
El lanzamiento del Fondo Permanente para los Bosques Tropicales (TFFF, por sus siglas en inglés), un instrumento orientado a incentivar la conservación forestal en países tropicales con un potencial de hasta 125.000 millones de dólares (107.742 millones de euros) movilizados, se ubica entre los hitos observados en la Cumbre del Clima COP30 en Belém, Brasil. Según informó BBVA Research a través de su estudio ‘COP30: de promesas ambiciosas a compromisos efectivos’, la cita podría arrojar avances técnicos concretos sobre adaptación, nuevos compromisos de financiación y progresos, aunque aún limitados, en el desarrollo de los mercados de carbono. Aunque el evento enfrenta un contexto de divisiones geopolíticas y la ausencia de Estados Unidos, la organización considera que el énfasis del país anfitrión en transformar declaraciones en acciones podría generar resultados tangibles para el multilateralismo internacional.
Tal como detalló BBVA Research, los asistentes a la COP30 evalúan la posibilidad de acordar avances en mitigación y en la ambición climática. Según consigna el medio, datos recientes de Naciones Unidas muestran que hasta el momento 113 países han entregado sus Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC, por sus siglas en inglés) para la reducción de emisiones. Estos estados representan cerca del 70% de las emisiones planetarias. En caso de cumplimiento íntegro de estos planes, se alcanzaría una reducción del 12% en las emisiones globales en 2035 respecto a 2019, una cifra muy lejana al 60% necesario para mantener el calentamiento cerca del límite de 1,5ºC fijado en el Acuerdo de París.
De acuerdo con el informe de BBVA Research, la COP30 podría finalizar con un avance clave en adaptación y resiliencia, mediante la adopción del marco de indicadores del Objetivo Global de Adaptación (GGA, por sus siglas en inglés). La propuesta contempla entre 80 y 100 métricas para evaluar el progreso, representando un logro técnico relevante según expone el estudio. Además, la reafirmación del Nuevo Objetivo Colectivo Cuantificado (NCQG), planteado en la anterior COP29 de Bakú, se encuentra entre las prioridades del encuentro. Esta meta busca movilizar 300.000 millones de dólares (258.581 millones de euros) en financiamiento público de aquí a 2035, pese a no contar con mecanismos vinculantes de cumplimiento hasta la fecha.
El medio subraya que el desarrollo de los mercados de carbono, regulado bajo el Artículo 6 del Acuerdo de París, también figura en la agenda de negociaciones. BBVA Research prevé que si bien se podrían dar pequeños avances en su implementación, no se esperan operaciones plenamente funcionales de esos mercados en el corto plazo. En paralelo, el informe hace énfasis especial sobre el estreno formal del TFFF, una estrategia destinada a recompensar financieramente a estados con bosques tropicales preservados, buscando fortalecer los incentivos a la protección forestal.
Según BBVA Research, las conversaciones dentro de la cumbre afrontan distintas complejidades. Entre ellas destacan la inminente salida de Estados Unidos del Acuerdo de París, que será oficial en enero, y una marcada desconfianza entre países del denominado Norte y Sur Global. El medio remarca que “profundas fracturas geopolíticas, vientos económicos en contra y las primeras señales de que el planeta ha superado temporalmente el umbral de los 1,5ºC” afectan el escenario de las negociaciones.
A pesar de estos retos, la presidencia brasileña ha insistido en la necesidad de dar el paso de los compromisos a la acción concreta, con la esperanza de estimular la cooperación internacional incluso en un contexto polarizado. BBVA Research valoró que, aunque los acuerdos puedan resultar parciales y sin consenso pleno, la atención dirigida a cuestiones como la financiación climática, las métricas para la adaptación y la remuneración por conservación forestal permite augurar progresos puntuales, lo que podría generar algún grado de optimismo sobre el papel del multilateralismo ecológico ante los actuales desafíos.
