años de trabajo. Me vi en una situación de empleado, cuando debería haber sido el jefe de equipo”.

El cantante aseguró que ahora está acompañado por su hermano Yamil y su amigo Tomás, dos personas de confianza, y que su prioridad es elegir bien a quienes tenga cerca: “Siempre fui de ayudar a todos y guardarme a mí para lo último. Por eso quizá no tengo la propiedad a mi nombre, me olvidé bastante de mí. Pero todo el alrededor está en orden y eso me deja tranquilo. Yo me levanto con onda y me pongo a hacer todo lo que sea… Medio tarde, pero nos levantamos”.
Así, L-Gante resumió un año de crisis y transformación, compartiendo el aprendizaje que dejó una experiencia de éxito, desgaste y la convicción de priorizar el propio cuidado y la confianza personal en la nueva etapa profesional que comienza.
