Pese a que atraviesa un momento híper crítico, el más difícil desde diciembre de 2023, el Gobierno ofrece gestos confusos. Por un lado, exhibe una apertura hacia el diálogo político. Por el otro, Javier Milei sigue intransigente con su rumbo y no abre la billetera ni cede con aspectos urgentes y sensibles de la gestión. De hecho, se acaba de publicar esta tarde el veto total a la ley de financiamiento universitario.
Esta actitud se pondrá en juego en las próximas horas, con la primera prueba política que debe atravesar la gestión libertaria luego de la dura derrota en la provincia de Buenos Aires. Esta semana vence el plazo para que el Poder Ejecutivo defina el futuro de otras leyes clave, sancionadas por el Congreso: la ley de emergencia pediátrica para volcar fondos al hospital Garrahan y la redistribución automática de Aportes del Tesoro Nacional (ATN), una iniciativa que fue impulsada por los 24 gobernadores.
Hasta ahora, en la sede de gobierno, distintos funcionarios aseguran que la decisión del Presidente es “vetar todo”. “Nos vamos a sentar a charlar. Pero no vamos a aceptar negociar con una pistola en la cabeza”, dijo a LA NACION un alto funcionario del riñón de Milei.
El veto a la ley de financiamiento universitario, conocido esta tarde, provocará la reacción del Congreso, que votó la norma con dos tercios, con lo cual estará en condiciones de insistir. Mientras que docentes, alumnos y sindicatos ya analizan la convocatoria a una marcha federal, que podría ser masiva.
El Gobierno tiene tiempo hasta última hora del jueves para vetar la ley Garrahan. Para vetar la ley de ATN, en tanto, el plazo vence a última hora del viernes.
Tres fuentes del Poder Ejecutivo ratificaron a LA NACION que “por ahora” el plan del Gobierno es firmar tres vetos totales, incluido el ya concretado de las universidades, tal como prometió Milei cada vez que el Congreso sancionó una ley con costo fiscal. “A esta hora esto es así”, dijo un colaborador oficial.
Lo llamativo de la actitud del Gobierno es que, al mismo tiempo, el Presidente propone abrir una mesa de diálogo político con los gobernadores para alcanzar un acuerdo de gobernabilidad que le permita reponerse de cara a los comicios nacionales de octubre.
La duda es si la “Mesa Federal de Diálogo”, que anunció el flamante ministro del Interior, Lisandro Catalán, puede llevar a revisar en las próximas horas el mentado “triple veto” o si el Poder Ejecutivo ofrecerá alguna contrapropuesta o paliativo para promover la contención política de los mandatarios provinciales.
Con responsabilidad, hoy inicio el camino como ministro del Interior, reafirmando el compromiso que tiene este Gobierno con fortalecer nuestras instituciones y avanzar en la construcción de una Mesa Federal de diálogo y consenso que representen a todos los argentinos.… pic.twitter.com/cPKZJPuCfn
— Lisandro Catalán (@catalanlisandro) September 10, 2025
Figuras como el titular de la Cámara de Diputados, Martín Menem, son más proclives a buscar una diagonal para evitar nuevas derrotas en el parlamento. Cabe recordar que, días atrás, la Cámara de Diputados y el Senado reunieron dos tercios para revertir uno de los vetos de Milei e insistir con el proyecto de emergencia en discapacidad. En el caso de la ley que actualiza jubilaciones, (también vetada por el Poder Ejecutivo), la oposición no reunió el número necesario en la Cámara baja.
Milei sigue exhibiéndose inflexible con las leyes que, para él, tienen un costo fiscal que atenta contra su “modelo” de déficit cero. Puertas adentro, el jefe de Estado le repite a sus colaboradores lo que viene transmitiendo públicamente en distintos mensajes oficiales. “No nos moveremos ni un milímetro del programa económico de equilibrio fiscal, mercado monetario ajustado y bandas cambiarias pactadas con el FMI”, escribió ayer el primer mandatario en X.
Negociación limitada
Hoy Milei volvió a constituir el Ministerio del Interior y le subió el estatus a Catalán, hasta ahora con rango de vicejefe de gabinete. Es un cambio de título que en principio solo busca otorgarle volumen simbólico a la negociación política en esta nueva etapa. En la práctica, nadie sabe si habrá un cambio de raíz, ya que los interlocutores del Poder Ejecutivo con el resto del sistema -Catalán y el jefe de Gabinete, Guillermo Francos- son los mismos.
Fuentes de la Casa Rosada señalaron a LA NACION que Catalán ya estuvo en contacto telefónico con un buen número de gobernadores, que lo felicitaron por su ascenso. Además, se espera que el flamante ministro convoque a la Casa Rosada a los mandatarios provinciales “afines”, comenzando por aquellos que tienen algún tipo de acuerdo electoral con La Libertad Avanza (LLA): Alfredo Cornejo (Mendoza), Rogelio Frigerio (Entre Ríos), Leandro Zdero (Chaco) y Claudio Poggi (San Luis). Se sumaría a ese grupo el sanjuanino, Marcelo Orrego.
Los mandatarios provinciales esperan, de mínima, que el Gobierno no vete el proyecto que propone la distribución diaria y automática de una parte del fondo de Aportes del Tesoro Nacional (ATN) y que, según ellos, no tiene costo fiscal. De lo contrario, parece difícil que se presten a un diálogo genuino.
Si Milei efectivamente veta el proyecto que aprobó el Congreso, se verá siofrece un plan alternativo. Tal como publicó LA NACION, una contrapropuesta que circuló en las últimas semanas, y que ya fue esbozada en la Cámara de Diputados, consiste en que el Poder Ejecutivo conserve el monopolio del la distribución de los ATN para atender situaciones de emergencia pero que, de existir un remanente de fondos al cierre de un ejercicio fiscal, éste sea repartido de manera diaria y automática entre todos los distritos en doce cuotas consecutivas.
¿Qué más puede ofrecer el Gobierno a los gobernadores? Según pudo saber LA NACION, Francos propuso transferir a las provincias, de mutuo acuerdo, áreas que están en la órbita nacional. También ceder casilleros en la gestión, como se hizo al inicio del mandato con un puñado de funcionarios que vinieron de la provincia de Córdoba.
Menem es de la idea de mostrar cierta flexibilidad en la discusión legislativa. Y Santiago Caputo cree que, de mínima, se deben hacer algunos gestos políticos-electorales para dejar de irritar a los mandatarios provinciales en sus terruños de cara a 2027. Sobre todo a aquellos con aspiraciones de reelegir en sus distritos.
Todo el menú suena tardío e insuficiente para los gobernadores, que también se endurecieron luego de la aplastante derrota de La Libertad Avanza (LLA) del último domingo y esperan cambios más contundentes para salir al auxilio del Poder Ejecutivo.