Una entrevista exclusiva publicada por el Más allá del silencio Podcast y conducida por el periodista Rafael Poveda revela en detalle cómo Juan Carlos Villa Cardona, apodado “el terror de Risaralda”, ejecutó una serie de asesinatos en este departamento.
Villa Cardona confesó haber matado a once personas, entre ellas diez adultos mayores y un joven de quince años. Actualmente, cumple una condena de 43 años en la cárcel de La Dorada.
El acusado explicó que simulaba ser sordomudo para acercarse a sus víctimas y ganarse su confianza, acción que llevó a cabo principalmente en las zonas rurales del departamento.
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Así engañaba a sus víctimas
Según el testimonio recogido por el pódcast citado, Juan Carlos recorría varias veredas con una hoja escrita que decía: “Señoras y señores, soy sordomudo, debido a un derrame que me dio siendo muy niño. Estoy por aquí pidiendo una libra de arroz o una panela para alimentar a mi sagrada madre que sufre cáncer de piel”.
Con esta historia lograba que los habitantes de las casas le permitieran el acceso. “Al usted coger su papel, se va a quedar leyendo y yo me quedaba mirando, analizándolo, cómo era su masa muscular y cómo respiraba y cómo reaccionaba hacia el papel”, relató el hombre durante la entrevista.
El método consistía en aprovechar la hospitalidad de las personas, que, convencidas de su supuesta discapacidad, le ofrecían comida, agua o la posibilidad de descansar. En ese momento, observaba el entorno y evaluaba la oportunidad de despojar de la vida a quienes se encontraban en la vivienda.
Villa Cardona detalló la manera en que planificaba y ejecutaba sus crímenes. Durante los ataques, se mostraba frío y calculador, describiendo cómo seleccionaba a quienes consideraba vulnerables o desprevenidos.
“No siento remordimiento por el ser humano. Para mí el humano es como una gallina, sea joven o pequeño”, declaró, dejando en evidencia una ausencia total de empatía.
La “traición” de su hermano
El condenado también responsabilizó a sus hermanos por su captura, señalando que ellos colaboraron con las autoridades a cambio de una recompensa económica.
“El traidor de mi hermano suministró el número. Perro desgraciado siendo mi hermano y el padrino de mi hijo. Sepárame de mi hijo”, afirmó en la entrevista.
Según la narración, la captura se produjo tras una serie de operativos donde se interceptaron las comunicaciones gracias a la información entregada por familiares cercanos.
Detalles escalofriantes
Uno de los casos más recientes y documentados ocurrió en agosto de 2023 en la vereda La Paloma.
“Llegué un domingo tipo 7:00 a. m. al sector” y contó cómo estudió el movimiento de los habitantes, esperó el momento oportuno y luego utilizó nuevamente su papel para solicitar ayuda antes de atacar a sus víctimas.
En este episodio, asesinó a dos mujeres y un hombre adultos mayores y sustrajo dinero, joyas y otros objetos de valor. “La meta mía era sostener a mi hijo. Estaba dispuesto a pagar encima de quien fuera con tal de sostener a mi familia. Y no me arrepiento”, afirmó, justificando sus actos ante el periodista.
El relato también incluyó la participación de los hermanos de Villa Cardona en algunos de los delitos. El entrevistado los acusó de traición y los señaló como presuntos cómplices o partícipes en ciertas acciones violentas, exigiendo que sean juzgados con igual severidad.
Juan Carlos describió su entrenamiento autodidacta en la lectura de lenguaje de señas y su paso por un internado para personas con discapacidad, habilidades que utilizó para reforzar su engaño frente a las víctimas.
Un pasado violento y su justificación
El historial de violencia de Villa Cardona inició desde muy joven, según sus propias palabras. Relató un intento de homicidio a los 10 años por motivos personales y experiencias de abandono y maltrato familiar. “Desde ahí mi vida se volvió un infierno. Por eso me volví lo que me volví”, expresó durante la conversación, asegurando que desde entonces desarrolló una mentalidad vengativa y una disposición a matar sin reparar en las consecuencias.
Durante la entrevista con Más allá del silencio Podcast, también se abordó el impacto de su detención en su familia, especialmente en la madre de su hijo y en el niño de 4 años. “Nunca quiero que mi hijo comience unos pasos como los que yo di, no quiero que viva el pasado mío,” expresó el sujeto, aunque recalcó que sus crímenes se cometieron con la intención de sostener económicamente a su hogar.
El testimonio deja en evidencia una serie de episodios violentos en zonas rurales del departamento de Risaralda, con víctimas específicas entre la población adulta mayor y contextos de vulnerabilidad acentuada.
La confesión incluye nombres propios, ubicaciones y modus operandi empleados sistemáticamente por Villa Cardona, lo que aporta elementos para las investigaciones judiciales en curso y plantea interrogantes sobre el impacto social y el nivel de desprotección en las zonas rurales.
Puede escuchar el pódcast completo en: https://youtu.be/1FcSLia1p_M?feature=shared