A fines de 2021, en un contexto mundial convulsionado que comenzaba a salir de la pandemia por Covid-19, Lucila Storino y Juana Gallardo cruzaron sus caminos. De ese Big Bang nació Dum Chica: una dupla explosiva de bajo y voz con un tono furioso y auténtico, que lleva la irreverencia y el histrionismo como una de sus firmas, y que se convirtió en una de las bandas más provocadoras de la escena independiente local. Desde entonces, el proyecto no sólo creció en popularidad, sino que también se robaron la atención de Virgin Records, quienes apostaron en ellas para el lanzamiento de su segundo disco, Súper Premium Ultra, con el que buscaron redoblar su propuesta y seguir en búsqueda de la evolución de su sonido.
Este año fueron las encargadas de abrir los shows de The Cult en el Estadio Obras, participaron del Festival Lollapalooza con una performance que no pasó inadvertida y van esta noche por su segunda fecha en Niceto Club, tras agotar una en mayo. “Nos encanta tocar, creo que es lo que mejor nos sale, es realmente algo que está para no perderse. Más allá de que nos gusta meternos al estudio también, sentimos que somos una banda que representa muy bien lo que hace en vivo, así que siempre nuestro foco es ese”, comentan en diálogo con la nacion y anticipan que el show de eta noche será el último por un tiempo en Capital Federal para poner en marcha algo mas grande a fin de año.
–Cuando formaron la banda, ¿Cuáles eran las inquietudes y lo que estaban buscando?
Lucila: –Siempre hubo decisiones, nada se dio al azar, siempre hubo una decisión muy ambiciosa de hacer esto y defenderlo a muerte. Tenemos un universo musical que convive muy bien, escuchamos música muy distinta, pero que se complementa. Nuestros referentes se quieren entre ellos. La segunda noche que nos juntamos hicimos casi entero el primer disco. Temas como “Terremoto”, “Figuritas”, “Hooky”, “Veneno”, todo eso en una noche. Me pongo medio mística pero fue como algo que tenía que suceder porque no es fácil que te pase eso con alguien y que nazcan temas que sobreviven hasta hoy.
Juana: –Lucy siempre tuvo una visión, una proyección. Yo no. La verdad es que lo que me pasa con las bandas es que no pienso tanto en lo que puede pasar, pienso más en que tengo que componer la mejor canción de la historia del planeta.
Lucila: –Yo siempre la vi, porque también vi lo que funcionaba entre nosotras y dije, “Yo quiero salir a comerme el mundo”. Pero no por una cosa ególatra de que me estén festejando el show. Para mí el momento en vivo es algo tan compartido con el otro, como a nosotras nos emociona ir a ver bandas que nos gustan, que es algo con lo que todos somos felices. Mientras más seamos mejor y mientras nosotras más lo disfrutemos mejor también.
–Desde su primer disco Dum a Súper Premium Ultra, el segundo, se nota una evolución a nivel sonoro y compositivo, ¿Cómo fue la etapa de cada álbum?
Juana: –El primer disco tiene un estilo punk rock, con sus particularidades y con influencias protopunk, o sea, no Misfits, Ramones, sino Velvet Underground, por ejemplo. El segundo disco es más Black Sabbath.
Lucila: –Súper Premium Ultra fue un gran momento para después de lo que veníamos, que era un disco bastante grabado en vivo. Los temas ya los tocábamos hace un año, pero no los habíamos grabado, o sea, los pibes ya sabían las letras, pero no los habíamos sacado. Hay un gen Dum Chica desde el momento uno, no dejamos ese lado punky, por decirlo de alguna forma. No nos gusta definirnos como punk porque no vivimos de esa forma y no vemos la música así, pero tiene ese gen, sólo que es un poco más fino. Nuestra idea ahora es, sin perder ese gen que lleva la banda, ponernos cada vez más finas y que sea desde un lado extraño, pero que no deje de ser una canción. Cuando tenés música que ya salió, hay que redoblar la apuesta.
Juana: –Ahora tenemos unos temas nuevos para un tercer disco, que si bien son re hiteros tienen cosas en la melodía de la voz de Lucy o en el bajo que son muy interesantes y van a lugares más inesperados. Lo bueno es que es la primera vez que vamos a tener un disco hecho solamente por nosotras dos. Hay algo que nos pasa juntas de que nos potenciamos mucho artísticamente.
