Barcelona, 8 may (EFE).- La artista francocanadiense Kapwani Kiwanga ha ganado el Premio Joan Miró de arte contemporáneo en reconocimiento a «una trayectoria artística singular que combina investigación académica, comentario social y una gran capacidad para generar formas visuales complejas e innovadoras”, ha anunciado este jueves el jurado del prestigioso galardón.
El premio consta de una dotación de 50.000 euros y la oportunidad para el artista ganador de producir una exposición individual en la Fundació Joan Miró al año siguiente a la recepción del galardón.
Radicada en Europa desde hace más de dos décadas y antropóloga de formación, Kiwanga (Hamilton, Canadá, 1978) ha desarrollado una práctica interdisciplinaria que trata temas como la religión comparada y la antropología a través de varios formatos, como la instalación, la escultura, el vídeo y la performance.
Tras valorar una selección de artistas como Jumana Emil Abboud (Palestina, 1971), Arahmaiani (Indonesia, 1961), Bonnie Devine (Canadá, 1952) y Christodoulos Panayiotou (Chipre, 1978), el jurado ha decidido otorgar el premio a Kapwani Kiwanga, mientras ha celebrado la participación en el premio de todos los finalistas, cuyo trabajo “enriquece y honra esta distinción”.
Ann-Sofi Noring, miembro de la Real Academia Sueca de Bellas Artes, ha sido la encargada de anunciar a la artista ganadora, una decisión que, aunque “no fue fácil” para el jurado, este llegó a un consenso mayoritario para otorgar el galardón a Kiwanga, al apreciar su “extraordinario compromiso” y profundidad, cualidades que conectan directamente con los valores que caracterizaron la obra de Joan Miró.
Concretamente, Noring ha destacado especialmente «la precisión y el rigor» con el que Kiwanga formaliza procesos históricos y sociales que han configurado “las realidades contemporáneas”.
Kapwani Kiwanga ha asegurado por su parte que, a través del arte, puede explorar y explicar las cosas a su manera, y que el papel del artista en la sociedad contemporánea es, para ella, algo sencillo e importante, pues el arte permite pensar, y ella apuesta por la recreación y no por la plasmación estática en sus creaciones.
La obra de Kiwanga se ha podido ver en los principales centros de arte contemporáneo del mundo, como el el New Museum de Nueva York, el MOCA de Toronto, la Haus der Kunst de Munich, el Kunstmuseum de Wolfsburgo, el CAPC de Burdeos o el Museu Serralves de Oporto.
En 2024 representó a Canadá en la Bienal de Venecia, donde presentó la instalación ‘Trinket’ (Baratijas), una reflexión poética y crítica sobre el comercio global y los intercambios desiguales a través de la historia de las perlas de vidrio. EFE