La semana pasada, un residente de California se disponía a subirse a su auto cuando de repente se dio cuenta que había un papel pegado con cinta adhesiva en el vehículo. Al acercarse para leer la nota manuscrita se sorprendió al descubrir lo que había escrito en ella.
El mensaje advertía con urgencia: “Tienes una perra debajo del coche. 23/10, 19:00. Revísalo antes de salir”. Esta inesperada advertencia llevó al conductor a detenerse y comprobar cuidadosamente, evitando así una posible tragedia.
Al recibir la nota, la persona se arrodilló para comprobar lo que decía y, tal como se advertía, pronto se encontró cara a cara con un pitbull mestizo marrón y blanco. La criatura temblaba mientras estaba acostada en una cama improvisada debajo del coche. A pesar de los esfuerzos por convencerla de que saliera, la canina permanecía inmóvil.
Suzette Hall, reconocida rescatista de animales y fundadora de la organización Logan’s Legacy 29 en California, dio a conocer el caso a través de su página de Facebook para crear conciencia sobre el abandono animal y la importancia del rescate.
La perrita que recibió una segunda oportunidad
El buen samaritano dejó comida y agua para la cachorra, prometiendo regresar al día siguiente para asegurarse de que estuviera bien. Sin embargo, al volver por la mañana, se encontraron con un hallazgo desgarrador.
“A la mañana siguiente, alguien le había robado la cama, el único consuelo que le quedaba”, relató Hall. Desamparada y desesperada, la canina comenzó a vagar de puerta en puerta, recorriendo la cuadra en busca de su cama, de algo que le diera seguridad y familiaridad en medio de la incertidumbre.
Lamentablemente, no todos en el vecindario mostraban preocupación por el bienestar de la cachorrita. Tras perder su única cama, la perra desapareció repentinamente, sumergiéndose en la incertidumbre y el peligro de la calle.
Afortunadamente, muchas personas cuidaban de ella, entre ellas una mujer llamada Fátima. Al regresar a casa del trabajo, la chica decidió salir en su búsqueda y finalmente la encontró escondida debajo de una casa, buscando refugio al no tener dónde ir ahora que su cama había desaparecido.
Una vez localizada, Fátima contactó a Suzette Hall para que la ayudara. La activista ambiental llegó rápidamente y, sin dudarlo, colocó una trampa humanitaria con comida irresistible para atraer a la perra, quien salió de inmediato y entró en la trampa, hambrienta y confiada.
Hall llevó a la perra a su furgoneta y la condujo directamente a una clínica veterinaria. Allí, tras examinarla y confirmar que estaba saludable, el equipo veterinario descubrió un detalle muy peculiar en el pelaje, cerca de la base de su cola: un pequeño corazón perfecto. Fue entonces que Hall decidió llamarla Amour, un nombre que significa “amor” y que refleja la pureza y ternura de esta perrita que acababa de recibir una segunda oportunidad.
Un nuevo comienzo lleno de amor
La marca de nacimiento en forma de corazón que tiene Amour refleja a la perfección su dulce personalidad. Aquella noche, mientras la dejaban descansar en una cálida caseta, le hicieron una promesa muy especial: reponer el único objeto que realmente amaba.
“Siento mucha pena por ella”, escribió Hall en su publicación de Facebook. “Pero le conseguiremos una cama nueva y cómoda, una que sea solo suya y que nadie le podrá quitar jamás”.
Han pasado algunos días desde su rescate y la dulce perrita se está adaptando poco a poco a su nueva vida. Aunque aún busca un hogar definitivo, Hall está convencida de que pronto aparecerá la familia ideal para ella pero mientras tanto seguirá brindándole todo el amor y cariño que siempre ha merecido.