–¿De dónde salen las letras de las canciones? ¿Sobre qué les gusta transmitir mensajes?
Lucila: –Con las letras suelo armar un collage muy a lo generación Beat en mi cabeza, son situaciones que suceden. Después en mi inconsciente hay un montón de mensajes posibles. A mí no me interesa ir a la profundidad de expresar mis sentimientos y que todos sepan que acabo de pasar por una ruptura amorosa, simplemente porque creo que me parece más interesante abordarlo como algo con lo que todos podrían sentirse identificados y tener una visión distinta de lo que pasa. Más que una gran pensadora de mis sentimientos hago un collage de cosas que me suceden. Cuanto menos digas, más sentido tiene todo porque tiene más que ver con el otro, con el que recibe la canción que con mi corazón expuesto. Mi corazón expuesto está en el vivo, porque yo me destripo y no me importan las consecuencias, pero las letras son simplemente impresiones. Además, las letras tienen una función más musical, tiene que ver con la métrica, la siento más como un instrumento de la banda que como un significado profundo y metafórico de la canción.
–¿Tocar mucho en vivo tuvo que ver con ir encontrando otro sonido e ir transformándose como banda?
Lucila: –Sí, hay algo de tocar que te va haciendo mejor. Nosotras empezamos siendo medio pelo y ahora yo considero que sonamos muy bien. Pero no porque seamos virtuosas, sino que hay algo del complemento, de los tiempos y de la energía que te curtís por tocar. Tocar en lugares grandes, chicos, en lugares con un sonido malísimo que la tenés que remontar. Nuestra gran experiencia es haber tocado realmente tres veces por semana durante cinco meses sin parar en todo el conurbano, en otras provincias, en todos lados.
Juana: –No somos los Rolling Stones, pero hay experiencia. Estamos hace tres años y medio pero ya tuvimos dos bateristas, tenemos dos discos de estudio, nos firmaron dos sellos distintos, uno indie, el otro mainstream, llenamos un Niceto. Entonces, yo creo que la música no depende tanto de hace cuánto tenés tu banda, sino del CV que tiene, de las cosas que te pasaron en ese tiempo. Y a la banda le pasaron muchas cosas.
En el comienzo de la segunda jornada del último festival Lollapalooza, durante el show de la banda se pudo observar en las pantallas de uno de los escenarios principales la imagen del presidente Javier Milei con cuernos, colmillos y también sangre, para terminar… con la explosión de su cabeza. Esas visuales causaron una fuerte controversia en redes y Dum Chica tuvo salir a aclarar que el contenido había sido pura y exclusivamente responsabilidad del grupo.
–¿Cómo vivieron las repercusiones de eso?
Juana: –Fue muy divertido ahora que ya pasó. El otro día estaba en mi galería de fotos y encontré nuestras cabezas en estacas y me dio risa. En el momento obviamente te asusta la amenaza de muerte. Me acuerdo que caminábamos por la calle al día siguiente juntas y estábamos paranoicas. ¿Qué esperaban? ¿Que no hagamos nada? ¿Que nos quedemos calladas? Somos dos mujeres de veintipico de años en este país, es una banda de rock, nos estamos expresando y vivimos en un país donde hay libertad de expresión.
Lucila: –Dentro del universo visual de Dum Chica fue lo más Dum Chica que podíamos hacer. Nos parecía peor no decir nada que hacer lo que hicimos, de lo cual no nos arrepentimos ni nos vamos a arrepentir nunca. Nos bancamos todo lo que vino después, nadie nos apretó para hacer nada, nosotras salimos a hacernos cargo porque es la realidad. Lo mantuvimos y si el día de mañana tuviese que retroceder y hacerlo, lo haría 1500 veces más. Fue un momento fuerte para nosotras, no habíamos tenido ese nivel de exposición, pero no lo hicimos con esa intención de hacernos virales. También fue un momento que justo se dio para que seamos el punto clave y era obvio que iba a suceder, porque somos dos pibas que hacemos música que no es lo convencional, no somos hegemónicas. Realmente cualquier figura que atente contra los derechos humanos va a recibir este tipo de cosas. Creo que es nuestro lugar también hacerlo. Fue una decisión no salir a hablar porque nuestro fin no fue hacernos conocidas por esto. No íbamos a posicionarnos desde ese lugar, porque si no sigue siendo otra cosa lo que toma el protagonismo y no es eso lo que importa.