La Corte Suprema de Justicia de la Nación confirmó la condena contra Cristina Fernández de Kirchner en la causa Vialidad, rechazando los recursos de queja y dejando firme la sentencia de seis años de prisión e inhabilitación de por vida para ejercer cargos públicos.
El fallo generó una fuerte reacción política y social. Diversos sectores del peronismo se movilizaron en rechazo a la decisión judicial, con concentraciones en la sede del Partido Justicialista y en distintos puntos del país. La senadora Silvina García Larraburu calificó la sentencia como un «atropello a la democracia» y denunció una persecución judicial contra la ex presidenta.
Sergio Massa, líder del Frente Renovador, llegó a la sede del PJ para acompañar a Cristina Kirchner tras el fallo de la Corte. Su presencia se suma a la de otros dirigentes peronistas que respaldan a la ex mandataria en este momento clave. Massa también expresó su postura en redes sociales, cuestionando la sentencia y pidiendo una revisión del fallo.
El vocero presidencial, Manuel Adorni, reaccionó con ironía en redes sociales tras la confirmación de la condena. En su publicación, escribió: «Muy extraño resultó el ‘pacto de impunidad’. Fin», en aparente referencia a las acusaciones previas sobre un supuesto acuerdo entre el oficialismo y el kirchnerismo.
Desde la oposición, el PRO celebró el fallo de la Corte Suprema con un mensaje contundente en redes sociales: «Sentencia confirmada. Justicia demostrada». La exgobernadora María Eugenia Vidal también se pronunció, afirmando que «la impunidad se termina» y que el fallo representa un avance en la lucha contra la corrupción.
El gobernador bonaerense, Axel Kicillof, también se hizo presente en la sede del PJ para acompañar a Cristina Kirchner en este momento clave. Su llegada se produjo minutos antes de la reunión de la Corte Suprema, y fue recibido por militantes y dirigentes que respaldan a la ex presidenta. Kicillof, sin brindar declaraciones, expresó su gratitud con gestos de afecto hacia quienes se acercaron a la sede partidaria.
El dirigente social Juan Grabois alertó que la confirmación de la condena representa «la ruptura definitiva del orden constitucional argentino». A través de sus redes sociales, denunció que la detención de la ex presidenta sería un «estado de sitio encubierto» y el inicio de una «virtual dictadura». Grabois convocó a la militancia a movilizarse en defensa del sistema republicano y la identidad nacional-popular.
La Confederación General del Trabajo (CGT) expresó su respaldo a Cristina Kirchner antes de que se conociera el fallo de la Corte Suprema. En un comunicado oficial, la central obrera denunció que «la democracia está en peligro» y rechazó lo que considera un intento de proscripción política. La CGT comparó la situación con la persecución judicial sufrida por el expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, advirtiendo sobre las consecuencias institucionales de la sentencia.
El artículo 280 del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación fue clave en la decisión de la Corte Suprema. Esta norma permite al máximo tribunal rechazar un recurso extraordinario sin argumentar sobre el fondo del caso, con la sola invocación de la norma. En este caso, la Corte utilizó el artículo 280 para confirmar la condena de Cristina Kirchner sin abrir nuevos debates ni revisar pruebas adicionales.
El presidente Javier Milei reaccionó al fallo de la Corte Suprema con un mensaje en redes sociales: «Justicia. Fin. PD: la República funciona y todos los periodistas corruptos, cómplices de políticos mentirosos, han quedado expuestos en sus operetas sobre el supuesto pacto de impunidad». Su declaración generó diversas interpretaciones, con sectores oficialistas celebrando la firmeza del fallo y sectores opositores cuestionando el tono de su mensaje.
La historia argentina ha estado marcada por presidentes que enfrentaron la justicia en distintos contextos. Desde golpes militares hasta denuncias de corrupción, varios mandatarios han sido encarcelados o procesados. Hipólito Yrigoyen y Arturo Frondizi fueron detenidos tras ser derrocados y confinados en la isla Martín García. Isabel Martínez de Perón pasó más de cinco años detenida en distintas locaciones tras el golpe de 1976. Carlos Menem, en democracia, fue condenado por tráfico de armas y corrupción, aunque logró evitar la cárcel por sus fueros parlamentarios.
El caso de Cristina Kirchner se suma a una larga lista de presidentes que han enfrentado procesos judiciales, reflejando la compleja relación entre el poder político y la justicia en Argentina.
Las movilizaciones continúan, con manifestaciones en varias ciudades y llamados a la unidad dentro del peronismo para enfrentar lo que consideran una proscripción política. La situación sigue en desarrollo, con expectativas sobre los próximos pasos de la dirigencia kirchnerista y la respuesta de la sociedad.
